El centrocampista camerunés está siendo una de las grandes y gratas revelaciones del campeonato
Antonio Blanca
El Betis se gastó este verano mucho dinero en fichajes. Nombres con los que quizá, y salvo Sergio García, la palabra ilusión no era la más adecuada para definirlos. Desconocidos para el aficionado, la dirección deportiva del equipo de don “Manué” trajo a Monzón (que ya ha dado que hablar), Juanma, Mehmet Aurelio, Nelson o Emaná dejando las arcas del club de la Palmera bastante tocadas, pero todos compartían un mismo denominador común, eran peticiones expresas de Paco Chaparro. Hasta la actualidad todos han tenido su trocito de protagonismo, en especial un Sergio García que va mostrando poco a poco el talento que le llevó a la Eurocopa. El Betis no sufre en la clasificación y desprende un juego que llega a entusiasmar de la misma manera que puede llegar a inquietar. Crea ocasiones pero no las traduce, domina el juego pero no sentencia los partidos. Y eso, a veces como contra el Espanyol, se acaba pagando. Este curso y visto lo visto, los verdiblancos no deberían sufrir tanto como en anteriores. Para ello dispone de jugadores con poco nombre (aún) pero tremendas ganas. Uno de ellos se llama Achille Emaná y por quinta jornada consecutiva saboreó las mieles del gol. Su nombre empieza a reclamar más atención.
Es curioso porque este camerunés de 26 años que aterrizó este verano en Sevilla procedente del modesto Toulouse, club con el que debutó en primera división y con el que anotó 23 dianas, ya pasó por España cuando todavía empezaba a dar sus primeros zapatazos al balón. Fue el Valencia quien se lo trajo de su país, concretamente del Babimdi Douala, pero su pasó por el filial ché fue sorprendentemente efímero. Francia, algo parecido a una cuna de futbolistas africanos, fue el destino del joven Emaná, que poco a poco fue escalando peldaños hasta subir al primer equipo y convertirse en sinónimo de imprescindible. Emaná es completísimo. En el país galo le comparaban con el centrocampista del Chelsea Michael Essien. No es para menos. Es un pulmón en la medular, una roca físicamente, un portento de la naturaleza que además tiene olfato goleador. En el Ruiz de Lopera ya han celebrado, en catorce jornadas, seis dianas de su fichaje más rentable. El último contra el Espanyol (1-1), por quinta semana seguida. Emaná está en racha e incluso ya no se corta a la hora de celebrar los goles como el inolvidable Finidi.
Además del color, de la garra y de la fuerza, le unen con el nigeriano que ambos lograron tener en el bolsillo a la siempre exigente afición bética. Si su primer paso por nuestro fútbol fue fugaz por, seguramente, la inadaptación, la segunda parte (esta vez parece que se rompe el dicho cinematográfico de segundas partes nunca fueron buenas), tiene toda la pinta de ser similar, aunque esta vez por razones bien distintas. Porque Emaná se está saliendo y porque de buen seguro el Betis recibe en sus oficinas más de una y de dos ofertas tentadoras para llevarse al camerunés, una agradable sorpresa que pone de manifiesto que los hombres siempre están por encima de los nombres.
La “roca” Emaná está dispuesto a seguir conquistando campos, corazones y levantar pasiones. Como por Sevilla ya se le empieza a conocer “Achilipú” Emaná de aquí a final de temporada se consolidará como una pieza fundamental en el Betis y será un importantísimo activo para la entidad de Heliópolis. La cuestión, ¿durará Emaná más de esta temporada?
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1 comentario:
Emaná the best
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