jueves, 17 de enero de 2008

AL MADRID SE LE ATRAGANTAN LOS OCTAVOS

Segundo año en el que los blancos caen eliminados en su estadio en la segunda ronda de la Copa del Rey

Antonio Blanca

Las paradas de Miguel Ángel Moyá y una genialidad de Varela y el "Caño" Ibagaza fulminaron a uno de los mejores Real Madrid de la temporada, que brilló en su juego pero echó de menos su pegada letal, esa pólvora que le distingue de los demás y que en la noche de ayer estuvo mojada, para aumentar a quince años su mal fario copero. El Madrid suspendió, otra temporada más, su asignatura pendiente, la Copa del Rey. Con ello dice adiós a la posibilidad de la triple corona -Champions, Liga y Copa- y la “prima” de 900.000 euros por cabeza, entendido el trébol sin el Santiago Bernabéu.

El equipo de Bernd Schuster fue víctima de su propia medicina. Se topó con un portero que tuvo un imán en el cuerpo, todos los balones iban al muñeco, y perdonó un arsenal de ocasiones para dejar de soñar con el triplete a las primeras de cambio. Y eso que el conjunto madridista firmó uno de sus mejores partidos de la temporada, pero chocó con Gregorio Manzano, un técnico que tiene tomado el pulso a la competición del 'KO'. Soportó el vendaval de fútbol blanco de la primera mitad. No se descompuso pese a mostrar un Real Mallorca desconocido, miedoso, que apenas cruzó el medio campo. Y mató en el momento clave del duelo.

Presión, toque y esfuerzo máximo en cada balón hicieron al Real Madrid dominador total del tempo del partido. Schuster volvió al doble pivote, con Gago y "Guti", que generaron fútbol a raudales. Se acercan partidos ineludibles, como el del Calderón, y "Guti" quiere recuperar su rol. Desde el inicio estuvo en todo. En la creación y la destrucción. Sabía que con Gago de escudero y Baptista cerca, era su oportunidad para demostrar a Schuster que es el momento de su regreso a la titularidad. Con la velocidad que impuso "Guti", un Real Madrid con suplentes con hambre, devoró al Mallorca.

Acostumbrados en el Bernabéu a los milagros de Iker Casillas y la pegada letal de Raúl y Van Nistelrooy, los aficionados no creían lo que veían. Dudek era un espectador más y Moyá tuvo que salvar hasta seis claras ocasiones y cuatro disparos lejanos. Una primera mitad aplastante sin premio. Ver para creer que los merengues no se fueran al vestuario con un 2-0 ó 3-0.

La Copa brindaba la oportunidad a Drenthe, Saviola e Higuaín. Tres de los pocos habituales que impusieron sus ganas de triunfar en el Real Madrid. Detalles de calidad y raza del holandés, uno de los mejores en la noche de ayer. Movimientos y remates del “pivito”, que primero lamentó las tres ocasiones falladas en manos a manos ante Moyá y se alió con la mala suerte para retirarse lesionado tras una entrada de Sergio Ballesteros. Al desacierto de Saviola se sumó el de Higuaín (se resbala en las mejores). Estuvo en todas las partes, brillante en sus jugadas pero la portería se le hace pequeña cuando lo tiene más fácil. De extremo maquilla su mal, pero como delantero le falta la confianza del matador. Cuando Gonzalo Higuaín marque gol, la música del Santiago Bernabéu debe sonar con el aleluya, porque en verdad eso será un milagro.

Manzano reaccionó en el descanso. Dio entrada a Ibagaza y los baleares tuvieron más posesión del esférico. El silencio del Bernabéu y el primer tiro a puerta de Jonás, hacían recordar eliminaciones pasadas coperas. El Real Madrid se encomendó a Van Nistelrooy primero, que prolongó el carrusel de fallos con un remate plácido en el área chica a las manos de Moyá, y posteriormente a Robinho, que revolucionó el duelo por minutos pero acabó desesperado. Los nervios aumentaban con ocasiones como la marrada por Baptista. Dormido toda la noche, un rebote de un pase le dejó con la portería a placer y remató fuera.

Los minutos pasaban y la máxima del fútbol planeaba la Castellana. Quien tanto perdona al final lo paga. En esta ocasión la jugada fue en contra del Real Madrid por un grave error de Fabio Cannavaro, que no desvió un pase largo que pinchó Ibagaza y con una genialidad se la picó a Dudek para matar la eliminatoria a siete minutos del final. La desesperación madridista era el reflejo de las últimas catorce eliminaciones coperas. Lo rondó el modesto Alicante y el Mallorca de Manzano terminó sacándose una espina del Bernabéu, curiosamente en su peor encuentro, si bien de 100 partidos que se jueguen así, uno lo gana el Mallorca, y fue el de ayer, para asestar el primer palo a Schuster.

Si los blancos quieren sacar algo positivo del partido es la recuperación del buen fútbol, hubo fases de toque brillante y rapidez, pero faltó el gol, la salsa de este deporte. El domingo toca derbi, veremos como ha encajado el Madrid este golpe.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Toma toma y tomaaaaaaaa. A cuartos, ahora el Getafe. Pero le hemos dao al Madrid en toa la boca y con robo arbitral incluido. Historico!!!!!!!!!!!!!!!!Amunt Mallorca

Anónimo dijo...

Senccillamente el Madrid tuvo q probar su propia medicina. Era cuestion de tiempo q la suerte le desapareciera a schuster q se piensa capello xo no lo es. M alegro xq un modesto le haya metio a un grande. es bueno xa el futbol.