jueves, 5 de febrero de 2015

HACERSE LA VÍCTIMA


El Barcelona sigue con sus problemas con la justicia, ya sea la deportiva o la ordinaria el club está inmerso en diferentes procesos que perjudican gravemente su imagen

Antonio Blanca

Dice la canción, “¡ay, ay, ay! Canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo los corazones”. La popular melodía mexicana no se la aplica el actual presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep María Bartomeu, que llegó a la cúspide merced a la dimisión del anterior presidente Sandro Rosell imputado por el fichaje de Neymar por la entidad catalana.

Bartomeu no es que no llore, que sí, sino que también cuál Pérez Reverte (sin la calidad creativa del padre de Alatriste) se fabula una pseudo conspiración contra su equipo y su directiva por el fichaje del astro brasileño pergeñada por Florentino Pérez que llamó al juez Pablo Ruz (qué es más madridista que Santiago Bernabéu, según la fábula) para que imputara a directivos culés y que también llamó a la FIFA para la sanción por traspaso de jugadores menores (el Real Madrid no denunció al Barça a la FIFA, cosa que viceversa y hace no pocos días ha ocurrido), y supongo que con la victimista historia, Florentino que tiene el teléfono de todo el mundo y aunque dirija la tercera empresa europea debe tener ingente cantidad de tiempo libre para estas conspiraciones, también llamó a la jueza de Gavá y a la Abogacía General del Estado, junto a la Comandancia de la Guardia Civil para perseguir a Lionel Messi, en su estafa a Hacienda.

Es decir, pobre Bartomeu, pobre Barça, perseguido desde la central lechera (Guardiola dixit), la meseta o la caverna. Afortunadamente no hay más ciego que aquél que no quiere observar la realidad. Te gustará o no, pero es la que es. En una masa social tan grande como la del Barcelona hay gente muy válida, con capacidad analítica y estimo que solo una minoría se cree a pies juntillas la soflama de estupideces (no se puede catalogar con otra palabra) que el imputado presidente blaugrana dice cada vez que habla. No en vano, fue un socio del Barcelona el que presentó la denuncia por el fichaje de Neymar. Hombre perseguido por tierra, mar y aire por todo el poder fáctico culé.

Desde el equipo de la ciudad condal se quejarán de persecución, pero no es menos cierto que el Barcelona ya ha depositado trece millones de euros para evitar que la sanción se amplíe a mayores cantidades monetarias. Si eres inocente no pagas. Pero claro, queda mejor hacerlo y mentir sobre la razón del pago y devolver el ¡España nos roba! Ahora bien, ocurre todo lo contrario, ¡Messi ens roba! ¡FC Barcelona ens roba! Ambas actuaciones así lo acreditan, eludir pagar a la Hacienda Pública es un delito, le guste a Bartomeu o no.

Estamos como se diría en inglés ante una Penny Dreadful o en castellano parlante novelucha inventada por el señor Bartomeu que deberá rendir cuentas ante la justicia por un presunto delito, esto es lo único verdaderamente importante y real.