BATACAZO DE LOS 'PROSS'

Derrota inesperada de Inglaterra en Wembley ante Croacia que deja a los británicos fuera de la Eurocopa de 2008

Antonio Blanca

Todo se juntó anoche 21 de noviembre en Londres, día que será recordado por el fútbol inglés y a la postre el mundial como el 21N, cuando Inglaterra cayó en la fase de clasificación para un gran torneo, la Eurocopa de 2008 de Austria y Suiza. Jugó con fuego el combinado nacional de McLaren, y se quemó, tal vez en su propio hoguera de las vanidades, por vender la piel del oso antes de cazarla, por su histórica “mala suerte” en la portería, ni Carson ni Robinson dan la talla para jugar en la selección de la rosa encarnada y un sin fin de causalidades que firmaron la crónica de una muerte anunciada, un epitafio consabido, que Croacia en las botas de Olic en el minuto 77 certificó, para que los ingleses falten a una cita con el fútbol continental desde 1984 (Francia), y que trece años después, los “pross” faltaron al Mundial de Estados Unidos en 1994, las conjeturas protervas sobre el decano de las selecciones vuelvan a volar.

El partido de ayer noche se comenzó a jugar desde el sábado pasado, cuando Israel echó una mano a la selección británica venciendo a Rusia y facilitando la clasificación de los primeros si lograban un punto, un empate ante los croatas, hecho que con un estadio mítico como Wembley, con todo a favor de corriente, se presuponía sencillo, y ahí radicó el gran fallo, el errático veredicto, el temor más lamentable, pensar que el combate era una comedia, una película de aventuras a lo “Indiana Jones”, y terminó siendo una gran tragedia griega ideada para el deporte del S. XXI, un héroe derrotado, herido en lo más profundo de sus entrañas, abatido ante 80000 gargantas patrióticas, que ahogaron en lágrimas el fracaso.

Fue un teatro trágico a la antigua usanza, con un guión diseñado para terminar en éxtasis y sueños dulces, y que la cruda realidad puso en un segundo plano, abnegando a Inglaterra, y dando gloria y mitificación a Croacia para historia del fútbol en la noche del 21N. Existió en Wembley mimesis y catarsis propias de obras aristotélicas, 0-2 se adelantaron los visitantes, con Carson como estatua, comparsa invitada a la que el fragor de la batalla sobrepasaba.

Hubo héroes que antes fueron villanos, Beckham dio todo de sí para lograr la hazaña y a punto estuvo de lograrse cuando toda Inglaterra cantó “God save the Queen” (Dios salve a la Reina), con el empate a dos de Crouch, hasta que de nuevo enmudeció un país al contemplar desolado el más rotundo fracaso de una selección.

Faltaran los “pross” a la gran cita del próximo verano en tierra centro europeas, la Eurocopa no será igual, no estarán presentes las mejores selecciones, e Inglaterra verá los partidos en frente del televisor y no desde el estadio. El fútbol inglés debe hacer borrón y cuenta nueva, y no caer en una espiral tremendista que hasta ahora les ha llevado a desechar a la mejor generación de futbolistas que han tenido desde hace varias décadas, los Gerrard, Joe Cole, Lampard, Terry y compañía han dejado escapar una oportunidad de oro para reivindicar el fútbol inglés tan laureado últimamente, y que ayer escribió una de sus páginas más negras, una luna de hiel ideada por el gran dramaturgo William Shakespeare, ser o no ser, esa es la cuestión. Inglaterra en 2008 no será, aclarado el interrogante.