lunes, 15 de junio de 2009

MANITA EN EL DEBUT

Espectacular comienzo de España en la Copa Confederaciones goleando 5-0 a una débil Nueva Zelanda

Antonio Blanca

Ante la conocida debilidad de la selección neozelandesa, pocos dudaban de que España debía vencer y la principal duda estribaba en cuál era el grado de dificultad que se encontraría el equipo de Del Bosque y con cuántos goles de ventaja ilustraría la diferencia de nivel entre ambas escuadras.

Y el resultado final fue de 5 a 0. Pero podría haber sido más exiguo o más abultado; lo importante ante un rival como Nueva Zelanda no era el saldo final en forma de goles, sino certificar que España sigue apostando por su fútbol. Después de tantos años quejándonos de que España no tenía estilo ni personalidad sobre el terreno de juego, resaltando que los equipos competitivos se caracterizaban por apostar por un estilo de juego definido sea cual sea, la selección española no debe conformarse con aquel gran año 2008 cuando se llevaron la Eurocopa. El título fue un premio, pero también un estímulo para dotar a la selección de un estilo que perdure, para que la gente asocie en los años venideros a la selección española al fútbol de toque y ofensivo.

Esta reflexión general va al margen de un partido que no ha tenido más historia que la clara superioridad de España ante el equipo oceánico. El máximo peligro para la selección era su propia confianza, pero estos jugadores parecen disfrutar con cada balón que tocan, y no caerán fácilmente en la desidia o en la relajación. Tiempo habrá para un análisis más realista ante rivales más competitivos, pero no está mal para empezar el torneo comprobar que estos jugadores siguen teniendo hambre de victorias y ganas de gustar.

El partido deja más datos para la estadística y la curiosidad que otra cosa: el “hat-trick” tempranero de Torres, en su haber ya en el minuto 17 y el gol de David Villa que lo coloca como segundo máximo goleador de la selección con 29 goles, tras 45 partidos como internacional. Lejos aún de los 44 tantos de Raúl, pero con mejor promedio goleador. Bien secundados por detrás gracias a la labor de una medular de lujo con Xavi, Fàbregas y Xabi Alonso, y con Riera muy participativo por su flanco, el dúo atacante de la selección sigue mostrando su buena sintonía sobre el campo.

Esta España bebe mucho del FC Barcelona de esta temporada, y eso es evidente no sólo por la importante presencia culé en las convocatorias – hoy reducida en el once inicial a Puyol y a Xavi- sino por la evolución que están demostrando desde un “tiqui-taca” más controlado que efectivo, a un juego de toque pero con efecto “rodillo ofensivo” cuando es necesario. Gracias a esta premisa, el partido se ha decidido en los primeros compases y el equipo ha podido dosificar fuerzas a partir sobre todo de la segunda mitad, 45 minutos para ver pasar tranquilamente sin demasiada historia. Queda mucho torneo por delante y mejores rivales para medir fuerzas, pero no hay duda de que el debut de la selección en la Copa Confederaciones ha sido brillante. Seguiremos atentos a ello.