lunes, 22 de septiembre de 2008

EL MANCHESTER ROZA LA CONQUISTA DE STAMFORD BRIDGE

Carlos de Blas

84 partidos sin perder en su estadio en Premier League. Ese es el récord que, orgulloso, defiende el Chelsea FC desde febrero de 2004 (imaginad el tiempo que ha pasado que estaba Claudio Ranieri en el banquillo "blue") en la competición doméstica. Hoy, tras el partido que acaba de terminar ante el Manchester United (1-1, Park y Kalou), dejan la marca en 85, pero el equipo de Ferguson estuvo cerca de terminar con la racha.

Este año los clásicos de la Premier se están jugando antes de lo habitual (ya tuvimos una Liverpool-Manchester United), y el partido, una vez más, no ha defraudado. Los primeros veinte minutos, espectaculares, mostrando por qué esta liga nos tiene a todos enamorados. Dos equipos ambiciosos, con bajas importantes pero decididos a ganar, todo ello bajo un ritmo altísimo de juego. En esa primera fase, ocasiones clarísimas para Joe Cole y Rio Ferdinand, una por equipo, hasta que un disparo de Berbatov que no puede blocar Cech le da la opción a Park de abrir el marcador.

Tras es gol, Ferguson dispuso esa red en medio campo con la ayuda de la delantera que tantos éxitos le ha reportado en partidos importantes fuera de casa. Además, el Chelsea parecía tocado. Ya habia perdido a Deco para el encuentro (lesionado en el calentamiento) y a los pocos minutos también se quedaba sin Carvalho, sustituido por un dubitativo Alex. Otra lesión, esta vez de Van der Sar, que requirió atención médica dos veces antes de retirarse, produjo una definitiva disminución del ritmo de juego y nos llevó al descanso.

Tras el parón, el Chelsea aumentó la intensidad de su juego y se negó a conceder una derrota así como así. Sin crear peligro claro, controlaba el juego y llegaba al área del United. En esas, Ferguson, que había dejado en el banquillo a Cristiano Ronaldo y a Tévez, puso en el campo al portugués con la evidente intención de buscar alguna contra para rematar el partido. Sólo encontró Cristiano apoyo en Rooney, porque Berbatov supuso una rémora para su equipo durante todo el partido.

Todos conocemos el estilo del búlgaro, pero contrasta demasiado su pasiva actitud en el campo cuando su equipo no tiene el balón y sus paseos caminando por el césped con el esfuerzo del resto de sus compañeros. Tan evidente resultó su desconcentración que, en una falta lateral del Chelsea sin aparente peligro, Berbatov no respetó la línea del fuera de juego del resto de su defensa y permitió que Salomon Kalou rematara solo el gol del empate definitivo.

Esto no ha hecho sino comenzar, y el partido no resultará decisivo para nada, pero sí para comprobar que la fortaleza del Chelsea continúa intacta y que el United, pese a no haber ganado ninguno de los cuatro partidos importantes que ha disputado en lo que llevamos de temporada ante Zenit, Liverpool, Villarreal y Chelsea, parece coger ritmo y poco a poco llegar a su nivel habitual. La lucha entre estos dos equipos se presume encarnizada, como el año pasado…¿mantendrán el tirón Liverpool y Arsenal?

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