El martes el equipo blanco y ayer el Barcelona lograron tres puntos en Champions League que les acercan sobremanera a la siguiente ronda de octavos de final
Antonio Blanca
Vivimos una jornada europea, la tercera de Copa de Europa con dos sensaciones diferentes, muy distintas la una de la otra. Por un lado, el Real Madrid y el Barça de Pep Guardiola cumplieron como así se les exige y vencieron. Me reafirmo en mis posiciones. La Copa de Europa con su actual formato está totalmente desequilibrada, hay una diferencia abismal entre algunos equipos y el resto, y no solo Mourinho tiene que buscar algunos equipos por internet. La máxima competición europea tiene que recuperar la fidelidad a su denominación, Liga de Campeones, y cambiar el formato de competición, no en una Superliga estilo NBA con franquicias (que no estaría nada mal), sino una fase previa más larga, con más equipos (aquellos que no lograron en sus ligas nacionales una posición que les diera vía directa a la fase final de Champions), a dirimir entre ellos su pase al gran circo, donde se reunieran los 24 equipos más potentes de la temporada. Hay mil y unas posibles combinaciones para cambiar el anticuado formato Champions. Se puede y sobre todo se debe revisar.
El martes el Villarreal, tras aguantar 44 minutos con un 0-1 encerrado atrás en el Ciudad de Manchester, las acometidas del City, sucumbió de dura manera. Empate a un minuto del descanso. Gol psicológico de los de Mancini, que siendo realistas, fueron harto superiores a los castellonenses. Con esta derrota el equipo de Garrido se queda eliminado virtualmente, hecho que le puede ir bien para mejorar su irregular trayectoria liguera. El gol de la victoria inglesa, lo anotó el “Kun” a pase de tacón de Silva, y en el minuto 90 dolorosamente. Hubo posterior polémica. Acusaciones al jugador argentino de mofarse de los “amarillos”. Pues bien, o se le mal interpretó o Llaneza miente. Agüero es el típico argentino “canchero”. Es callado, cumplidor y gusta de pasar inadvertido. Duele perder al final, comprensible, pero no cargar tintas injustificadamente sobre Agüero.
¿El mejor partido de los de “Mou” esta temporada? Me atrevo a decir que entre los tres mejores. Anularon del 0 al 90 al Olympique de Lyon, que se llevó una corta goleada, amen de los dos goles que al árbitro (manda Platini en la UEFA) le dio la gana anular porque sí. Benzema en Europa se transforma. Le entra la vena del gol, la garra y la pasión que en Liga en muchas ocasiones se le echa en falta. Hasta Ramos y Khedira fueron goleadores en un Bernabéu que disfrutó a lo grande. 4-0 fue el resultado final, y mira que Ronaldo quiso contribuir para que el marcador fuese más amplio. El portugués ha cambiado su rol. Ahora es asistente de lujo, pronto lo combinará con grandísimo goleador. Fue un partido para que Ozil y Alonso volvieran a entenderse y que Kaká vio desde el banquillo junto a Higuaín. El técnico portugués quiere repartir minutos de protagonismo entre sus hombres, y de paso dar descanso. “Mou” está encontrando la dirección adecuada, y el Madrid empieza a sonar como una orquesta, o bueno viendo su fútbol directo, una gran banda de Rock and Roll, tipo Aerosmith (una de mis favoritas).
El miércoles el Valencia se dejó remontar en tres minutos el partido en Leverkusen ante el Bayer. Los alemanes comandados por un rejuvenecido Ballack obtuvieron los tres puntos y dejan así a los pupilos de Emery con el pase a octavos más complicado de lo que un principio se esperaba. 2-1 marcador final. Quedan nueve puntos. Consiguiendo dos victorias es posible entrar en octavos (como segundo). Serían ocho puntos. Tiempo al tiempo.