José Antonio Montoya
El inicio de Liga del Sevilla tras empatar ante Málaga y
Levante y perder ante el Atlético parecía un simple bache, pero ya se ha
convertido en un auténtico socavón tras las derrotas ante Celta y Las Palmas.
Van cinco jornadas, el equipo de Emery solo suma dos puntos y es colista de
Pimera. Se está repitiendo la situación de la temporada 2013/14, con la
diferencia de que a estas alturas ya había jugado contra Barcelona, Atlético y
Valencia. El equipo andaluz acabó remontando, alcanzó el quinto puesto y ganó
la Europa League ante el Benfica.
Para explicar lo que le está ocurriendo al equipo de Nervión
en el inicio de esta temporada hay que atender a factores claves. Después de
alcanzar la soñada clasificación para la Champions League, lo que supone un
mayor desgaste físico y mental, la plantilla no ha mejorado. Es más, el nivel
ha bajado. Se han marchado hombres importantes como Bacca, Aleix Vidal, Mbia,
Denis Suárez o Fernando Navarro. El club ha ingresado 52 millones y ha gastado
36. Konoplyana se tiene que adaptar, Nzonzi aún no funciona, Kakuta no entra en
los planes de Emery por el momento, Rami y Escudero están lesionados, Mariano
no termina de covencer e Inmobile aún no ha marcado en Liga. Solo Llorente y
Khron Dheli, que han llegado libres, y Andreolli (cedido), han rendido a un
nivel aceptable.
Si a esto le añadimos que en los tres últimos veranos se
marcharon jugadores como Alberto Moreno, Rakitic, Fazio, Navas, Negredo o
Kondogbia (153 millones) , la situación es aún más visible. El fichaje más caro
es este tiempo ha sido Nzonzi (9,75 millones). Monchi siempre tiene que hacer
encaje de bolillos y algún año puede que no funcione.
El Sevilla ha perdido el gol con la marcha de Bacca. Solo ha
marcado dos en las cinco primeras jornada de Liga, uno de Nzonzi y otro de
Fernando Llorente. Gameiro e Inmobile aún no se han estrenado en la competición
doméstica. Tampoco an aportado goles hombres importantes la pasada temporada
como Vitolo, Reyes. El balón parado tampoco ha dado sus frutos por el momento.
El equipo está sufriendo una plaga de lesiones que no
permite a Emery afianzar un once. Carriço, Rami, Beto y Banega sufren problemas
que les dejarán apartados varias semanas. Otros han ido sufriendo molestias
musculares como Vitolo, Mariano o Kakuta. Emery deja claro que confía en su
cuerpo técnico y Konoplyanka no pudo jugar ante Las Palmas por diarrea:
"Hacemos autocrítica interna con los preparadores físicia y los doctores.
Hay un 50 por ciento de lesiones musculares y otras como las de Banega que son
de jugar. Lo que es normal para mí lo dejo para los fisios. Pero yo me centro
en los que están. Miro a los que se recuperan, pero me centro en los que están
sanos para que en cada partido tiremos de ellos. Tengo plena confianza en los
preparadores físicos y en los médicos".
Emery está recibiendo críticas por el planteamiento de los
partidos y también por los cambios. Ante Las Palmas, por ejemplo, cuando sacó a
los hombres de banda para dar amplitud al juego retiró al delantero rematador
(Llorente) y ante el Celta no supo reaccionar a tiempo cuando los celestes
jugaban a placer en el Pizjuán. La exigencia Liga - Champions parece estar
pasando factura a las rotaciones del técnico, que suma 100 partidos con el
Sevilla y un balance de 49 victorias, 22 empates y 29 derrotas. Ha utilizado 96
alineaciones diferentes.
El técnico ha declarado en los últimos días que esta
situación es "un reto" tanto para él como para la plantilla. Tras la
derrota ante Las Palmas afirmó que las circunstancias "no están
acompañando" en lo que considera "una racha negativa", con su
equipo como colista.
Añadió que cuanto menos decaigan más fuerza tendrán para
levantarse y que los jugadores son conscientes "de que hay muchos
sevillistas esperando que cambie la situación". Con todo, es optimista
porque "seguramente el viento volverá a soplar" a favor de su equipo.
El preparador vasco concluyó diciendo en cuanto a la
clasificación, que más abajo no pueden ir y que deben "seguir trabajando
para revertir esta dinámica", ya que "el vestuario está preocupado
por cambiar la situación y el trabajo es el único camino".