Hace justo 365 días toda España se preparaba para vivir un día inolvidable, la conquista de Viena venciendo 1-0 a Alemania en la final de la Eurocopa
Antonio Blanca
Parece que fue ayer, pero como pasa el tiempo. Se cumple un año desde que la selección española consiguiera uno de los mayores éxitos en su historia. Ganar la Eurocopa 2008 ante Alemania. Con ello, se rompió el famoso mal fario de los cuartos de final (Casillas se enfundó la vitola de héroe ante Italia), o incluso de caer eliminados en fases anteriores. Y a punto han estado de celebrarlo los jugadores con el título de la Confederaciones, pero la sorprendente derrota ante los Estados Unidos evitó recordar el primer aniversario con otro trofeo.
Poco ha cambiado el bloque Vicente del Bosque respecto a la plantilla que Luis Aragonés seleccionó para acudir a la cita austríaco-suiza. De hecho, en el once titular solamente se han colado en los últimos encuentros Piqué o Riera, que no estuvieron presentes en el torneo europeo. El resto es prácticamente igual. Y ello implica el estilo de juego de toque, estilo que maravilló a prensa y aficionados durante los 22 días que duró la Eurocopa.
La actuación de España en la cita europea se puede calificar como casi perfecta. La primera ronda se saldó con 3 victorias. Ante Rusia, en el debut, mostraron un altísimo nivel de juego, los pupilos de Hiddink salieron con las orejas gachas, un claro 4-1 tuvo la culpa de ello.
Más complicaciones tuvo el segundo encuentro ante Suecia. A pesar de adelantarse la “roja” con gol de Torres, el “deseado” Zlatan Ibrahimovic igualó la contienda. Tuvo que ser David Villa (a la postre pichichi del torneo), ya en el descuento, quien diese la victoria y la clasificación virtual a los cuartos de final.
El encuentro que cerraba la fase de grupos no tenía apenas historia. Grecia se puso por delante con 1-0, pero España, a pesar de jugar con un equipo plagado de suplentes, consiguió la remontada. De la Red y Güiza mantuvieron la imbatibilidad de la selección.
El único partido donde España no marcó ni salió victorioso (aunque sí ganó en los penaltis) fue en los cuartos de final ante Italia. Muchas dudas tenían los aficionados ante este choque. Italia es una de las bestias negras, y esta ronda, una de las fatídicas en la historia de la selección. Pero se rompió la maldición. Todo estaba dispuesto para que nuestra cruel historia volviera a repetirse, pero en 2008 no fue así, vencimos y salimos lanzados hacia cuatro días de éxtasis colectivo y patrio, que desembocaron en el grito de “¡España entera se va de borrachera!”, y vaya si nos fuimos.
Otra victoria contundente ante los rusos por 3-0, con goles de Xavi, Güiza y Silva, despejaron la incógnita del choque de semifinales. Rusia había eliminado en cuartos con una exhibición de fútbol a Holanda, dando a conocer a Andrei Arshavin, todo un talento.
Y el gran día, la gran noche realmente, fue el 29 de junio, hoy es el día del aniversario, y aunque el calendario no lo marque en rojo, es día de fiesta. Delante de más de 50.000 espectadores, en el Prater de Viena, con el Danubio azul de fondo, que bello marco, para que una galopada de Fernando Torres tras magistral pase de Xavi a los 33 minutos nos pusiera por delante, no pudiendo hacer nada ya los alemanes. España entraba en la historia. Platini daba el torneo a Iker Casillas, que ante un país henchido de orgullo rojo y gualda, gritó campeones, 44 años después del gol de Marcelino, ¡por fin!
Luego vino el regreso de nuestros jugadores a casa, la fiesta en Colón, más días de vino y rosas, juerga y resaca, en un verano de 2008, que aún hoy me eriza los vellos, y que para 45 millones de almas adquirió la categoría de inolvidable.
Antonio Blanca
Parece que fue ayer, pero como pasa el tiempo. Se cumple un año desde que la selección española consiguiera uno de los mayores éxitos en su historia. Ganar la Eurocopa 2008 ante Alemania. Con ello, se rompió el famoso mal fario de los cuartos de final (Casillas se enfundó la vitola de héroe ante Italia), o incluso de caer eliminados en fases anteriores. Y a punto han estado de celebrarlo los jugadores con el título de la Confederaciones, pero la sorprendente derrota ante los Estados Unidos evitó recordar el primer aniversario con otro trofeo.
Poco ha cambiado el bloque Vicente del Bosque respecto a la plantilla que Luis Aragonés seleccionó para acudir a la cita austríaco-suiza. De hecho, en el once titular solamente se han colado en los últimos encuentros Piqué o Riera, que no estuvieron presentes en el torneo europeo. El resto es prácticamente igual. Y ello implica el estilo de juego de toque, estilo que maravilló a prensa y aficionados durante los 22 días que duró la Eurocopa.
La actuación de España en la cita europea se puede calificar como casi perfecta. La primera ronda se saldó con 3 victorias. Ante Rusia, en el debut, mostraron un altísimo nivel de juego, los pupilos de Hiddink salieron con las orejas gachas, un claro 4-1 tuvo la culpa de ello.
Más complicaciones tuvo el segundo encuentro ante Suecia. A pesar de adelantarse la “roja” con gol de Torres, el “deseado” Zlatan Ibrahimovic igualó la contienda. Tuvo que ser David Villa (a la postre pichichi del torneo), ya en el descuento, quien diese la victoria y la clasificación virtual a los cuartos de final.
El encuentro que cerraba la fase de grupos no tenía apenas historia. Grecia se puso por delante con 1-0, pero España, a pesar de jugar con un equipo plagado de suplentes, consiguió la remontada. De la Red y Güiza mantuvieron la imbatibilidad de la selección.
El único partido donde España no marcó ni salió victorioso (aunque sí ganó en los penaltis) fue en los cuartos de final ante Italia. Muchas dudas tenían los aficionados ante este choque. Italia es una de las bestias negras, y esta ronda, una de las fatídicas en la historia de la selección. Pero se rompió la maldición. Todo estaba dispuesto para que nuestra cruel historia volviera a repetirse, pero en 2008 no fue así, vencimos y salimos lanzados hacia cuatro días de éxtasis colectivo y patrio, que desembocaron en el grito de “¡España entera se va de borrachera!”, y vaya si nos fuimos.
Otra victoria contundente ante los rusos por 3-0, con goles de Xavi, Güiza y Silva, despejaron la incógnita del choque de semifinales. Rusia había eliminado en cuartos con una exhibición de fútbol a Holanda, dando a conocer a Andrei Arshavin, todo un talento.
Y el gran día, la gran noche realmente, fue el 29 de junio, hoy es el día del aniversario, y aunque el calendario no lo marque en rojo, es día de fiesta. Delante de más de 50.000 espectadores, en el Prater de Viena, con el Danubio azul de fondo, que bello marco, para que una galopada de Fernando Torres tras magistral pase de Xavi a los 33 minutos nos pusiera por delante, no pudiendo hacer nada ya los alemanes. España entraba en la historia. Platini daba el torneo a Iker Casillas, que ante un país henchido de orgullo rojo y gualda, gritó campeones, 44 años después del gol de Marcelino, ¡por fin!
Luego vino el regreso de nuestros jugadores a casa, la fiesta en Colón, más días de vino y rosas, juerga y resaca, en un verano de 2008, que aún hoy me eriza los vellos, y que para 45 millones de almas adquirió la categoría de inolvidable.
1 comentario:
Fue 1 día inolvidable. Si señor
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