La ya de por sí maltrecha imagen de la dirección deportiva y junta directiva del Real Madrid ha quedado a la altura del betún tras un ridículo sobresaliente en la inscripción de sus nuevas adquisiciones para la Champions League
Antonio Blanca
Iba a asemejar lo que en los despachos del Santiago Bernabéu está aconteciendo estos últimos días con alguna película de los geniales hermanos Marx, pero tras meditarlo con mi taza de café en mano, he decidido por dos razones de peso no hacerlo, primero porque los Marx realizaban parodia y humor adrede, con conciencia de ello, siendo sus “payasadas”, chistes y bromas queridas e ideadas por ellos mismos, buscando sacar una sonrisa al espectador, y segundo porque hacían del “diez” su trabajo. Por el contrario en las oficinas del club merengue, no se busca el chiste y la broma, y con el esperpento que han realizado, la gente no se ríe con ellos, se ríe de ellos (Calderón, Portugal, Mijatovic, Bucero y compañía), de su manifiesta inutilidad, de su recalcitrante torpeza y de lo más grave, de la desvergüenza de la que hacen gala, luciendo traje y sacando pecho ante tamaño error, con una nota de prensa ridícula, como la situación, cuando lo que deberían hacer, desde el primer miembro hasta el último de la directiva es presentar la dimisión irrevocable, coger las de “Villadiego” y esconderse en una cueva.
Podría (posibilidad) tratarse de una broma pesada y surrealista, pero en absoluto, es real como la vida misma, que el club más laureado del mundo, la institución deportiva de mayor proyección en todo el globo, el Real Madrid, con sus dos “ilustres cabezas”, Ramón Calderón y Pedja Mijatovic, siguen empeñados en demostrarnos semana tras semana, día tras día, sin importar que en dos días se finiquite el 2008, que siempre se puede hacer el ridículo un poquito más, encarecer el pan cada vez que se abre la boca.
La grotesca historia es la siguiente: el Madrid ve que no funciona, que necesita refuerzos y públicamente, a finales de noviembre, su presidente, vendiendo humo en tiempos de incendio, dice que se harán dos fichajes de nivel para la Liga de Campeones (en agosto clamaba que la plantilla era completísima, miraba con desprecio a aquellos que advertíamos de lo corto que era el equipo y que andaba necesitado de refuerzos, y en otra patochada de fanfarrón negó mil veces que el club fichase en invierno, otra más en la frente para Ramón y ya pierdo la cuenta). Los fichajes llegaron, Huntelaar y Lassana Diarrá, aunque lo de la calidad certificada yo al menos se lo aplicaría por el momento sólo al primero. El asunto es que ahora, después de tener contratados a ambos futbolistas, el Real Madrid cae en la cuenta de que sólo puede inscribir en Champions en el mercado invernal a un futbolista que haya disputado competiciones europeas. O lo que es lo mismo, o Huntelaar o Diarrá se quedan fuera del asalto a la décima, a pesar de que, según las afirmaciones de Calderón (gran jurista como se está demostrando), eran futbolistas para reforzar al equipo cara a la máxima competición continental. Realmente resulta dantesco que el director deportivo de una institución como la del Real Madrid no controle una norma tan básica como la que ahora azota a los merengues. El artículo para que a usted lector le quede claro, para que observe que no es ambiguo en su literalidad, para que le quede de manera obvia y clara lo nefasto de Mijatovic y Calderón en su quehacer, dice lo siguiente: “Artículo 17.17 Para todos los partidos desde octavos de final un club puede inscribir un máximo de tres nuevos jugadores elegibles para los partidos restantes de la actual competición. Esta inscripción debe hacerse antes del 1 de febrero de 2009 como máximo. Esta fecha no puede ser prorrogada.Artículo17.18 Un jugador de la cuota de tres mencionada arriba, que haya jugado una competición interclubes de la UEFA la presente temporada para otro club, puede ser inscrito excepcionalmente siempre que no haya sido alineado: - en la misma competición, formando parte de otro club. - en otro club que esté jugando actualmente la misma competición”.
Ni el director deportivo ni, claro está, los altos ejecutivos de la casa, evidenciándose una falta de profesionalidad realmente alarmante en la planta noble del Santiago Bernabéu, que se gasta casi 50 millones de euros de golpe y plumazo de forma tan irresponsable.
Desafortunadamente, todavía tenemos que asistir al baile de nombres de posibles aspirantes a fichar por el Madrid, que puedan estar en la Copa de Europa, jugadores todos de un nivel discutible para jugar en el equipo de Concha Espina. La arriesgada planificación deportiva, que se basó en la contratación ficticia de Cristiano Ronaldo, continúa haciendo estragos, mientras que Calderón y Mijatovic, sin duda la antítesis de lo que se entiende por un buen director deportivo, siguen demostrando una pasmosa incapacidad para desarrollar sus funciones. Y encima siguen enredando, y con ensoñaciones varias, la última y por si no lo conocen, la próxima temporada, Wenger entrenador, y los fichajes de relumbrón, Cristiano, Agüero y Fábregas. ¿De risa verdad? Y eso que ya pasó el día de los inocentes.
6 comentarios:
vergonzoso. Tienen sueldos estratosfericos para ser vividores, no directivos profesionales del deporte.
PEDJA VIVIDOR!
nula planificacion deportiva. Soy socio del Madrid y me siento estafado, no tienen verguenza. Que inutiles y como tiran mi dinero. Dimisiones ya o mocion de censura
Espero que los resultados sean en consecuencia, porque estos dos llevan dos ligas inexplicables, ojala en el barça tuviesemos esa capacidad de ganar ligas (y champions) sin ser, CLARAMENTE, el mejor equipo de la competicion.
El primer año la planificacion deportiva la hizo Capello, y el siguiente Schuster no podía cambiar todo de arriba a abajo y gano otra liga.
Este año no pudo planificar nada por CR7 y el adios de Robinho
Vergonzoso Antonio la cantidad de palos q le das al Madrid. Porque eso no lo haces con otros equipos. Eres patetico
¿Verguenza?Ha dicho 1 verdad en todo el post como un puño
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