Por mucha pasión que levante el partido a los aficionados culés y madridistas, el choque de hoy a las siete de la tarde no deja de ser un partido más del que lo más que se puede obtener son tres puntos.
Antonio Blanca
Hoy, cuando nuestros relojes marquen las 19.00 horas, más de media España y gente de todo el mundo, de hasta los lugares más recónditos se pondrán delante del televisor para ver el clásico de la liga española por antonomasia, el Real Madrid contra el Barcelona.
Para estos partidos dicen que no importa el estado en el que los dos equipos lleguen pues es un partido distinto a todos los demás, pero ahí discrepo, es un partido igual que si se jugara un Barcelona-Recreativo o un Real Madrid-Racing de Santander. Puede que haya mucha pasión, mucho sentimiento en juego, ganas de tumbar al eterno rival, de dejarlo noqueado sobre la lona, y de intentar sumirlo en una crisis de identidad de la que le cueste salir varias jornadas. Se puede lograr, siempre y cuando el equipo que quede abatido se crea la cantinela de que los Madrid-Barça simbolizan más que un partido.
No entraré en profundos análisis acerca de que equipo llega mejor al partido, cuales van a ser las claves del mismo, porque para eso ha habido durante todas esta semana pasada un constante y continuo bombardeo desde todos los medios haciendo cábalas, porras, análisis, etc... Sólo digo que el favorito para estos tipos de partidos es el conjunto que juega en casa, ante su afición a la que le quiere ofrecer la piel de su rival, como si fueran los leones abatidos por los gladiadores romanos. Pero también en este tipo de partidos tiene mucho que ver el equipo que llega de tapado, y esta vez me da que es el Barcelona, así que habrá que ver que ocurre.
La resolución desde las siete de esta tarde, ya anticipo para mí que el Barcelona gana, pero no lo olviden tan solo son tres puntos, nada más.
Antonio Blanca
Hoy, cuando nuestros relojes marquen las 19.00 horas, más de media España y gente de todo el mundo, de hasta los lugares más recónditos se pondrán delante del televisor para ver el clásico de la liga española por antonomasia, el Real Madrid contra el Barcelona.
Para estos partidos dicen que no importa el estado en el que los dos equipos lleguen pues es un partido distinto a todos los demás, pero ahí discrepo, es un partido igual que si se jugara un Barcelona-Recreativo o un Real Madrid-Racing de Santander. Puede que haya mucha pasión, mucho sentimiento en juego, ganas de tumbar al eterno rival, de dejarlo noqueado sobre la lona, y de intentar sumirlo en una crisis de identidad de la que le cueste salir varias jornadas. Se puede lograr, siempre y cuando el equipo que quede abatido se crea la cantinela de que los Madrid-Barça simbolizan más que un partido.
No entraré en profundos análisis acerca de que equipo llega mejor al partido, cuales van a ser las claves del mismo, porque para eso ha habido durante todas esta semana pasada un constante y continuo bombardeo desde todos los medios haciendo cábalas, porras, análisis, etc... Sólo digo que el favorito para estos tipos de partidos es el conjunto que juega en casa, ante su afición a la que le quiere ofrecer la piel de su rival, como si fueran los leones abatidos por los gladiadores romanos. Pero también en este tipo de partidos tiene mucho que ver el equipo que llega de tapado, y esta vez me da que es el Barcelona, así que habrá que ver que ocurre.
La resolución desde las siete de esta tarde, ya anticipo para mí que el Barcelona gana, pero no lo olviden tan solo son tres puntos, nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario