EL TRIUNFO DE LA MODESTIA

Victoria histórica del Getafe sobre el Benfica que le sirve para situarse en los cuartos de final de la Copa de la UEFA

Antonio Blanca

Porque sí. Porque se lo han ganado a pulso. Porque lo han peleado y han creído en sus posibilidades. El “Geta”, ese conjunto modesto vestido de azul añil, de la periferia de Madrid, está haciendo leyenda, ganándose la simpatía de todos los aficionados al deporte del balón, escribiendo páginas y más paginas en el libro del fútbol con letras de laurel y oro. Triunfando sin que nadie se lo esperara, bueno algunas personas sí, su presidente, Ángel Torres, que lleva ya su sexta temporada dirigiendo al Getafe, es decir, tomó el timón de mando del equipo en 2ª B, y a base de hacer las cosas con cabeza, trabajando de forma dura y constante, ha sacado adelante un proyecto ilusionante, brillantísimo, que tal vez pensábamos tendría su colofón con esa final de Copa del Rey que se les fue merced a un fallo clamoroso de Pulido y garrafales errores del colegiado Rodríguez Santiago, pero que ni un año después, el conjunto de Laudrup puede repetir proeza metiéndose en su segunda final consecutiva de Copa, el próximo miércoles en Santander deberá ratificar la ventaja del Alfonso Pérez (3-1), y mañana estará muy pendiente del bombo de Ginebra, se sortean no sólo los cuartos de final, también las “semis” de la UEFA.

El Getafe, ese equipo que tiene que vender a los jugadores que despuntan (Güiza, Alexis, Pernía…), que sabe escoger a sus entrenadores a la perfección, Quique Sánchez Flores del “Geta” al Valencia, Bernd Schuster del “Geta” al Real Madrid y ahora Michael Laudrup, para mi entender el mejor de los tres, ya empieza a sonar para los grandes, que si Chelsea, que si Milán… Algo tendrá el Getafe que bendice a aquellos que han sido integrantes de su plantilla o cuerpo técnico, quizás alguno tendría que pasar por la capital del Sur de Madrid, he dicho quizás, caso de Luis Aragonés, pero mejor que no, vaya que por una vez, Getafe no bendiga y salga rana el experimento, a ciertas edades el futuro cada vez es más incierto.

En esta temporada 2007/08, el Getafe se metía por primera vez en competición europea, en la Copa de la UEFA, un éxito sin igual. Que un equipo de la modestia del entrenado por Laudrup (si bien es cierto que fue Schuster quien lo clasificó) lograra tal hito, ya era una adquisición más que loable, pero que pasados los meses, adentrados en la competición, el “Geta” sea el único representante del fútbol español en los cuartos de final de esta competición, a principio de curso, ninguno habríamos apostado por ello, tal vez por el Atlético de Madrid, el Villarreal o el Zaragoza, los tres, eliminados a las primeras de cambio, los madrileños y castellonenses en los dieciseisavos, los maños no jugaron ni la fase de grupos. Así que entre los ocho mejores equipos de la segunda competición de clubes de Europa está el Getafe, posiblemente el más humilde de todos los que el viernes estarán en el bombo.

Su víctima para hacer historia, un equipo histórico, el Benfica, bicampeón de la Copa de Europa en los años 1961 y 1962, capitaneados por el genial Eusebio que ayer vio como el Getafe apeaba al equipo de sus amores, que si bien por nombres puede infundir respeto, por juego dista mucho del Benfica histórico. El “Geta” arropado por un Coliseum abarrotado, borró del mapa a los chicos de Rui Costa, con Albín, el uruguayo de la zurda diabólica, estelar, anotando el único gol del encuentro de una vaselina soberbia para batir a Quim, y para poner el 1-0, el 3-1 en el global de la eliminatoria, y para seguir soñando. Tal vez el Getafe tenga ahora esa componenda de amor divino futbolístico, tal vez el deporte rey quiera seguir permitiendo que los sueños no sólo sean sueños, y puedan llegar a hacerse realidad pura y dura una noche de mayo en el Ciudad de Manchester. El “Geta” tiene relación pasional con mayo, el pasado de 2007, la ciudad vibró con uno de los partidos históricos del fútbol español, la goleada al Barcelona en las semifinales de Copa.

Soñar es libre y maravilloso, Getafe se lo merece. De momento no se ha despertado y continua en su dulce camino, el que con dureza y sacrificio, ellos mismos se han labrado.