Reuniones por doquier en el Real Madrid para desatascar la complicada situación a la que por dejadez de funciones y demasiada confianza se ha llegado
Antonio Blanca
En plan volcán apunto de entrar en erupción. Y eso que Mijatovic anda con el extintor encima de la cabeza intentado apagar los fuegos que se le abren en tantísimos y tan variados frentes. Todo el mundo opina sobre qué ocurre en la “casa blanca”, vamos que falta que se organice una rueda de prensa en Arlington y salga Barack Hussein Obama para dar su sabio diagnóstico sobre lo que puede que le pase al Madrid. Hombre, lo que queda claro es que en el conjunto merengue hay montado éste tinglado derivado de los malos resultados, que por otra parte desde que Ramón Calderón entró a presidir la institución blanca no se han librado de las épocas de resultados a la baja, en recesión casi, por no decir que el Real dibuja a la perfección el ciclo natural de la vida económica. Tanto el único año de Capello y el primero de Schuster el Madrid ha sufrido rachas de resultados humillantes y malos. Y las cosas como deben ser, y hay que reconocerlo, igual que para unos temas Calderón y Pedja Mijatovic tienen el conocimiento justo para pasar el día, acertaron en mantener al italiano y al alemán en el banco de Concha Espina. Resultado, dos ligas, una “in extremis”, otra avasallando. En Champions, fuera en octavos (igual que en otras temporadas) y en Copa, ni Capello ni Schuster han valorado esta competición como se merece. Este año, el mayor ridículo que yo recuerdo de hace mucho tiempo en el Real Madrid, superando incluso el 3-2 del Salto del Caballo de Toledo, caer eliminados en el Santiago Bernabéu ante un 2ª B, el Real Unión de Irún. Ver para creer.
En el Madrid, cual casa de los líos (pero sin la gracia de Arturo Fernández) se ha instaurado como las hojas en un árbol que no las pierde en el frío otoño, la falta de coherencia y el dadaísmo. Cuando se sientan las bases sobre arcilla, cuando las cosas se vienen haciendo denostadamente mal, se presta a que las vergüenzas queden al aire en el momento más inoportuno.
Anda el Real con un presidente desquiciado. Con miedo a 2010 (época de elecciones), y cualquier declaración o movimiento lo hace como si la campaña electoral hubiera arrancado. Primero Villalonga, ahora la foto de Florentino con Zidane y Ronaldo, los nervios se adentran en don Ramón, ¡pobre!, que para colmo de males, sigue con su guerra con varios medios de comunicación, con la Cope y El Mundo concretamente, y en vez de buscar la estabilidad dentro de su club, se dedica a pasearse ahora por los medios afines, para seguir con su campaña, y buscar apoyos para el 7 de Diciembre, día de Asamblea, y señalado en rojo en el calendario de Calderón.
Pero siendo Ramón Calderón el máximo responsable, por aquello de la relación vertical de jerarquía de una institución como la del Real Madrid, no es posible eximir de culpas ni a Pedja Mijatovic, pedazo de futbolista, pésimo director deportivo, ni a Bernd Schuster, ha perdido el norte y debe reencontrarse (tal vez darse paseos por Getafe le ayude), y los jugadores, otrora frente común, piña que remaba en la misma dirección, ahora, vestuario con luchas abiertas y en público, guerrillas internas, celos, lesiones… mal ambiente en definitiva.
Como digo, cuando desde el verano se hace todo mal, se recoge la cosecha si obtener muchos réditos. A Schuster, se le hizo caso omiso en julio, cuando entregó su hoja de peticiones a Mijatovic, que convenció a Calderón de la poca necesidad de realizar fichajes, ya que la plantilla era una magnífica apisonadora, y sólo la venida del “mesías” Cristiano Ronaldo al precio que fuese daría ese toque de excelencia (el portugués toreó al Real en verano como quiso). Pero claro, luego se lesionó Sneijder y de prisa y corriendo se cerró el fichaje de Van der Vaart (para la próxima temporada hubiera salido gratis), se dio salida a Baptista, y Robinho se marchó para triunfar en la Premier en el Manchester City, otra cosa es que después su calidad futbolística le haya despertado de su sueño. Con esto, la plantilla perdió calidad y lo más importante efectivos. La cartera se llenó, primer verano del Madrid con superávit y en época de crisis, pero este hecho ha invertido los polos, bonanza en la caja (en la época de Calderón no se ha visto ni un papel presupuestario) y malos tiempos en el césped.
Una plantilla corta, sin suplentes para Nistelrooy y Robben. Y que caprichoso es el destino, los dos holandeses lesionados. El equipo cojo, todo ello por el empecinamiento de Mijatovic en no traer a nadie, siendo el verdadero causante de la mala confección de la plantilla. Todo por colgarse medallas ante Calderón y José Ángel Sánchez y evidenciar la poca utilidad de Miguel Ángel Portugal, que curiosamente es el único miembro de la directiva con el que Schuster se habla. El monteregrino no entona el “mea culpa” y sí con la boca pequeña reconoce que se debería haber fichado en julio, no como se tiene que hacer ahora en invierno, a prisa y corriendo, 2 refuerzos, que se esperan sean cesiones. Los mejores posicionados son Arshavin y Zárate, y no creo que ninguno sea el remedio para los males blancos. ¡Y Granero en Getafe! Mientras los Drenthe, Marcelo y cía. siguen vistiendo la zamarra blanca, hay cosas a las que mi intelecto no llega, no comprendo porque se repescó a Javi García (no le echo la culpa de nada) y se dejó a Esteban Granero retornar a Getafe tras la magnífica temporada pasada del madrileño. Repescar a De la Red fue todo un acierto, pero la mala suerte se ha cebado con el Madrid y ahora problemas cardíacos ponen en jaque la participación del mediocampista, ya no para esta temporada, sino para toda su carrera deportiva, tema q tratar con mucha cautela y delicadeza.
No es por pasarme con Pedja Mijatovic, pero desde que él es el director deportivo, el Real Madrid no ha traído a ningún futbolista de primer nivel, de los diez mejores del mundo, uno de esos “cracks” que Florentino traía un verano sí, otro también. Tal vez es por ello por lo que Ramón Calderón, que se llenó la boca de mentiras para acceder a tan preciado trono, “vendrán Robben (llegó al Madrid 1 año después de lo prometido), Cesc y Kaká si yo soy presidente”, y que este verano no tuvo el poder necesario de seducción con el United para poder fichar a “CR7”, teme como nadie, le horroriza pensar que Florentino Pérez pudiera tener con un simple chasquido de dedos ha Kaká, Cristiano o quien desee. Nimias diferencias entre un abogado que no tributa desde 2004 en Hacienda, y del mejor empresario de este país.
Para finalizar los porqués del deambular torpe y perdido del Real Madrid, el vestuario. Bernd Schuster no se habla con la plantilla, o con parte de ella. En los partidos, las consignas las dan, Manolo Ruiz (el segundo) y Raúl (pronto empieza a ejercer como entrenador). El técnico alemán vive en su mundo. Le pasa como cuando era futbolista, anda peleado con el mundo, y no se termina de gustar ni a él mismo. Debe encontrarse a él, a ese Schuster avispado, irónico y de ideas claras, para transmitir confianza y seguridad al vestuario. Que anda roto, con broncas como la “Guti”-Diarrá tras la eliminación de Copa, lavando los trapos sucios fuera del Bernabéu, caso de Ramos y sus rajadas en algún periódico. Pero ¡si hasta Iker Casillas se ha contagiado del virus que asola al vestuario merengue!
De momento se vive un “impasse”, una calma tensa que puede romperse por enésima vez si los malos resultados continúan. Pero queda mucho para mayo y se puede recuperar la situación. Tan mal que están en los blancos, andan a cinco puntos del Barcelona de Guardiola y segundos del grupo en Champions. Las vibraciones son malas desde luego que sí, sobre todo si se sigue trabajando como hasta ahora.
No es Schuster el que tendría que salir (no descarto que el alemán se canse y dimita), son otros los que con un poquito de torería y gallardía, deberían dejar este aquelarre blanco en el que han convertido al Real Madrid.