Las continuas lesiones del jugador albaceteño del Barça y la selección española han disparado las alarmas en la afición y los servicios médicos
Antonio Blanca
No es Robben pero empieza a parecérsele. Una biopsia de las fibras musculares de Andrés Iniesta nos calmaría algo a todos. No podemos tener a menos de siete días de nuestro debut en Sudáfrica el alma en vilo, el mejor jugador de España arrastra molestias, ahora leves, pero el descanso lo recuperará o por el contraria esas dolencias pueden desembocar en una lesión de quince o veinte días, escenario que no quiero ni imaginar. Iniesta no estuvo en la Confederaciones y EEUU nos mandó a casa. Esperemos que se recupere totalmente y si no es para Suiza, esté listo el 21 de junio ante Honduras, y si es menester ni se le fuerza en la primera fase, hay equipo de sobra y garantías para cubrir su baja.
El jugador de Fuentealbilla sólo ha disputado con el Barcelona 16 encuentros en el presente 2010, tres lesiones le han impedido jugar más con el equipo de Guardiola. El pasado martes volvió a lesionarse, muscular otra vez y leve, pero ya comienza a afectar en el juego del albaceteño. Miedo en el golpeo, temor a que una carrera con mal apoyo rompa fibras musculares…
Los médicos saben que la lesión es muy leve y que sólo se trata de una consecuencia normal en un proceso de reaparición. Puede que llegue al debut de España, aunque tanto contratiempo está impidiendo a Iniesta desde hace meses gozar de continuidad en entrenamientos y partidos.
Eso se nota. Sigue deshaciéndose de los contrarios con mucha facilidad, pero le falta la decisión de encarar a puerta que antes tenía. Y no es porque haya perdido habilidades, sino porque su cabeza le ‘dice’ que no arriesgue. Aún así es único e imprescindible, un talento que ninguna otra selección tiene. Vicente del Bosque espera contar con él de inicio para el primer partido del Mundial.
Poco a poco, está convirtiéndose en el ‘hombre de cristal’ de nuestro fútbol. Un calificativo que nada gusta en el mundo del balompié. Ya lo han sido Prosinecki, Robben y ahora Iniesta. No se trata de una lesión mal curada; tampoco de una articulación que ya no da más de sí. Son lesiones musculares y siempre son casos diferentes, salvo cuando jugó tocado la final de la Champions (le aconsejaron que no tirase a puerta) que simplemente tras ese choque se le agravó la lesión.
Para evitar este tipo de lesiones, es importante entrar a cada balón, pisar y chutar con confianza, al 100%; algo que por el miedo a recaer muchas veces se hace con miedo con la pierna blanda.
El martes ya comenzó el partido con molestias y antes del descanso no aguantó más. Según confirma una resonancia magnética realizada ayer, Iniesta sufre un “edema en el músculo semimembranoso del muslo derecho”. Suena raro para alguien que no esté acostumbrado a investigar los músculos de las piernas; no para Andrés.
El ‘8’ del Barça ha sufrido en las dos últimas campañas siete lesiones que le han permitido conocer al detalle sus dos piernas. Roturas intramusculares en el recto anterior del muslo derecho por dos veces, el semitendinoso de su pierna izquierda así como la fascia anterior, también una rotura del bíceps femoral de la pierna diestra por dos veces y ahora el hematoma en el semimembranoso diestro.
Demasiadas lesiones, algo falla, hay que buscar la causa y rezar que durante el Mundial a Andrés no le ataquen en sus maltrechos músculos. Su salud será la nuestra.