lunes, 26 de marzo de 2012

DIFERENCIA DE SEIS A FALTA DE VEINTISIETE

Madrid y Barcelona no fallaron en la trigésima jornada de la BBVA con sendas victorias para encarar el tramo final de competición con las espadas en todo lo alto

Antonio Blanca

Lucha dura, pugna cruda y vil la que les esperan a las escuadras de Guardiola y “Mou”. A los blancos el calendario se les presenta con puertos mayores que acometer, a los blaugranas puede irles sobre ruedas desde mediados de abril si salen airosos del envite de Champions League frente al Milán. Las visitas al Reyno de Navarra, Vicente Calderón y San Mamés en la última jordana liguera, junto a las llegadas al Bernabéu de Valencia o Sevilla, hacen que el Real Madrid tenga que apretarse los machos seriamente para evitar otro posible traspié que acerque aún más al Barça, que se ha montado de unas semanas atrás aquí en su avión a velocidad de crucero y no ceja en su empeño de pelear hasta que las matemáticas lo permitan por conquistar su cuarta liga de manera consecutiva. Si el Mou’s eleven no se pone nervioso, juega con cabeza y conreando su ventaja, el Barcelona lo tendrá difícil. Lo he obviado adrede pero no se me había pasado por alto, hay o puede haber un duelo clave, el Barça-Madrid. Si los de Guardiola llegan al Camp Nou con la posibilidad de pasarles en la tabla o de reducir la ventaja a tan solo un partido, la BBVA puede cambiar el color blanco por el azulgrana, pero si el Madrid sale de su visita a la ciudad condal con la ventaja de más de tres puntos, la Cibeles por mayo tendrá fiesta.

El sábado hubo tres encuentros. El primero en Mallorca. El Barcelona ganó sin problemas, y eso que Ayza Gámez lo sumió en ellos al expulsar equivocadamente a Thiago. El conjunto catalán jugó con un hombre menos casi todo el partido, pero esa fe que les está impulsando a sumar victorias y querer mantener la llama del “triplete”, hizo que se pusieran el mono de trabajo y merced a los goles de Messi y Piqué, ganar 0-2 y por un breve lapso de tiempo meter la presión al Madrid. No es lo mismo jugar a seis, ganar, ponerse a tres puntos y hacer que tu rival tenga que vencer sí o sí para devolver la diferencia inicial, que salir a jugar teniendo tú que ganar para evitar que tu rival directo se vaya un poco más. Cosas del calendario y de horarios, que a ciertos niveles pueden parecer una nimiedad, pero para mí en estos justamente no me lo parece. Madrid y Barcelona tendrían que jugar a la misma hora. Para que ninguno resulte beneficiado, claro que eso supondría una merma en los ingresos económicos del torpe pero pingüe empresario Jaume Roures, el inútil que dirige los vestigios de la liga.

Justo después en el Bernabéu el Madrid salía con la obligación de tener que ganar para no destrozar esa ventaja que tanto les costó y que en solo cuatro días se vio reducida casi a la mitad. Los pinchazos ante Málaga y Villarreal seguían escociendo a afición y jugadores. Supongo que a Mourinho también, que vio el partido en unas oficinas del estadio blanco junto a Ruí Farías y el “impresentable” de Eladio Paramés. El Mou’s eleven sin Ozil ni Pepe, jugó de nuevo y volvió a disfrutar. Se olvidó de presiones y polémicas. Ronaldo y Benzema brillaron, sobre todo el francés que puede ser pieza clave en el tramo final de la liga y la Copa de Europa, al igual que la recuperación del sempiterno lesionado Di María. Jugador al que el Real echa muchísimo en falta. 5-1 venció el Real Madrid que puso la ventaja otra vez en más seis puntos, una distancia que tendrá difícil de mantener si nos atenemos a lo que el calendario les depara a los merengues en las tres siguientes jornadas, Osasuna y Atlético a domicilio y recibir al Valencia. Claro que si los blancos se dedican solo a jugar, como gran parte de esta temporada, el cantar será otra cosa, evidentemente.

Final del sábado en el Coliseum. 3-1 al Valencia y remontando en toda una exhibición del equipo de Luis García Plaza, que por arriba y a balón parado apabulló al equipo de Emery, que queda bastante tocado, hecho incomprensible si vemos como está el Valencia este año, en la tercera plaza de la BBVA y con posibilidades de pelear por la Liga Europa. Hay gente poco conforme…

El domingo por la mañana el Atlético de Madrid volvió a las andadas. Ahora con el “Cholo” Simeone. Desde que el entrenador argentino se sentó en el banquillo rojiblanco no teníamos noticias de la cara B del Atleti. Ésta apareció en Zaragoza, sobre las dos de la tarde, cuando el partido agonizaba, cuando el Zaragoza bendecía obtener un punto después de haber estado a merced de los colchoneros casi todo el partido, pues Godín cometió un penalti absurdo y llegó la de cal. Marcó Apoño, 1-0 que puede significar la vida para el conjunto aragonés, una derrota que aleja al Atlético de la Champions y que puede complicar incluso la Europa League.

En la sobremesa el Espanyol vio como el Málaga le remontaba y ponía de una vez por todas sobre la mesa todas las cartas para obtener viaje a la Copa de Europa. 1-2 vencieron los andaluces a los de Pochettino con goles de Van Nistelrooy y Demichelis. Con los tres puntos que van hacia Málaga los de Pellegrini abren brecha de tres puntos con sus inmediatos perseguidores.

Pierde su plaza de Champions el Levante tras haber perdido 0-2 ante el Osasuna en un choque en el que los granotas pudieron merecer más pero que su desacierto cara a puerta les evitó poder sumar algún punto. Los de Mendilíbar siguen suma que te suma, en una campaña magnífica con puestos de Liga Europa y la Copa de Europa a tiro de piedra.

Sufrió el Sporting de Clemente lo que no está escrito en la Catedral, pero al final Lora con un gol casi en los estertores del partido dio sus frutos. 1-1 y un punto que sabe a gloria. El Athletic que parecía una escopeta de ferias trucada por su desatino perdonó la vida una y otra vez a los gijoneses, y perdiendo dos puntos los de Bielsa se alejan de Europa y se encomiendan a la Liga Europa, su verdadera prueba de fuego este año, sin obviar la gran final de Copa con aromas de revancha ante el Barcelona.

A falta del choque de esta noche entre Granada y Sevilla, la jornada trigésima se cerró en el Benito Villamarín con el empata a uno del Betis y el Racing. Tuvo a su merced el equipo Pepe Mel al cuadro cántabro, pero no supieron darles la puntilla y lo acabaron pagando, pendientes del reloj y solicitando el final del partido. Son seis puntos a los que está de la caída a la Adelante, pero los nervios se otean desde Heliópolis.

También se finiquitaba la jornada en Vallecas. Ganó el Villarreal 0-2 y con Lotina al frente de la nave se sacuden el miedo de la zona tenebrosa de la tabla. Fue un partido trepidante, de ida y vuelta y una vez más en este tipo de encuentros, el más acertado de cara a portería es quien se lleva el gato al agua.