La
estrella argentina del Barcelona cayó lesionado en Sevilla en la goleada de su
equipo al Betis y con el pinchazo del Atlético los culés se quedan en solitario
al frente de la clasificación
Antonio Blanca
La
Messidependencia del Barcelona ha
desaparecido. El argentino no está a la altura que se esperaba de él esta
campaña y sin embargo su equipo está rindiendo a un gran nivel, con una pegada
que parecía haber perdido hace unos años y que con el “Tata” Martino ha
recuperado en la presente edición de la Liga BBVA, competición que dominan con
autoridad tras trece encuentros, habiendo cedido tan solo dos puntos, un empate
en el difícil campo del Reyno de Navarra. No está Messi, pero se le sigue
esperando, las lesiones que comenzaron la temporada pasada son tónica habitual
ahora para la estrella culé. Sus compañeros empezando por un colosal Víctor
Valdés en la portería se encargan de hacer más leve su ausencia presente.
Alexis, Cesc, Pedro y Neymar son los principales protagonistas, por el
contrario llama sobremanera la atención las múltiples suplencias de Iniesta que
tampoco atraviesa su mejor momento. Con el Atlético de Madrid a tres puntos y
el Real Madrid a seis, el Barcelona empieza a imponer su autoridad y un nuevo
demarraje puede dejarle muy de cara el título liguero.
El Granada logró su segunda victoria consecutiva (en
viernes) y se sitúa ente entre los ocho primeros de la clasificación al superar
por 3-1, con triplete de El Arabi, a un flojo Málaga que ofreció una pobre
imagen en el Nuevo Los Cármenes. Schuster empieza a caminar por el alambre. Caballero volvió
a salvar a los suyos en la primera parte, pero nada pudo hacer en la segunda
parte ante el acierto del inspirado delantero marroquí.
También en la noche del viernes, el Almería se llevó
los tres puntos del estadio del Reyno de Navarra y sumó su tercera victoria
consecutiva, a costa de Osasuna (0-1), que le hace salir de los puestos de
descenso. El
gol lo marcó Rodri en el minuto 17 de partido, en una jugada en la que estuvo
muy rápido al aprovechar un fallo del portero Andrés Fernández (suena para el
Real Madrid la próxima temporada). Osasuna dominó el juego, pero su falta de
acierto y el gran partido del portero Esteban echaron por tierra sus ilusiones.
El equipo navarro vuelve a la zona de descenso y la derrota frena en seco la
buena reacción que tuvo tras la llegada de Javi Gracia al banquillo.
La
soleada tarde del sábado comenzó en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid se impuesto a la Real
Sociedad por un contundente 5-1 en un partido en el que Cristiano Ronaldo sumó
tres goles más (ya lleva 19 en cuatro años) y en el que al equipo de Ancelotti
le bastó medio partido para pasar por encima de la Real Sociedad. Con esta
victoria, el Real Madrid suma 31 puntos y metía presión al Barça y al Atlético
de Madrid en sus encuentros como
visitantes. La Real, por su lado, ve frenada su buena racha de resultados en liga
y cierra una aciaga semana en la que ha quedado prácticamente eliminada de la Champions y se ha llevado un severo
correctivo del Bernabéu. Porque este ha sido, posiblemente junto con el del
Málaga, unos primeros cuarenta y cinco minutos primorosos de excelencia futbolística
del Madrid desde que llegó Carlo Ancelotti. Inmerso en la búsqueda de un fútbol
completo y excelso, Ancelotti parece que ha dado con la tecla, parece es lo que
digo porque que puede volver a ser otro oasis. Esta vez, el equipo blanco no
consiguió solo el resultado, sino que llegó a él por la alfombra roja. El
Madrid fue superior a la Real desde el minuto 1 hasta el 90. Por tierra y por
aire. Un auténtico ciclón. Una de las claves del partido del sábado fue haber
encontrado, al fin, un centro del campo de su gusto. Xabi Alonso (agua de mayo
para el Real), Khedira y Modric se asientan como titulares y lo hacen cargando
de razones al italiano. Por orden de rango, Xabi Alonso dio una auténtica
exhibición. La enésima. Arrasate le puso a su tocayo Prieto encima para que
evitara que el balón saliera con fluidez, pero el de Tolosa dio un clinic de salida de balón y de esos
cambios de orientación en los que el balón hipnotiza al que sigue su
trayectoria. Y Ronaldo, siempre Ronaldo. El portugués pasa por uno de los
momentos más dulces de su carrera sino el que más y eso lo notan sus compañeros
y rivales. Volvió a ser determinante y se consagra pese a quién le pese como el
mejor jugador del mundo.
El
Getafe empató a uno ante el Elche en un partido aburrido y repleto de
imprecisiones que dejó un mal resultado para el conjunto de Luis García Plaza,
que, pese a mantenerse en puestos europeos, está en una línea descendente tras
sumar su tercer encuentro consecutivo sin conocer la victoria en el Coliseum
Alfonso Pérez. Ambos equipos brindaron un encuentro apagado, aburrido en su
mayor parte y con dos escuadras que mostraron una falta de ideas preocupante
para los pocos espectadores que acudieron al estadio. Sobre todo en la primera
parte. De ella se podría escribir un manual del anti fútbol, lo ramplón
predominó los noventa minutos.
El Rayo Vallecano sorprendió al Celta de Vigo (0-2)
en Balaídos, donde los celestes siguen sin ganar este curso, y sumó un valioso
triunfo que le permite asomar la cabeza fuera de la zona de descenso. El Rayo expuso
en Balaídos su mejor repertorio. A pesar de su delicada posición en la
clasificación, el equipo madrileño no renunció a su estilo en ningún momento.
Paco Jémez ha inculcado en sus jugadores ese gusto por el fútbol de toque y el
Celta se vio desbordado en el primer acto por su rival.
La heroica y los cambios de Ernesto Valverde,
concretamente los dos jugadores de refresco que puso el técnico tras el
descanso, Mikel Rico y Aduriz, propiciaron una nueva remontada del Athletic en
San Mamés, esta vez ante el Levante, que se adelantó con un gol de David Barral
en la primera mitad. Es
la quinta vez en lo que va de temporada en la que los bilbaínos se ven por
detrás en el marcador en el nuevo campo. Y, a pesar de ello, siguen invictos en
su nueva, coqueta y ruidosa casa. La del pasado sábado ha sido la tercera
ocasión en la que los rojiblancos completan la remontada (anteriormente
hicieron lo mismo ante Celta y Betis). En las otras (frente a Valencia y Elche)
el vuelco en el marcador solo le dio para empatar. Este triunfo permite al
Athletic fortalecer la posición europea en la que se encuentra.
El
ritmo del cuadro del “Tata” Martino comienza a ser infernal para el que aspire
a discutir su predominio. Aunque sin el brillo continuado de otras temporadas
es un diesel imparable. Trece partidos, doce victorias y un empate. Unos
números que le hacen prácticamente irresistible. Eso que Messi se retiró del
campo muy pronto otra vez por una nueva lesión muscular, en el bíceps de su
pierna izquierda. No le importó al conjunto azulgrana. Se combinaron un par de
intervenciones magníficas de Víctor Valdés para aplacar el ánimo del conjunto
de Pepe Mel y una precisa combinación culminada por un pase de Cesc Fábregas al
brasileño Neymar para someter a los verdiblancos. 1-4 final, demasiado castigo
para un Betis que estaba cuajando un buen partido, que había llegado con
peligro, pero se encontró con un enorme Víctor Valdés y un Barcelona letal en
los últimos metros.
El
Atlético de Diego Simeone, bajo su filosofía de 'partido a partido' quiere
aguantar y resistir, pero no es tan infalible y aunque su labor es más que
elogiable lo cierto es que ya está a tres puntos, distancia que no es grande
pero sí sensible y que le obligan a no fallar para luchar con los
barcelonistas. El Villarreal, donde ya 'pinchó' el Real Madrid, el conjunto de
Marcelino García Toral ratificó su condición de revelación de la campaña y
también frenó al Atlético, a la par que se mantiene en la zona de Liga de
Campeones.
Aunque
se adelantó pronto el cuadro madrileño con un autogol de Mario, el equipo
villarrealense, que tiene la sensible baja por lesión del mexicano Giovani dos
Santos, exhibió de nuevo todas las virtudes que le hacen estar arriba en la
tabla y tuvo arrestos para poner en problemas a un equipo bien armado y
poderoso como el Atlético hasta que firmó las tablas con un autogol de Juanfran
Torres al intentar evitar el remate del nigeriano Ikechukwu Uche. El Villarreal
queda ya a siete puntos del cuadro del italiano Carlo Ancelotti, con lo que la
brecha está clara. La Liga, como la anterior edición, a estas alturas es ya
cosa de tres y los demás deberán pelear por el resto de objetivos.
El
Valencia no acaba de arrancar. Volvió a tropezar en casa, en este caso ante un
Valladolid que fue superior pero que se tuvo que conformar con el 2-2 al no
tener acierto para rematar un buen partido. Después de que el argentino Banega
malograse un penalti, Javi Guerra y el colombiano Gilberto 'Alcatraz' García
adelantaron en dos ocasiones al Valladolid. La intranquilidad y las protestas
volvieron a la grada de Mestalla, cuyo equipo respondió sin buen juego pero con
corazón y al menos le dio para salvar un punto gracias a los tantos del también
colombiano Pabón y del franco-argelino Feghouli, pero no tuvo recursos para
más.
Los
valencianistas se quedan en un grupo a tres puntos de Europa que también
integran Real Sociedad, Granada y Levante, y que precede a un Sevilla que
resurgió y acabó con el maleficio lejos del Ramón Sánchez Pizjuán, ya que no
ganaba como visitante en Liga desde hace más de un año. Tuvo que ser en
Cornellá ante el Espanyol del mexicano Javier Aguirre, al que derrotó por 1-3
en un partido que encarrilaron muy pronto el argentino Fazio y Vitolo y que
remató con un magnífico gol el colombiano Carlos Bacca. Era una prueba de fuego
para el técnico Unai Emery, en situación complicada por este dubitativo inicio
de temporada, y salvó el examen. La victoria tranquiliza notablemente la
situación y dan confianza a un equipo necesitado de creer en sí mismo para
luchar por los objetivos marcados.