lunes, 31 de agosto de 2015

UN NUEVO BALE

Julio Candela

Bale ha disputado sólo dos partidos de Liga. La diferencia de rendimiento dada en uno y otro es evidente. Mientras que contra el Sporting de Gijón al galés le costó hilar jugadas de ataque y brillo sólo cuando se volcó al costado izquierdo, frente al Betis cuajó un gran partido que certificó con dos goles desde la posición de mediapunta. ¿Qué cambió entre un partido y otro? Además del rival (el Sporting se supo encerrar mejor que el Betis), el estilo de juego del propio Bale. En este segundo encuentro, supo soltar mucho más rápido el esférico, lo que le dio más dinamismo al ataque y, consecuentemente, más oportunidades de brillar al propio Bale.

Hoy el diario As se hace eco de esta estadística. Así, contra los asturianos Bale tocó 84 balones y dio 54 pases con una efectividad del 83%. Contra el Betis, sin embargo, tocó apenas 45 balones, dio 31 pases y tuvo una efectividad del 87%.
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Eso, traducido a la realidad del juego significa que Bale no condujo tanto el esférico frente a los andaluces como lo hizo contra el Sporting. De hecho, los mapas de calor de un partido y otro demuestran este tipo de juego.

Mientras que en el del Sporting (izquierda) se ve claramente como Bale se concentró en la zona del mediapunta y atesoró la bola en esa zona de forma intensa, frente al Betis se comprueba como sus intervenciones están más repartidas por todo el campo y son, sobre todo, más cortas.

Conduciendo la pelota, el galés atascó la elaboración y no ayudó a cerrar espacios. Es más, cayó en la trampa de un Sporting que supo cerrarle bien.

Sin embargo, contra el Betis, abrió más huecos y, además, supo aprovechar una de sus virtudes: el remate. En un duelo fue, en resumen, un intento de generador de juego que salió mal.
En el otro, sin embargo, se combinó para que fueran otros los que le sirvieran a él balones con los que llegar al área que defendía Adán y al que le hizo dos de los cinco goles que encajó.


viernes, 28 de agosto de 2015

MORBO Y SALDAR CUENTAS PENDIENTES

Julio Candela

Reparto de buena y mala suerte en el sorteo de la Liga de Campeones que por primera vez en la historia contará con cinco equipos españoles. Las cinco bolas que contenían los nombres de Barcelona, Real Madrid, Atlético, Valencia y Sevilla fueron a parar a destinos bien diferentes, que depararán trayectos muy distintos. Sin embargo, todos ellos querrán acabar su viaje en el mismo sitio para alcanzar su objetivo, que no es otro que el de conquistar el trofeo.

En general ha sido un sorteo bueno aunque el Sevilla tendrá que competir en un grupo muy duro y el Madrid se tendrá que enfrentar a uno de los gallitos de la presente edición, el PSG.

El Barcelona comenzará su camino para revalidar el título en el grupo E, en el que se medirá ante el Bayern Leverkusen, la Roma y el Bate Borisov. El equipo italiano se ha reforzado con jugadores de nombre pero el equipo de Luis Enrique, que volverá a sentarse en el banquillo del Olímpico de Roma, ya le ha ganado en pretemporada. El Bayern Leverkusen complicó muchos las clasificación al Atlético de Madrid la pasada temporada, es un equipo correoso que en Alemania concede muy poco, pero a priori el Barça debe ser capaz de imponerse a él, al igual que en sus dos enfrentamientos contra el Bate.

Por otro lado, el Real Madrid tendrá que verse las caras con el PSG de Ángel Di María e Ibrahimovic, un equipo plagado de estrellas que cada año se hace más peligroso y con quien en principio se debería disputar la primera plaza. El Shakhtar año tras año ha demostrado ser un duro obstáculo para los equipos grandes, complicándoles mucho la existencia y dando alguna que otra sorpresa. El Madrid no se puede relajar, sobre todo cuando viaje a tierras ucranianas, si no quiere llevarse un susto.

El Atleti, por su parte, es el que en principio tiene más asequible su clasificación a octavos. Enclavado en el grupo C, se medirá ante el Benfica, el Galatasaray y el Astana, novedad este año por ser el primer equipo de Kazajstán en disputar la Champions. El conjunto del Cholo no deberá tener problemas para pasar la fase de grupos sobre todo teniendo en cuenta el gran papel que han hecho los últimos años con él en el banquillo. Además, la plantilla colchonera es tan amplia que podrá hacer rotaciones de garantías en caso de que sean necesarias por la cantidad de partidos que van a disputar.

El Valencia ha ido a parar al grupo H junto al Zenit, el Lyon y el Gent. Los de Nuno vuelven a la máxima competición continental tras haber eliminado a un duro equipo como el Mónaco, por eso tendrán suficiente confianza para creerse capaces de ganar a cualquiera y llegar lejos en esta edición. El Sevilla también tiene una de las mejores plantillas del continente, se ha metido en el sorteo por méritos propios, conquistando por segundo año consecutivo a Europa League, sin embargo, su grupo es el más fuerte de todos y no tendrá nada fácil su clasificación. Los de Emery tendrán que enfrentarse a la Juventus, finalista de la pasada edición y campeón de la liga italiana, al Manchester City, campeón de la Premier, y al Borussia Monchengladbach, uno de los equipos más fuertes de la Bundesliga.

lunes, 24 de agosto de 2015

AL MADRID LE FALTA GOL

Carlos de Blas

El partido comenzó con un Sporting que salió con una energía inusitada, dando dolores de cabeza a un Marcelo que no sabía por dónde le venían en su banda. Por el lado opuesto, el Madrid tenía en Bale su principal referencia en ataque. El galés aprovechó la nueva posición en la que le encuadra Benítez –de mediapunta tras Jesé, que ocupó el puesto del lesionado Benzema- para tomar el protagonismo aprovechándose de los espacios dejados en el ida y vuelta constante en el que se transformaron los primeros veinte minutos de partido.

Ya con Modric y Kroos tomando el control tras su función de meros intermediarios del principio, el Madrid jugó con el balón alrededor del área de Cuéllar, pero sin encontrar aún el resquicio que le permitiera desenmarañar el entramado sportinguista, más allá de tiros lejanos y centros de Danilo y Marcelo a ninguna parte.

Los locales, por su parte, trataban de aprovechar la mínima oportunidad de la que disponían, como lo demostraron con un contrataque en el minuto 35 que acabó con un remate de cabeza de Sanabria dando en el larguero y botando sobre la misma línea de cal. Aún con el susto en el cuerpo el Madrid le devolvió la contra en la misma jugada acabando con un penalti no pitado sobre Cristiano Ronaldo, derribado con un agarrón de Sergio Álvarez.

Los jugadores se marchaban a vestuarios para descansar de una frenética primera parte en la que unos se lamentaron de su falta de acierto y otros tomado aire para seguir con el gran esfuerzo defensivo.
La segunda mitad empezó con otra dosis de adrenalina para los jugadores rojiblancos y el incansable público de El Molinón. A los dos minutos, un desvío de Varane a un centro acabó con otra ocasión para Carmona de cabeza, mandando el balón fuera.

A los diez minutos, Benítez movió el banquillo y sacó a James por Jesé, mandando a Cristiano a la punta de ataque- sobre el papel , ya que contó con total libertad de movimientos-. La entrada del colombiano trataba de dar claridad al ataque blanco, que seguía incapaz de superar la muralla asturiana. El tiro lejano y los centros seguían siendo el único recurso y el destino de todos ellos, el mismo: las manos de Cuéllar.

El guión seguía igual y Benítez volvió a tratar de refrescar ideas haciendo debutar a Kovacic en lugar de Isco. Pero el resultado seguía siendo el mismo. Abelardo, por su parte, fue dando entrada a Menéndez, Muñiz y Rachid para meter pulmones frescos ante las acometidas blancas.

Los minutos seguían pasando y la losa de la realidad acabó cayendo a los noventa y cuatro minutos para el Real Madrid. El Sporting cumplió su misión de mantener su puerta a cero. El proyecto Benítez comenzó en la Liga con un empate en un partido que tuvo de todo salvo al invitado más esperado de esta primera jornada y que también decidió ausentarse de El Molinón: el gol.

viernes, 21 de agosto de 2015

LA LIGA SE PONE DE LARGO

Julio Candela

La Liga BBVA, antaño conocida como la liga de las estrellas, está de vuelta por fin. La mejor liga del mundo sube el telón una temporada más para ver el ya clásico enfrentamiento entre los dos mejores futbolistas del planeta, Messi y Cristiano Ronaldo.

Ambos cracks liderarán a Barcelona y Madrid en una lucha por el título en la que el Atlético venderá cara su piel. Los puestos de Champios League, la Europa League, la permanencia y el decenso, tendrán en competencia a rivales muy parejos. Málaga y Sevilla abrirán la primera jornada el viernes a las 20.30 horas, mientras tanto aquí diseccionamos cada uno de los escalafones ligueros.

Suena el pitido inicial y Real Madrid y Barcelona se ponen manos a la obra para dirimir una vez más quién es el mejor equipo de España. Su batalla es eterna e interminable, y su hegemonía en el fútbol español máxima. En los últimos 10 años, únicamente el Atlético de Madrid del 'Cholo' Simeone ha podido romper con la oligarquía de madrileños (tres títulos) y catalanes (seis títulos), en la temporada 2013/2014. 

Con estos datos sobre la mesa, parece poco probable que cualquier otro competidor pueda hacer sombra a blancos azulgranas, a no ser que Simeone y sus 'colchoneros' repitan dos años después un curso memorable. 

El Fútbol Club Barcelona es el máximo favorito debido a su condición de campeón vigente. Los de Luis Enrique, ganadores del triplete la temporada anterior, buscan reeditar el trofeo de la regularidad y para ello se han reforzado con Arda Turan y con Aleix Vidal, aunque ambos no puedan debutar hasta enero por la sanción de la FIFA al club azulgrana.

A pesar de este contratiempo, un equipo liderado por Leo Messi y escudado por Neymar y Luis Suárez ha de ser siempre primera espada en cualquier competición. Además, los 'culés' se han dado un baño de humildad tras perder estrepitosamente la Supercopa de España ante el Athletic, y ese varapalo les da la posibilidad de estar curtidos también en la derrota, algo fundamental para alcanzar el éxito.

En el otro lado, en el de los aspirantes, y como principal candidato está el Real Madrid. Dos años en blanco son inadmisibles en Chamartín y por ello la institución presidida por Florentino Pérez ha renovado tanto su banquillo como su plantilla. Rafa Benítez asume el reto más grande de su carrera al comandar a una plantilla plagada de estrellas en la que brilla con luz propia Cristiano Ronaldo.

Con el reto de encajar a Bale en una nueva posición para que sea el futbolista que maravilló al mundo en Inglaterra, y con el objetivo de cuadrar un centro del campo superpoblado para proporcionar juego vistoso al exigente público blanco, el entrenador madrileño buscará ir a Cibeles con la trigésimo tercera Liga bajo el brazo.

El tercero en discordia es el Atlético de Madrid. Aunque con menos probabilidades alzar la copa que los dos grandes del fútbol español, los del 'Cholo' Simeone se han merecido estar en la pugna por méritos propios. La impensable hazaña ya la lograron en 2014, y ahora la plantilla dispone de mimbres suficientes para repetir.

Una delantera envidiable con Jackson Martínez, Griezmann y Vietto, un centro del campo contundente y creativo con Óliver Torres, Koke y Gabi, y una defensa rocosa como ninguna con Filipe Luis, Giménez, Godín y Juanfran. Estas son las credenciales de unos rojiblancos en disposición de despojar a Barcelona y Real Madrid de la gran corona.

El cuarto puesto del campeonato será objeto de una contienda a tres bandas entre Valencia, Sevilla y Villarreal. Estos tres conjuntos se perfilan como los tres aspirantes a disputar la previa de la máxima competición europea a nivel de clubes, pero vayamos por partes.

El Valencia, después de una temporada en la que la inyección económica del magnate Peter Lim ha dado sus frutos, no se puede permitir desvincularse de la Liga de Campeones. El conjunto 'ché', a expensas del desenlace de la previa de esta competición ante el Monaco, se clasificó después de tres temporadas para jugar contra los mejores del viejo continente, y cuenta con una plantilla para hacer un buen papel.

A pesar de la baja de Otamendi, el bloque dirigido por Nuno Espirito Santo permanece compacto, y los nuevos fichajes jóvenes como Santi Mina o Bakkali apuntalan un grupo en el que Paco Alcácer tendrá que ser más referente que nunca.

Otro conjunto que sí va a estar seguro en el bombo de la Champions League de este año, en condición de ganador de la Europa League, es el Sevilla. Unai Emery ha renovado, y tras casi alcanzar la cuarta posición el curso pasado, en esta ocasión será primordial ya que las posibilidades de consagrarse campeón en Europa serán más complicadas debido al mayor nivel de los rivales.

Sin Bacca, pero con Immobile, sin Aleix Vidal, pero con Mariano, y con los refuerzos de Konoplyanka, N'Zonzi y Krohn-Dehli, los aficionados sevillistas quieren soñar con el himno de Händel sonando un año más en el Sánchez Pizjuán.

La sorpresa en la consecución del cuarto puesto la podría dar el Villarreal. Los castellonenses, sextos en la Liga 2014/2015, aspiran a mejorar su posición y a cambiar la Europa League por la Champions League.

Si bien es cierto que su máxima figura, Luciano Vietto, hizo las maletas rumbo a Madrid, el submarino amarillo se ha reforzado bien. Samu García y Samu Castillejo del Málaga, Soldado del Tottenham y Leo Baptistao del Atlético, serán las nuevas caras de una plantilla que con Marcelino en el banquillo puede competir hasta el final por estar entre los cuatro mejores.

Hablar de la Europa League significa hablar de territorio español. En las últimas cinco ediciones, ha habido tres campeones españoles (Atlético 2012, Sevilla 2014 y 2015). Con estos dos conjuntos ya habituados a un nivel superior, aparecen varios equipos susceptibles de clasificarse para la segunda competición Europea.

Al Villarreal, que ya juego el torneo esta campaña, se le suma el Athletic Club de Bilbao. Los 'leones' están disputando la última ronda previa para participar en la Europa League, pero todo apunta a que vencerán. Tras conquistar la Supercopa de España ante el Barcelona en dos encuentros para la historia, los bilbaínos presentan más fuerte que nunca su candidatura al quinto y al sexto puesto.

El equipo revelación de la temporada pasada, el Celta de Vigo, quiere confirmar su buena trayectoria de los últimos años volviendo a las competiciones europeas 10 años después de su última participación.

El vistoso estilo de juego 'made in' Bielsa planteado por el 'Toto' Berizzo encandiló a propios y extraños pero los vigueses se quedaron a las puertas de Europa en la octava posición, a pesar de lograr proezas como vencer al Barcelona en el Camp Nou. Con el regreso de Iago Aspas, el hijo pródigo, a casa, y con las incorporaciones de Guidetti y Daniel Wass, Europa ya no debe de ser una opción, sino un objetivo.

Después de los meses de adaptación, David Moyes está preparado para conducir a la Real Sociedad hacia Europa, tal y como hizo con el Everton en Inglaterra.

Con una plantilla similar a la de años anteriores, pero con fichajes clave como Bruma o el goleador Jonathas, los de San Sebastián están obligados a mejorar la inesperada duodécima posición de 2015. Seguramente, conseguir que Carlos Vela esté en su mejor estado de forma aumentará las posibilidades continentales de los 'txuri-urdin'.

En tierra de nadie, ahí es precisamente donde terminaron el curso 2014/2015 Espanyol, Rayo Vallecano y Málaga. Estos tres equipos entraron en la lucha por Europa en ciertos tramos de la temporada, aunque el Málaga fue el que más opciones tuvo hasta el final.

Concretamente los malaguistas tendrán que reinventarse tras las pérdidas de los 'Samus' (fichados por el Villarreal), pero la continuidad de Amrabat garantiza opciones a los de Javi Gracia de no pasar apuros y centrarse en objetivos mayores.

Por su parte, el Rayo Vallecano intentará seguir ofreciendo ese juego tan vistoso con Patrick Ebert como futbolista clave en la medular, tras las bajas de Kakuta y Bueno. Paco Jémez tendrá una tarea árdua de nuevo, pero lo cierto es que en situaciones similares, los madrileños ya consiguieron salir airosos y rondar los puestos europeos.

Además, el Espanyol de Sergio Fernández con Caicedo como estandarte, el Getafe de Fran Escribá buscando hacer una buena campaña desde el inicio, y el Betis de Pepe Mel que estrena categoría con grandes fichajes como Van de Vaart y Westermann y canteranos como Dani Ceballos, tienen todas las papeletas para certificar por la vía rápida la permanencia.

En la pelea por no descender a Segunda División, seis equipos son los que más difícil lo tienen. Aunque, eso sí, cualquiera del resto puede caer en la quema debido a la igualdad existente en el fútbol español, dejando a un lado obviamente a Barcelona y Real Madrid.
Las Palmas y Sporting de Gijón, recién ascendidos, tendrán que hacer frente a la siempre compleja vuelta a la máxima categoría, aunque los de Abelardo afrontarán condiciones más extremas si cabe, al no poder fichar por una sanción impuesta al deber dinero a varios jugadores a 31 de diciembre del año pasado. Por otro lado, en Gran Canaria se encomiendan a la magia del 'abuelo' de la Liga Valerón, para conseguir la permanencia.

El tercero en discordia es el Eibar, que sigue en primera gracias al descenso administrativo del Elche. El conjunto vasco, esta vez liderado por Mendilibar, tiene entre ceja y ceja realizar una primera vuelta tan buena como la de la anterior Liga, pero mantienendo el nivel en el segundo tramo de la competición. Ipurúa ha de ser un fortín si quieren lograr su objetivo.

Finalmente, el Deportivo, el Granada y el Levante, esperan seguir un año más en primera y hacerlo con menos sufrimiento que el año pasado. Agónica fue la salvación del conjunto gallego etrenado por Víctor Sánchez del Amo, empatando a dos in extremis en el Camp Nou. Tino Fernández, presidente del club, ha movido ficha firmando a jugadores con experiencia como Fernando Navarro y Arribas para alcanzar el objetivo con más tranquilidad.

El Granada intentará fortalecer su columna vertebral con Andrés Fernández, Lombán y Rubén Pérez, mientras que el Levante se encomendará a los goles de Nabil Ghilas para suplir la baja de David Barral.

martes, 18 de agosto de 2015

LOS LEONES SE COMEN AL BARÇA

Jordi Grimau

Treinta y un años después de su último título, el Athletic Club conquistó la segunda Supercopa de España de su historia al hacer valer en el Camp Nou el 4-0 de la ida, ante un Barcelona que nunca dio la impresión de poder remontar y que, al final, ni siquiera fue capaz de derrotarle en su estadio (1-1).

La solvencia táctica y el despliegue físico que el conjunto bilbaíno exhibió durante todo el choque resultó determinante, más incluso que la expulsión de Piqué, cuando todavía quedaban por disputarse 35 minutos de partido.

Quizá el signo de la final podría haber cambiado si, a los seis minutos, el larguero no hubiera escupido un remate del propio Piqué a la salida de un córner.

Esa fue la mejor ocasión del Barça hasta que, a falta de dos minutos para acabar la primera mitad, Rakitic colgó un balón al área, Luis Suárez lo bajó con el pecho para Messi y éste fusiló a Iraizoz para hacer el 1-0.

Entre una jugada y otra, el equipo de Luis Enrique fue el claro dominador del partido, con un Iniesta muy inspirado al mando de las operaciones.

Sin embargo, a los locales, arropados hoy por un Camp Nou enrarecido y repleto de turistas, les faltó pegada y precisión en los metros finales. Luis Suárez y Pedro, ansiosos por resolver al espacio, incurrían constantemente en fueras de juego y Messi parecía incapaz de librarse de la jaula de oro diseñada esta noche por Ernesto Valverde.

Porque donde no llegaba Balenciaga, lo hacían Susaeta o Beñat, siempre dispuestos a ayudar a su compañero para que el astro argentino, hoy muy gris, no encontrar espacios donde combinar.

El Athletic, muy bien colocado sobre el terreno de juego desde el pitido inicial, con la defensa adelantada y las líneas muy juntas, presionaba solidario a su rival, muy arriba, como en la ida de San Mamés, y tuvo siempre el partido bajo control.

Esta vez no encontró, no obstante, tantas facilidades en la zaga azulgrana, por más que intentaba buscar la espalda de los centrales para que Aduriz cazara alguna balón que dejara sentenciada la final.

Eraso tuvo la única ocasión visitante en toda la primera mitad, y ésta vino propiciada de una incomprensible perdida de balón de Pedro en el minuto 38. El centrocampista del Athletic se quedó solo frente a Bravo y disparó contra el exterior de la red en lugar de ceder el esférico a Adúriz para que el '9' rojiblanco marcara a placer.

Luego llegaría el gol de Messi y una tangana entre el portero del Athletic, Rakitic y Pedro, quienes intentaban recoger rápido la pelota del fondo de la red para ir a buscar el segundo.

Velasco Carballo optó por no alargar más el primer acto y señaló el camino a los vestuarios. Pero la tensión entre ambos equipos fue en aumento tras la reanudación.

Salió el Barça dispuesto a arriesgar más y el Athletic lo intentó aprovechar. Susaeta golpeó flojo a las manos de Bravo tras un pase de Aduriz y el propio Aduriz chutó a los pies del meta chileno en la jugada siguiente.

Piqué, encendido, se fue a recriminar al asistente que no señalara fuera de juego del punta visitante en esa jugada, y Velasco Carballo expulsó al central azulgrana.

Quedaban 35 minutos de partido por disputarse y el Barcelona se queda con diez. Pero fue entonces cuando los locales, con la final prácticamente perdida se dejaron ir.

Pedro, Rakitic y Suárez tuvieron tres ocasiones casi consecutivas, pero la pelota no entró. Y el Athletic volvió a rehacerse para no sufrir más en la recta final del partido.

Luis Enrique sacó a los jóvenes Sandro y Munir por Pedro y Rakitic, en una acción desesperada, pero a falta de un cuarto de hora para el final, Aduriz, el hombre de la final, enterraría definitivamente al Barça.

Un balón colgado sin ningún peligro desde el centro del campo rojiblanco acabó con un mal rechace de Mathieu y Aduriz necesitó dos intentos para batir a Bravo. El enésimo error individual de los jugadores del Barcelona en la final resumía a la perfección lo que ha sido para ellos esta Supercopa.

sábado, 15 de agosto de 2015

GOLEADA ESCANDALOSA

Jordi Grimau

Mikel San José, con un impresionante golazo desde el medio campo que abrió el marcador, y Aritz Aduriz, con un 'triplete' para la historia del equipo vasco, han liderado una noche de ensueño del Athletic Club ante el FC Barcelona, un choque que ha terminado 4-0 y ha dejado más que encauzada la Supercopa de España para el conjunto rojiblanco de cara a la vuelta.

San José marcó desde casi 50 metros, desde el círculo central, en los minutos de dudas de Ter Stegen en la primera mitad y Aduriz apuntilló al Barcelona con tres goles de todos los estilos, con uno de sus estratosféricos cabezazos, oportunista en el área grande y de penalti. Todos ellos con Dani Alves como desgraciado protagonista. Los errores del lateral brasileño no hicieron sino penalizar el mal partido del plan 'b' de Luis Enrique de la delantera hacia atrás y hacer casi imposible el que hubiese sido el quinto título del ansiado sextuplete blaugrana.

El Athletic se ha redimido así de sus numerosas decepciones en finales de los últimos años, la mayoría de las veces además ante el Barcelona, y que se ve con la posibilidad de sumar su primer título en 31 años. Curiosamente, el último también fue una Supercopa, la primera que obtuvo. La que sumó sin jugar en su condición de campeón de Liga y Copa. Curiosamente, también, lo que es ahora el Barcelona.

Arrancó el partido con una posesión eterna del Barcelona, diez primeros minutos en los que el Athletic no hizo sino correr tras el esféricos y unos jugadores visitantes que, no obstante, no lograban profundizar. Se diría que el los de cules pretendían domar el ímpetu en la salida al campo de los leones. Ya así fue durante un rato. Hasta que los locales consiguieron merodear con peligro la primera vez la meta de Ter Stegen.

Sería precisamente el meta alemán quien con sus fallos en una suerte que domina como pocos, el juego con balón, el que diera aire al Athletic con su primer error de calado. Un mal despeje que acabó con un disparo de Eraso al lateral de la red, ajustado al palo, que él mismo despejó a córner. Agobios para los cuatribarrados en el primer saque de esquina y apuros también en el segundo. Se instalaron las dudas entre los de Luis Enrique a la hora de sacar el balón desde atrás, cada vez más agobiados por una presión rojiblanca cada vez más ajustada e intensa.

Dudas sobre todo en la cabeza de Ter Stegen, que despejó ya fuera del área de una manera un tanto ingenua, hacia el centro y a la zona más poblada del campo, el círculo central. Allí, donde lo único que suelen darse es disputas y más disputas, San José se relamía con el bombón que le caía a los pies y, raudo pero con la pausa precisa, mostró el buen golpeo de balón del que dispone. El disparo, perfecto, buscó la escuadra derecha de la meta de un Ter Stegen que pronto vio que no llegaba al despeje. Un golazo de los de deleitarse con él viéndolo muchas veces.

Un codazo de Suárez a Balenziaga en una disputa ya fuera del campo aunque con el balón por medio dio paso a unos minutos de afirmación local y cierta sorpresa visitante, con dos contras desaprovechadas por Susaeta y Sabin. Pero Pedro, este viernes titular, se quería reivindicar y le buscó las cosquillas a la defensa local en las dos jugadas más peligrosas de su equipo en jugada. En la primera, ya en el minuto 27, le apuró Iraizoz y su centro a la zona de máximo peligro lo despejó San José a córner; y en la segunda Beñat tuvo que cortar su colada irremediable hacia un mano a mano con el meta local.

Consecuencia de ello, la primera y única aparición de Messi antes del descanso. A balón parado. El astro argentino quiso emular su excelsa tarde de Tiflis en la estrategia y buscó la escuadra derecha de Iraizoz, que respondió con un paradón enorme. Despejó a córner el navarro, pero ni se sacó porque González González mandó a todos por primera vez a los vestuarios.

Salió espoleado el Barça en la segunda mitad y lamió el 1-1 en dos grandes oportunidades. La primera, tras un despeje defectuoso de Laporte, Pedro la estrelló en el larguero; y en la segunda, Messi, que recibió de Suárez, se encontró por segunda vez con Iraizoz.

Cuando todo se encaminaba a que se restableciese la igualada inicial, entre el canterano Sabin y Aduriz se fabricaron el 2-0, otro golazo, y el Barça, en una noche especialmente aciaga para Alves, protagonista negativo en los tres goles que significaron el increíble desplome de su equipo. Al lateral brasileño se le fue Sabin por la banda y por la banda y la línea de fondo para que Aduriz mostrase una vez más su vocación de piloto de helicóptero con un cabezazo en las alturas por encima de Mascherano.

De un más despeje de Alves a un centro desde la derecha de Susaeta llegó el 3-0. La anduvo suelta un rato por el área hasta que le cayó a Aduriz, que la mandó de nuevo a la red. Como hizo también con el penalti de la frustración que cometió, casi irresponsablemente, Alves en un córner.

Fueron quince minutos de ensueño para un Athletic que llegó a este partido falto de gol, pero con Aduriz, que en esa máxima expresión del fútbol es una garantía. Y un seguro para un choque de vuelta al que arribarán los de Valverde después de vivir, por una vez, una noche mágica ante el Barcelona. Que parecía imposible.

miércoles, 12 de agosto de 2015

FINAL ÉPICA CON PROTAGONISTA PARA EL RECUERDO

Jordi Grimau

El fútbol fue justo para Pedro pero no para un Sevilla que no se rindió y dio la cara hasta el final. Un tanto del canario, que no fue titular tras comunicar que abandonaría el club, dio al Barcelona la Supercopa de Europa en un partido para la historia donde el Sevilla remontó un 4-1 en el marcador después de que Messi anotara dos tantos espectaculares de falta.

Se podría esperar tedio en Tiflis por lo efímero del calendario y el calor propio de un mes no idóneo para finales donde el orgullo está en juego. Pero con Sevilla y Barcelona sólo se puede esperar electricidad y vértigo. Casi no hay palabras para describir los primeros 15 minutos de la final. Ni el mejor guionista lo hubiera previsto. 

La primera parte de la excelente película vista en Tiflis emergió en el minuto 2. Reyes buscó la espalda de la zaga culé, llegó al borde del área y Dani Alves arrolló por detrás al extremo. Falta y primer gol. Banega se plantó delante de Ter Stegen, elevó el balón suave por encima de la barrera e hizo el primero para el Sevilla. Los de Emery estaban por delante a los dos minutos de partido. Ni en sus mejores sueños. 

Cuando el Sevilla lo tenía todo a su favor y el técnico vasco soñaba con un partido de contras y defensas, Messi, como sucedió con asiduidad a lo largo de la temporada pasada, apareció para poner las cosas en su sitio con dos goles que los libros de historia recordarán con el paso de los años. Primero, emulando a Maradona, colocó un balón en la escuadra izquierda de Beto con un tiro sutil y anotó otro tanto de matrícula transformando una falta desde más de 35 metros. Ver para creer. En tan sólo 10 minutos Messi lo había vuelto a hacer. 

Causó tanto impacto en los dos equipos el doblete de Messi, que tras la explosión de júbilo, el partido cogió un tono gris y ambos equipos se dedicaron a especular hasta que Luis Suárez se plantó sólo contra Beto pero el luso desbarató el mano a mano. En la misma jugada, el Barcelona ganó el rechace y Rafinha, que había entrado al campo en detrimento de Pedro, anotó el tercer tanto del Barcelona. El que valía una Supercopa de Europa.

Tras el descanso el Sevilla asumió riesgos y lo pagó. Otro error defensivo en la salida de balón fue la sentencia para los de Emery. Tremoulinas erró y Luis Suárez acabó con cualquier posible remontada definiendo ante Beto. A la segunda no falló el uruguayo que volvió a sacrificarse por el equipo como el que más. 

Todo parecía sentenciado pero si algo ha caracterizado al Sevilla de Emery en estos años es que nunca renuncia a la guerra. 'Dicen que nunca se rinde', reza el himno del Sevilla. Y no se rindió.  Da igual si se perece en el intento. Así, Reyes, el máximo exponente de un Sevilla técnico que se esmera en lo físico y táctico, recortó distancias en el marcador. Habían dos goles de diferencia pero para este Sevilla campeón de todo no existe lo utópico.

Los hispalenses lo intentaron con vehemencia hasta que volvieron a ver la luz después de un penalti cometido por Dani Alves sobre Vitolo. Gameiro fue el encargado de transformar la pena máxima y de paso meter miedo a un Barcelona que había perdido el control. Ahí el Sevilla hizo un All-in. O todo o nada. 

Y el milagró llegó. La insistencia del Sevilla tuvo su premio en un balón que rebaño un Konoplyanka que disputaba su primer partido oficial con el conjunto hispalense. 4-4 y el drama se atisbaba en el horizonte. Y este llegó para un Sevilla que pereció a falta de cinco minutos para los penaltis.

Murió en la orilla por culpa de un Pedro Rodríguez, que en sus últimos minutos con la camiseta del Barcelona, tenía una cita con la historia. El canario, en su despedida, anotó el tanto de la gloria a falta de cinco minutos. Fue el punto y final para un Sevilla y para la trayectoria de un Pedro Rodríguez que abandonará el Barcelona con una copa en las manos. Pedro dejó su huella.

martes, 11 de agosto de 2015

EL BARÇA COMO CLARO FAVORITO

Jordi Grimau

El Barcelona empieza este martes, en el Boris Paichadze Dinamo Arena de Tiflis (Georgia), el camino hacia el 'sextete', que pasa por derrotar al Sevilla en la Supercopa de Europa, ganar también la Supercopa de España la semana que viene y rematar el pleno de títulos en un año natural con el Mundial de Clubes en diciembre.

Por su parte, el Sevilla aspira a refrendar que es uno de los más laureados del continente en la historia reciente, puesto que si gana acumularía en apenas nueve años cuatro Ligas de Europa y dos Supercopas.
Si el Barça se impone al conjunto hispalense, lograría, además de su quinta Supercopa de Europa, vengar la humillante derrota en la final de esta competición de 2006, cuando los andaluces le endosaron un contundente 3-0 que supuso el inicio del ocaso del Barça de Rijkaard.

Smaría, además, su decimonoveno título internacional, superando en el palmarés a Real Madrid, Milan y Boca Juniors, con los que actualmente está empatado con dieciocho trofeos.

Consciente de la importancia de esta nueva final, el técnico del Barcelona, Luis Enrique Martínez, se ha llevado a Georgia a toda la plantilla, a excepción del delantero Neymar da Silva, que estará dos semanas apartado de los terrenos de juego a causa de unas inoportunas paperas.

La de Neymar no es, sin embargo, la única baja importante del conjunto azulgrana, que no podrá contar con Jordi Alba por una lesión muscular que sufrió durante el amistoso contra el Roma en el Trofeo Joan Gamper.
Luis Enrique, por tanto, tendrá que reconstruir el flanco izquierdo del equipo, con Pedro como sustituto de Neymar en la posición de extremo y Mathieu como la solución a la baja de Alba en el lateral.

El resto del once azulgrana será el de gala. Ter Stegen le ha tomado la delantera a Claudio Bravo, que se 
acaba de reincorporar a la pretemporada, Alves sigue siendo el amo y señor del lateral derecho, tras su renovación, y Piqué y Mascherano, se mantienen como la pareja titular de centrales.

El centro del campo será el habitual, formado por Sergio Busquets, Rakitic, que ha empezado el curso como un tiro, e Iniesta, mientras que Messi y Luis Suárez completarán un tridente ofensivo en el que Pedro hará de Neymar.

El técnico del conjunto azulgrana tampoco podrá contar con el defensa Douglas Pereira, lesionado, ni con los dos fichajes de esta temporada, los centrocampistas Aleix Vidal y Arda Turan, que no pueden jugar hasta el 1 de enero de 2016 por la sanción de la FIFA al club catalán.

Si el Barcelona tiene las bajas del brasileño Neymar y Jordi Alba, el Sevilla no podrá contar con el portugués Daniel Carriço ni el galo Steven N'Zonzi, pero los tetracampeones de la Liga Europa quieren emular la campanada que dieron el 25 de agosto de 2006 cuando, en la mencionada primera de sus cuatro finales de la Supercopa, ganaron 3-0 (Renato, Kanouté y Maresca) al todopoderoso equipo azulgrana.

De entonces no queda nadie en la plantilla sevillista, donde sí siguen nueve jugadores que conquistaron las dos últimas Liga Europa seguidas, en un equipo renovado este verano con ocho fichajes y que llega a su octava final continental mejor ensamblado que el pasado verano, cuando perdió esta misma Supercopa con el Real Madrid (2-0).

El equipo de Unai Emery afronta esta nueva cita histórica con la ilusión de sumar su segundo título en esta competición y el sexto en Europa, pero consciente de la gran dificultad que supone superar al Barça, al que no gana desde hace casi seis años -6 de enero de 2010- y al que, sin renunciar a nada, concede la vitola de favorito.

El técnico vasco tiene serios problemas en la zaga por las bajas por lesión del luso Carriço, la sabida del argentino Pareja y la duda de los centrales galos Timotheé Kolodziejczak y Adil Rami, tras varios días sin entrenar por una gastroenteritis causada por salmonela que impedirá, además, jugar la final al francés N'Zonzi.

Así, deberá alinear como defensa al polaco Grzegorz Krychowiak con Rami, el más recuperado de los afectados por gastroenteritis, o bien, si este no está apto, pasar al lateral Jorge Andújar 'Coke' al eje de la defensa; con Iborra y el danés Krohn-Dehli posiblemente en el medio; el argentino Banega en el tridente ofensivo con el ucraniano Konoplyanka y Vitolo; y el francés Kevin Gameiro arriba.

Emery se enfrenta a su "bestia negra" al no haberle ganado nunca al Barcelona en 19 partidos (trece derrotas y seis empates con el Almería, Valencia, Spartak de Moscú y Sevilla), pero ha resaltado la gran ilusión y ambición de los suyos, que llegan "mejor" a Tiflis que el año pasado a Cardiff (perdió 2-0 ante el Real Madrid), pese a advertir que el rival es "posiblemente el mejor equipo del mundo".

La 41 edición de la Supercopa que se disputará en Tiflis será la tercera entre equipos españoles. La ya citada primera, precedente directo del encuentro de mañana, la ganó el Sevilla en 2006 al imponerse al Barcelona por 3-0 y la más reciente fue en 2015 con victoria 2-0 del Real Madrid, precisamente sobre el Sevilla.

lunes, 10 de agosto de 2015

EL PANORAMA TELEVISIVO

Julio Candela

Con el nuevo reparto de los derechos del fútbol, ha comenzado toda una guerra entre las diferentes compañías telefónicas para la comercialización de los partidos a través de sus plataformas de televisión de pago. Una auténtica batalla de precios que, con una infinidad de paquetes y combinaciones posibles, han dejado a los seguidores del deporte rey sin saber exactamente cuánto va a costar ver el fútbol en cada operador y qué competición tendrá derecho a disfrutar en cada uno de ellos. Estas son las diferentes opciones, en función de la compañía telefónica que tenga o piense contratar:

De las grandes competiciones, Movistar+ tiene, de momento, los derechos de la Liga BBVA y la Copa del Rey. La plataforma emitirá nueve partidos de los diez de cada jornada. Uno de ellos, el más importante, lo tiene en exclusiva a través de 'El partidazo'. El partido que por ley hay que emitir en abierto lo ofrecerá La 1. Lo mismo ocurre con la Copa, Movistar ofrecerá todos los partidos, menos uno en abierto, que también lo dará La 1.

A falta de negociación por incluir el canal beIN Sports, que tiene los derechos de la Champions, el paquete 'Fútbol' incluye: Liga BBVA Copa del Rey, Liga Adelante, las principales ligas extranjeras y los partidos de clasificación para la Eurocopa 2016 y tiene un precio de 25 euros al mes. Sin embargo, la plataforma no vende el paquete por separado y ha de tenerse contratado el paquete básico de Movistar TV (Movistar Fusión, que incluye también línea de teléfono fijo, Internet ADSL y línea de teléfono móvil) que cuesta 65 euros y que, sumado a los 25 euros del paquete 'Fútbol', hacen un total de 90 euros al mes.

De la misma manera que Movistar, Orange TV ofrece Liga y Copa, ocho partidos de los diez de la jornada -de los dos restantes, uno es para Movistar+ en exclusiva y el otro para La 1 en abierto- . Este paquete salió a finales de julio con un coste de 9.95 euros al mes. Sin embargo, estos días la compañía ha negociado con Mediapro la inclusión del canal beIN Sports, que posee los derechos de la Champions y lo ofrece por 5 euros al mes si se contrata antes del 30 de septiembre. A partir de entonces, su precio asciende hasta los 15 euros mensuales. No obstante, Orange TV no obliga a tener paquete básico, por lo que el coste total para ver el fútbol será de 15 euros si se contrata antes del 30 de septiembre, a partir de entonces, 25 euros al mes.

Vodafone ha lanzado una oferta que incluye Liga BBVA, Copa del Rey y Champions por 6 euros al mes si se contrata entre el 17 de agosto y el 30 de septiembre. A partir de entonces, el precio se eleva hasta los 16 euros mensuales. Pero Vodafone sí obliga a tener paquete básico, que tiene varios precios en función de la tarifa de telefonía móvil, telefonía fija y megas de velocidad de Internet que se contrate. Sin embargo, la opción más barata, la tarifa S, provoca que el precio total más barato para ver el fútbol sea de 43.60 euros hasta el 30 de septiembre, 53.60 euros al mes a partir de entonces.

La plataforma de televisión por cable del Principado de Asturias se convierte en una alternativa más para los seguidores del fútbol en esta región. La compañía ofrece diferentes opciones: Liga y Copa por 15 euros al mes, a los que por 5 euros más se puede añadir 'El Partidazo' (en exclusiva de Movistar+) y Champions, a través del canal beIN Sports, por 10 euros al mes. Es decir, Telecable ofrece todo el fútbol por un total de 30 euros al mes, pero regala 'El Partidazo' a aquellas contrataciones que se hagan antes del 15 de septiembre dejando el precio final en 25 euros mensuales.

Las cadenas de televisión en abierto también ofrecerán partidos de fútbol esta temporada. TVE emitirá un partido de Liga y uno de Copa del Rey de cada jornada. Sin embargo, el partido de Liga ofrecido será elegido por el ente público en segunda selección, por lo que no podrá emitir los encuentros de los equipos que este año disputen competiciones europeas.

Atresmedia por su parte, se ha hecho con los derechos de emisión en abierto de la Champions hasta el año 2018, es decir, durante las próximas tres temporadas. Este acuerdo incluye además la emisión de la Supercopa de Europa que enfrenta al campeón de la Champions con el de la UEFA Europa League.

Por último, Mediaset España ofrecerá en exclusiva, durante los próximos tres años, los encuentros amistosos que disputen la Selección Absoluta de Fútbol (Masculina y Femenina) y la Selección Sub-21, así como las finales de los torneos de Copa del Rey y Supercopa de España.

jueves, 6 de agosto de 2015

ENSAYOS DE PIZARRA

Julio Candela

Rafa Benítez evitó un pulso a destiempo con Pep Guardiola que pudiese marcar su trabajo. La desventaja de no contar con Cristiano Ronaldo y Benzema, le invitó a dejar de lado el marcador y convertir una gran cita en un amistoso más. Alineó un equipo de circunstancias, con suplentes como Bale, Modric o James, un ataque que no coincidirá en toda la temporada: Lucas Vázquez y Cheryshev más un Jesé más desdibujado en punta, acusando el cansancio del duelo ante el Tottenham.

El fondo de armario del Bayern es mucho más elegante y más amplio, dispone Pep de mejor plantilla. El Allianz era un duro examen y el Real Madrid pensó más en protegerse, extender su firmeza defensiva, que en la forma de dañar el planteamiento de Guardiola. Metió Benítez músculo en la medular con la presencia de Casemiro. Libera a Kroos, que pudo marcar en su vuelta a casa con un ajustado disparo lejano.

Marcó el tempo del partido un Bayern que no terminó de explotar su estilo. El Real Madrid se lo impedía salvo cuando aparecía en el costado izquierdo la bala de Douglas Costa. Carvajal sufrió. El ataque madridista dependía de Isco, al que le faltaron buenos socios.

El duelo salió del tedio por alguna llegada de un Bayern con Xabi Alonso a la batuta un año después de pegar la espantada de la casa blanca. Lo intentó Müller antes de exigir a Keylor Navas. Sacó los puños a un zurdazo de Alaba que llevó tanta potencia que el despeje quedó muerto en la zona de peligro. Lahm se adelantó a Ramos pero forzado remató fuera.

Un Real Madrid demasiado táctico apenas generó peligro en todo el duelo. Douglas desequilibró en cada acción tras su recital ante el Milan, fichaje de nivel para un Bayern al que Pep le cambia la cara. Uno de sus centros lo despejó Ramos en el área chica cuando en la grada del Allianz ya se esperaba el tanto.

En una jugada que define al extremo, al borde del descanso, su pase atrás lo remató solo Götze que se topó con una acción de reflejos de Keylor. En esa acción empujó a Müller en un claro penalti no señalado, tanto como el que sufrió Ramos, atropellado en línea de gol por Boateng en la siguiente acción.

La madera salvó al Real Madrid. No cesó de buscar el gol Müller. Rozó el poste tras una triangulación a la media hora de partido y vio como ocho minutos después su disparo desviado golpeaba en Ramos y envenenaba su trayectoria hasta estrellarse en el palo.

La reivindicación de Keylor Navas creció en el segundo acto. En días en los que se espera la llegada de David de Gea tras el fichaje de Kiko Casilla, el costarricense demostró que sin fichajes el Real Madrid puede respirar tranquilo tras la salida de Iker Casillas.

Antes Neuer demostró porque es considerado el mejor portero del mundo. Respondió con brillantez en las pocas llegadas madridistas, siempre en botas de Kroos que se ganó la ovación de su antiguo público. Una falta a la escuadra la salvó el portero del Bayern con una gran parada. Minutos después sacó un puño abajo a otro disparo envenenado de Kroos, con bote incluido.

Benítez juntaba unos minutos a dos jugadores con magia como Isco y Asensio. La entrada de Modric daba más minutos de balón pero nunca hubo balance ofensivo. A la hora de partido Lewandowski falló lo que nunca puede perdonar un nueve. En boca de gol, con Keylor superado, giró su tobillo para impactar el centro desde el costado en vez de acompañar el golpeo o dejarlo muerto. Su remate se marchó fuera.

Mientras, el Real Madrid probaba con James de punta, ni se le vio, y no forzaba la entrada de Bale a escena. Minutos de extremo para Danilo y pruebas para la libreta de Benítez que hoy se llevó más tachones que cosas buenas del Allianz.

La recta final de partido mostró la ambición del Bayern. Buscó de forma incesante el gol. Keylor voló y sacó una mano arriba al disparo del danés Pierre Hojbjerg, rechazó abajo una falta lejana de Alaba, sacó los puños al enésimo intento de Douglas Costa pero acabó errando en la jugada que decidió el torneo. El buen pase a balón parado de Douglas encontró un extraño gesto en el salto de Ramos y Lewandowski remató a placer a medio metro de la línea de gol.

El Real Madrid no tenía tiempo para reaccionar, en dos minutos no haría lo que fue incapaz en el resto del partido, y Keylor se despidió con otra gran parada a Douglas Costa. El Bayern conquistó con justicia la Audi Cup y endosó la primera derrota de pretemporada al equipo de Benítez.

EL BARÇA ADQUIERE SENSACIONES POSITIVAS

Jordi Grimau

Era el último ensayo antes de enfrentarse al conjunto hispalense, y Luis Enrique decidió alinear por primera vez en esta pretemporada al famoso tridente formado por Messi, Neymar y Luis Suárez.

Se trataba de que los tres fueran recuperando sensaciones y automatismos, con vistas al primer partido oficial del curso, y desde el primer minuto dejaron claro que su 'feeling' sigue intacto.

Messi, a pase de Suárez, puso por primera vez a prueba a Szczesny nada más empezar el partido y, a partir de ahí, las ocasiones se sucedieron por el bando azulgrana.

Neymar llegó tarde a un centro de Alves cuando solo tenía que cabecearlo al fondo de la red, y Szcesney volvió a lucirse en una doble ocasión de Messi y Rafinha y en un disparo cruzado de Rakitic desde fuera del área.

El Barça había empezado como un vendaval y la Roma se desperezó con un par de llegadas en las que merodeó la portería de Ter Stegen. Una de ellas finalizó con un disparo alto del ex azulgrana Iago Falqué.

Esa fue la oportunidad más clara del conjunto italiano, que aguantó el empate veintiséis minutos, hasta que Messi agarró un balón en la línea de tres cuartos, se la puso a Mathieu y éste la tocó de primeras para que Neymar controlara el esférico y anotara el primero justo después de dejar sentado al meta visitante.

Messi, aun más motivado tras un absurdo pique con Mapou, haría el segundo cuatro minutos antes del final de la primera parte, al culminar una precisa combinación entre Alves, Luis Suárez y Neymar, dentro del área.

Pero el Barça aun podía haber hecho el tercero antes de llegar al descanso, porque Suárez tuvo un mano a mano con Szczesny y a Rafinha se le fue por poco una rosca con la zurda que buscaba la escuadra derecha del meta polaco.

Se lo pasó en grande, durante esta primera mitad, el público del Camp Nou, al que hoy acudieron más de 94.000 aficionados ávidos de aplaudir el arranque de curso de su equipo.

Algo menos se divirtieron en la segunda, cuando decayó mucho el ritmo del choque. La culpa la tuvo el rosario de cambios de ambos equipos, tan habitual en estos amistosos de pretemporada, y también el que el Barça, con el partido ya ganado y la mente puesta en Tiblisi, levantara el pie del acelerador.

Así que el segundo acto sirvió para que el Camp Nou coreara el nombre de Pedro, que rondó el gol en par de ocasiones y que hoy quizá disputó su último partido como azulgrana para fichar por el Manchester United.

También para aplaudir al exazulgrana Keita, que regresaba a la que fue su casa durante cuatro años hoy además como capitán, cuando abandonó el terreno de juego para ceder su puesto a Totti.

Y sobre todo, para ver uno de los golazos de la pretemporada: el obús por toda la escuadra que firmó Rakitic -designado mejor jugador del partido- para cerrar la cuenta del conjunto local.

La nota negativa fue la lesión muscular, a un cuarto de hora del final, de Jordi Alba, cuyo gesto contrariado a la hora de pedir el cambio dejaban entrever que se perderá la final de la Supercopa de Europa de dentro de seis días.

miércoles, 5 de agosto de 2015

MAYOR INVERSIÓN

Julio Candela

Los años pasan y el fútbol español parece que sale de la recesión. Muchos equipos tienen que afinar su ojeo para fichar a coste cero pero, lo que es una realidad, es que la Liga BBVA comienza a ver la luz a final del túnel y ya comienza a gastar como en antaño. A falta de algo menos de un mes para que se cierre el mercado de fichajes, los equipos de Primera División han gastado 430 millones de euros en jugadores según 'Transfermarkt'. Sólo 56 menos de los 486 que se habían gastado hasta septiembre del año pasado. 

El nuevo sistema de reparto de los derechos de televisión ha sido un factor clave en el auge de los traspaso en la Liga. De todos los 20 equipos la Primera División española los más beneficiados por el nuevo reparto serán los recién ascendidos y Eibar y Rayo Vallecano que incrementarán sus ingresos un 31% y 47 % con respecto al año pasado. Sporting, Las Palmas y el conjunto vasco percibirán entre 15 y 20 millones. Por su parte, Betis y Rayo Vallecano recibirán entre 20 y 25. 
Temporada Gasto en fichajes
 2015/2016 435 millones hasta el 4 de agosto     
 2014/2015 486 millones hasta septiembre
 2013/2014 409
 2012/2013 144
 2011/2012 370
 2010/2011 277
 2009/2010 491
 2008/2009 324
 2007/2008 547

Ambos están por debajo de Real Sociedad, Espanyol y Levante que ingresarán entre 25 y 30. De los tres, el conjunto granota será el que más incrementará sus ingresos con un 23%. Entre 5 y 10 millones más percibirán Villarreal y Málaga. El conjunto castellonense percibirá entre 30 y 35 y este reparto sólo incrementará sus ingresos en un 5%. La misma cantidad percibirá el Valencia (entre 45-55), y Real Madrid y Barcelona (entre 140-160).

Así, la cantidad invertida este verano en jugadores sobrepasa con creces a la de los últimos cinco años. En el verano de 2010 los equipos gastaron 277 millones, en 2011 invirtieron 370, sólo 144 en 2012 y en 2013 pagaron 409 millones de euros en jugadores. Y la diferencia puede ser más escandalosa ya que hay plantillas que cuenta con la mitad de efectivos y aún se espera un fichaje de renombre (De Gea podría llegar al Real Madrid por una cantidad cercana a los 30 millones de euros) de aquí al cierre del mercado que será el 31 de agosto.

Hace muchos años que no se producía un hecho así. Real Madrid (54 millones) y Barcelona (51), que suelen liderar la inversión en futbolistas en todos los meses estivales, no son lo que más están gastando este verano. Llegados a primeros de agosto, este honor les pertenece a Atlético de Madrid y Valencia que han vuelto a la primera plana gracias a los éxitos deportivos y los millones de Peter Lim.

El conjunto madrileño ha gastado 126 millones en futbolistas gracias a los Jackson Martínez (35), Savic (25), Ferreira Carrasco y Vietto (20), Filipe Luis (16) y Mensah (10). Los de Simeone también han ingresado 87 millones gracias a las ventas de Arda Turan (34), Mandzukic (19), Toby (16) y Mario Suárez (15). Por su parte, el Valencia ha gastado 109 millones tras las adquisiciones de Rodrigo y Negredo por (30), André Gomes y Cancelo (15), Santi Mina (10), Ryan (7) y Yoel (2).

Por otro lado, sólo han ingresado 2,80 millones por la venta de Guardado al PSV y 2,7 por la de Víctor Ruiz al Villarreal. En el lado opuesto están Eibar y Espanyol que sólo han gastado medio millón y Athletic Club (0),Rayo Vallecano (0), Getafe (0), Deportivo (0 y Sporting de Gijón que no han gastado nada.

El reparto de las televisión llena los bolsillos de los clubes británicos que siguen siendo los que más gastan de Europa. La Premier League sigue ocupando el primer puesto de los equipos que más gastan después de invertir 722 millones en futbolistas. Y aún queda casi un mes para que se cierre el mercado. La Liga BBVA está en segunda posición por delante de la Serie A que ha gastado 396, la Bundesliga con 286 y la Ligue 1 francesa con 140.

ISCO Y JAMES SE LLEVAN MUY BIEN

Carlos de Blas

Ganó el Real Madrid al Tottenham sin Cristiano Ronaldo y Benzema, lo que es un buen síntoma para un equipo que tiene que evitar la dependencia de sus estrellas. Sobre todo la que genera el portugués. Esto es, precisamente, lo que busca Luis Enrique en esta pretemporada en la que el Barcelona tiene un empaque menor sin Messi y Neymar. Hoy veremos al Barça al completo en el Gamper contra la Roma y al Real Madrid, en una nuevo test de altura para Benítez, en la final de la ‘Audi Cup’ contra el Bayern de Guardiola.

La victoria del Real Madrid nos deja como positivo que hay una segunda línea de jugadores que son capaces de echarse el equipo a sus espaldas. Isco y James demostraron que tienen personalidad, actitud y talento para ganar partidos. Entre los dos hicieron el primer gol. Pase del malagueño y remate de cabeza del colombiano. En esta segunda línea también brilló Jesé como delantero con un disparo al larguero, lanzamientos intencionados y la misma personalidad arrolladora que Isco y James. Son tres jugadores que no se esconden, quieren la pelota y tienen protagonismo. Luego llegó el misil de Bale para enfriar los cañones de sus críticos.

La competencia sube de medio campo para delante en el equipo de Rafa Benítez. Para Ancelotti el tridente era innegociable y me extraña que le oigamos decir esto a Rafa. Le cuesta más regalar los elogios. Quien le conoce sabe que no mira el nombre, pese al peso de su fichaje, y sí el rendimiento y la fiabilidad. La cuestión está en ver cómo hace justicia Benítez con los de la primera línea y los de la segunda. Isco y Jesé alimentarán debates durante la temporada. Son menos titulares y cuando salgan desde el banquillo darán que hablar porque no se achantan. James tiene otro caché. Cada vez está más al nivel de Cristiano Ronaldo y Bale.