Doblete del ‘7’ blanco en el Molinón que le convierte con 309 goles en el máximo goleador en la historia del Real Madrid
Antonio Blanca
Hace 14 años y medio que en Zaragoza un pipiolo de menos de dieciocho años se enfundaba la zamarra de todo un Real Madrid para cumplir su sueño de la infancia. Pues bien, ya ha llovido desde la materialización de tal sueño y Raúl ha evolucionado, ha cambiado, ha sido criticado y tapado todas las bocas habidas y por haber en el terreno de juego, ha ganado y ha batido multitud de récords. Si en Soria el capitán merengue igualaba la marca de 307 goles del mítico don Alfredo di Stéfano, el domingo 15 de febrero de 2009 pasará a los anales de la historia del fútbol como el día en Raúl se coronó como el máximo goleador en toda la larga historia del Real Madrid. Sin comentarios, su palmarés y currículo, su ejemplaridad dentro y fuera de un terreno de juego, son lo único que debe tenerse en cuenta. Ahora se abrirá de nuevo el debate de si Raúl tiene o no que volver a enfundarse la camiseta de España (de la que es el máximo goleador en toda su historia también). La decisión la debe tomar Vicente del Bosque, que si es honesto en el papel que ahora le toca desempeñar, el de seleccionador, el señor González Blanco debe retornar con la “furia roja” y ser el comandante en jefe, por los méritos que él mismo está forjándose sobre el césped por enésima vez. ¿Cuántas veces han intentado ya jubilarle? ¿Y cuántas veces sus detractores se han llevado un enorme fiasco en su infructífera y abyecta intentona de quitar al mejor futbolista español de todos los tiempos de los terrenos de juego? Precisamente es ahí, sobre el verde de la hierba futbolística, donde Raúl siempre ha hablado y ha forjado la a día de hoy, eterna leyenda.
Llegaba el día de San Valentín la vigésimo tercera jornada de la liga BBVA. Se abría el telón en el Ruiz de Lopera. A priori partido fácil para el Barcelona de Guardiola. Tan simple lo debió ver Pep, que pecando de exceso de confianza reservó en el banquillo a su principal activo, Messi, y los culés lo pasaron fatal. La primera parte fue la que peor han jugado en lo que va de campeonato, y el resultado de 2-0 hacía justicia a lo desarrollado en el campo, hasta que de nuevo, la “manita” de siempre, esa ayuda que nunca debe faltar para con el Barcelona (que se note el “trío calavera”), hizo que Iturralde González, ¡cómo no, don Eduardo! la armara. Señaló penalti una caída más que dudosa de Iniesta, y en un minuto el colegiado se cargó el gran trabajo desplegado por el Betis en los primeros cuarenta y cinco minutos. No es lo mismo irte al vestuario con un 2-0 en contra que con un 2-1 y creyendo en la remontada. Así ocurrió, y no es la primera vez que ocurre en esta liga, ese favor arbitral que declina la balanza en un momento dado del lado barcelonista (ojo, que con esto no justifico el liderato del Barça, que evidentemente merece ir primero, pero que estas ayudas habituales ponen borrones en lo que debería ser una trayectoria no maculada). En la segunda parte, los de Guardiola con la entrada de Messi se fueron a por el empate, y cosieron a disparos al meta Ricardo que realizó un partido magnífico. A seis minutos del final, “pichichi” Eto’o encontró la red verdiblanca estableciendo el definitivo 2-2, un tropiezo que aunque pone al Real Madrid a 10 puntos, sigue permitiendo al Barcelona gozar de una diferencia clarísima en la tabla clasificatoria, al fin y al cabo siguen estando los cuatro partidos de diferencia, como también seguirán estando Villar, Arminio y Laporta (se notó que era 14 de febrero), ese esperpéntico “trío” que continua haciendo de las suyas, a bien que Arminio ya se ha apresurado a llamar a estas horas a Pepe León para pedirle disculpas por el arbitraje de Iturralde.
Mucho más que el 0-0 final se mereció el Deportivo de la Coruña en su partido ante Osasuna. Jugaron mejor los de Lotina que estuvieron nulos cara a puerta. Un reparto de puntos que vale a los navarros para seguir por segunda semana fuera del descenso y que deja al “Depor” con sus opciones intactas de cara a meterse en Europa.
Un monumento en la calle Larios le van a tener que hacer a Antonio Tapia como su Málaga siga a este paso. Sacó un punto de Mestalla, 1-1 ante el Valencia, que bien pudieron haber sido tres. Vaya partidazo se marcaron los malagueños. Luque, Eliseu, Duda, Salva y compañía dieron un repaso futbolístico al Valencia de Emery, que si no llega a ser por la calidad de Villa hubiesen perdido. A la crisis económica que atraviesa el equipo del Turia (deuda que pronto les obligará a declararse en suspensión de pagos), se empieza a sumar la deportiva, el juego de los “chés” deja mucho que desear, no como el del Málaga que con humildad y gusto por el buen fútbol se está convirtiendo en el equipo revelación de la presente campaña.
Partido con sabor añejo en Gijón. Regresaba doce años después el Real Madrid al estadio de todo un histórico de la primera, el Sporting. Y la racha de los blancos en Asturias continuó. Goleada a domicilio 0-4 (pudieron ser 5, gol mal anulado a Huntelaar), el holandés Klas Jaan Huntelaar se estrenó como goleador madridista, Raúl hizo un histórico doblete (máximo goleador en la historia del Real) y Marcelo culminó con un golazo su mejor partido como merengue en una magistral contra. Fue también el mejor partido de la era Juande Ramos (ya van ocho partidos seguidos ganando), casualidades de este deporte, el día que faltó el hombre referencia en los blancos, Robben. Se vio al Real Madrid más unido, más en equipo, hilvanando jugadas y aprovechándose de un flojo Sporting, que apenas inquietó durante los noventa minutos a Casillas. Los mejores, Marcelo (si juega lo hará de extremo), Lassana Diarrá que se ha hecho con un puesto fijo por su contundencia y clarividencia en el juego y el eterno hombre, Raúl, que no sólo contribuyó con goles, sino con presión incansable y derroche de ganas en cada minuto del choque, pese al Molinón que pidió su retiro y terminó rindiendo pleitesía al capitán blanco. ¿Se activarán las alarmas en Barcelona?
Se resarció de la derrota sufrida la semana anterior el Almería que venció al Valladolid en casa por 3-2 (el de Pedro León de falta el mejor de la jornada) en una remontada con dos hombres menos digna del carácter puro de su entrenador Hugo Sánchez, en uno de los partidos más emocionantes y disputados de la jornada. El colegiado Muñiz Fernández se convirtió en el protagonista del encuentro al expulsar a tres jugadores, Bruno y Uche por parte del Almería y Nano por parte del Valladolid.
1-1 entre Racing y Villarreal. El gigante Zigic fue quien marcó para los cántabros y ya lleva cinco goles en las seis últimas jornadas. Los de Pellegrini no terminan de tomarle el pulso al 2009 y dejan escapar otra ocasión para entrar de nuevo en puestos Champions. No siempre todas las jornadas van ser de fiesta.
El peor equipo de 2009 es el Numancia. Cinco derrotas consecutivas, esta vez 0-1 ante un rival directo por la permanencia, el Mallorca, que pasito a paso empieza a tomar oxígeno aunque aún precise de respiración asistida.
Tablas en San Mamés entre el Athletic y el Recreativo. 1-1 que no debió ser tal. Los onubenses merecían haber gozado de la oportunidad de desequilibrar el marcador si el árbitro hubiera señalado un penalti como el sol de grande que Iraizoz cometió sobre Colunga. Pero, como el perjudicado es el “Recre” ni bola, y menos si el beneficiado es el equipo de los amores de Ángel Villar.
0-2 ganó el Sevilla al Espanyol. Los de Pochettino siguen hundidos en el farolillo rojo de la BBVA y todas las sirenas están sonando a decibelios avisadores de un posible y catastrófico derrumbe. El regreso de Tamudo se antoja más que nunca salvador.Debutó Abel en el Calderón y la historia no cambió ni un ápice.
El Atlético que le perdonó la vida en demasía al Getafe, vio como los azulones le empataban el tanto inicial de Forlán en el minuto 90 con un golazo en plancha de Albín (el getafense había marrado un penalti minutos antes). Los fantasmas del pasado, que digo pasado, presente, continúan pululando alrededor del Manzanares.