El
Barcelona sigue con sus problemas con la justicia, ya sea la deportiva o la
ordinaria el club está inmerso en diferentes procesos que perjudican gravemente
su imagen
Antonio Blanca
Dice
la canción, “¡ay, ay, ay! Canta y no
llores, porque cantando se alegran, cielito lindo los corazones”. La popular
melodía mexicana no se la aplica el actual presidente del Fútbol Club
Barcelona, Josep María Bartomeu, que llegó a la cúspide merced a la dimisión
del anterior presidente Sandro Rosell imputado por el fichaje de Neymar por la
entidad catalana.
Bartomeu
no es que no llore, que sí, sino que también cuál Pérez Reverte (sin la calidad
creativa del padre de Alatriste) se fabula una pseudo conspiración contra su
equipo y su directiva por el fichaje del astro brasileño pergeñada por
Florentino Pérez que llamó al juez Pablo Ruz (qué es más madridista que
Santiago Bernabéu, según la fábula) para que imputara a directivos culés y que
también llamó a la FIFA para la sanción por traspaso de jugadores menores (el
Real Madrid no denunció al Barça a la FIFA, cosa que viceversa y hace no pocos
días ha ocurrido), y supongo que con la victimista historia, Florentino que
tiene el teléfono de todo el mundo y aunque dirija la tercera empresa europea debe
tener ingente cantidad de tiempo libre para estas conspiraciones, también llamó
a la jueza de Gavá y a la Abogacía General del Estado, junto a la Comandancia
de la Guardia Civil para perseguir a Lionel Messi, en su estafa a Hacienda.
Es
decir, pobre Bartomeu, pobre Barça, perseguido desde la central lechera
(Guardiola dixit), la meseta o la caverna. Afortunadamente no hay más ciego que
aquél que no quiere observar la realidad. Te gustará o no, pero es la que es. En
una masa social tan grande como la del Barcelona hay gente muy válida, con
capacidad analítica y estimo que solo una minoría se cree a pies juntillas la
soflama de estupideces (no se puede catalogar con otra palabra) que el imputado
presidente blaugrana dice cada vez que habla. No en vano, fue un socio del
Barcelona el que presentó la denuncia por el fichaje de Neymar. Hombre perseguido
por tierra, mar y aire por todo el poder fáctico culé.
Desde
el equipo de la ciudad condal se quejarán de persecución, pero no es menos
cierto que el Barcelona ya ha depositado trece millones de euros para evitar
que la sanción se amplíe a mayores cantidades monetarias. Si eres inocente no
pagas. Pero claro, queda mejor hacerlo y mentir sobre la razón del pago y
devolver el ¡España nos roba! Ahora bien, ocurre todo lo contrario, ¡Messi ens
roba! ¡FC Barcelona ens roba! Ambas actuaciones así lo acreditan, eludir pagar
a la Hacienda Pública es un delito, le guste a Bartomeu o no.
Estamos
como se diría en inglés ante una Penny
Dreadful o en castellano parlante novelucha inventada por el señor Bartomeu
que deberá rendir cuentas ante la justicia por un presunto delito, esto es lo
único verdaderamente importante y real.