Julio Candela
La selección española olímpica de fútbol ha
decepcionado en su estreno en los Juegos de Londres al saldar con
derrota (0-1) el encuentro ante Japón en el estadio Hampden Park de
Glasgow, donde los nervios del debut, la superioridad física de los
asiáticos y la expulsión de Iñigo Martínez en la primera parte lastraron
a los pupilos de Luis Milla.
España, vigente campeona continental sub-21, partía en este torneo
olímpico como uno de los grandes favoritos, pero este tropiezo en su
debut oscurece el camino de una primera fase en la que también deberá
enfrentarse a Honduras y Marruecos, que empataron a dos en su encuentro.
Un gol de Yuki Otsu a la media hora de juego fue suficiente para
confirmar la justa victoria de Japón.
Los estrenos de un gran torneo casi nunca resultan cómodos y a
España, que alineó a Rodrigo en lugar del lesionado Muniain, le salió
cruz en una primera parte para olvidar. España no logró hilvanar el
juego de toque que acostumbra y encima recibió dos mazazos, primero con
un gol de córner y después con la expulsión de Iñigo Martínez.
Rodrigo ensayó el primer disparo a los cinco minutos y hasta
veinte minutos después no lo volvieron a intentar los pupilos de Luis
Milla por medio de Mata, con un buen lanzamiento que se topó con la
sobriedad de Gonda. Durante esa primera media hora, Japón se agazapó con
mucho orden esperando la salida endiablada de Nagai, cuya velocidad
pondría en aprietos a Usain Bolt en los 100 metros olímpicos.
A medida que se espesaba el juego español se aclaraban las ideas
de los nipones, que en cuanto lograron coagular el juego de su rival se
lanzaron a buscar la espalda de los centrales españoles. La sorpresa
comenzó a fraguarse en el minuto 34, cuando Ostu burló el marcaje de
Montoya y remató solo un córner botado por la fina zurda de Ohgihara.
Cuando aún no habían asimilado el primer golpe, los miembros de la
'Roja' olímpica encajaron asombrados el segundo. Los nervios se
extendieron entre los españoles, que estuvieron a punto de encajar un
gol de chiste con una cesión absurda de Montoya a De Gea. Acto seguido,
Iñigo Martínez controló mal un pase y el omnipresente Nagai le encimó,
provocando una porfía en la que el vizcaíno agarró al japonés cuando
encaraba a De Gea. Expulsión y falta en la frontal que casi convirtió
Ohgihara justo antes del descanso.
Japón perdió la inspiración del lesionado Otsu, que se quedó en el
vestuario en el intermedio, pero no la punta de velocidad que,
combinada con una presión muy arriba, ahogaron al equipo español al
inicio del segundo tiempo. Milla optó por no hacer cambios pese a la
expulsión de uno de sus centrales y Japón aprovechó que a su rival se le
veían las costuras para atenazar a España.
Los asiáticos pudieron sentenciar cómodamente, pero toda la
intensidad que mostraban en la presión se convertía en ternura a la hora
de encarar a De Gea. Nagai y Kiyotake tejieron rápidos contraataques
casi consecutivos a la hora de encuentro, pero en ambas ocasiones
pecaron de cruzar en exceso.
Antes, el portero del Manchester United ya se había lucido con una
vistosa palomita a tiro de Higashi que igualmente podría haber candado
el partido. Vista su falta de efectividad, los japoneses se replegaron y
cedieron el control a España, que intentó ganar aplomo con el ingreso
de Oriol Romeu y Ander Herrera.
Sin embargo, Japón tenía muy claro su plan y le bastó su
superioridad física frente a un rival fundido para no sufrir problemas
defensivos. Agotada, España estuvo a punto de encajar más goles en la
recta final con varias ocasiones de su adversario, pero De Gea, el mejor
de su equipo, evitó una herida mayor. Con este resultado, España está
obligada a ganar a Honduras el próximo domingo (20:45 hora española),
escenario similar al que vivió la selección absoluta en el Mundial de
Sudáfrica, a la postre campeona.