Con sus victorias en casa frente al Deportivo y al Almería los dos transatlánticos del fútbol español se colocan primero y segundo de la liga
Se disputó la novena jornada de la liga, y el Real Madrid y el Barcelona se quedan en la cima de la clasificación avecinando que esta liga de 2008 puede ser la continuación de la conquistada por el Real en el 2007. Un mano a mano como los de antaño, como los de siempre, la rivalidad imperecedera entre la capital de España y Barcelona. 30 ligas frente a 17.
Dos partidos de liga hubo adelantados al sábado. En el Ono Stadi jugaron Mallorca contra Espanyol. Empate final a dos en el que tuvo gran trascendencia el colegiado, que se inventó un penalti sobre Tamudo y para redondear tal jugarreta expulsó a Ballesteros. Un partido que prometía y que se quedó solo en un atisbo de lo que pudo ser. Empate inmerecido para el Espanyol que debió perder, pero el fútbol es así, y con los árbitros pues más.
Aburridísimo empate sin goles en San Mamés entre el Betis y el Athletic. Ni no los unos ni los otros pudieron, y tampoco supieron ganar la batalla. Malos tiempos para Caparrós y para Cúper, si sus equipos siguen en la senda de no jugar a nada, solo a ver pasar el tiempo, éste puede agotarse, el envío de turrones se para, de momento.
Para el domingo los ocho encuentros restantes, y las sorpresas que no por esperadas dejan de serlo. Quique Sánchez Flores fue destituido a las cuatro de la mañana, y es que en Valencia hasta para cargarse entrenadores son raros, fue un hecho a calificar de estrambótico, esperado, y con premeditación y nocturnidad, como Juan Bautista Soler, vaya presidente.
Se lo cree. Este año el Atlético sí. Suma y sigue. No para, con su dueto ofensivo Agüero-Forlán, el equipo de Aguirre puede estar llamado a realizar algo “glorioso”. Ganaron por la mínima al Levante que a estas alturas del campeonato, ha cosechado el lastimoso record de siete derrotas consecutivas, y mira que es difícil llegar a ello. Los blaugranas demasiado pronto miran a segunda división, y ahora cada partido va a ser una final, y no está el patio para jugar finales cada siete días. Cambio radical, pero el programa ya no está en la parrilla.
La mejor versión del Zaragoza llegó ante el Villarreal. 4-1 en
Se impuso el Murcia 1-0 al Recreativo de Huelva en un partido entre dos equipos necesitados de puntos para no pasar apuros en la tabla. Los chicos de Lucas Alcaraz ponen el descenso a seis puntos, mientras que el decano del fútbol español empieza a destilar olor a miedo y malos ratos, ocho puntos son pocos, y los onubenses no se parecen en nada al club revelación de la pasada campaña.
Pagó caro el Getafe el esfuerzo del jueves en el mítico y centenario White Hart Lane, y sucumbió por 2-0 en Santander ante un gran Racing que esta temporada con Marcelino capitaneando la tropa está destinado a cambiar las jornadas de zozobra y disgusto por las de algarabía y festejo. ¡A dos puntos UEFA! Sin cambiar el rumbo, con el piloto automático se va perfecto.
Cayó al descenso el Valladolid tras tirar por tierra otra vez una ventaja de 0-2. Buena primera parte y deplorable segunda, donde dieron todas las facilidades a Osasuna para empatar el partido y encumbrar a Daddy, héroe por un día.
Ganó 3-1 el Real Madrid en el Bernabéu al Deportivo tras escuchar los primeros silbidos de la parroquia blanca esta temporada. Primer tiempo malo de solemnidad del conjunto merengue, que se abona a las remontadas (parece que así es la única forma que conocen los de Schuster de llevarse los puntos) y a encajar goles en los primeros dos minutos de los partidos, (Atlético, Espanyol y ayer Deportivo). Hubo rotaciones, no salieron de inicio Raúl y Sneijder, y en el segundo tiempo jugaron los dos. El holandés como si no lo hiciera, sigue fuera, en su mundo, pegado a la banda y autista, el capitán, colosal como siempre, por muchos detractores que tenga. 13 temporadas al más alto nivel, con su insaciable sed de triunfo, y así, una vez más tiró del carro de su equipo y anotó el 2-1 para certificar las comunes remontadas madridistas en los últimos tiempos. El Deportivo jugó un magnífico encuentro, muy bien asentado en el césped hasta los últimos veinte minutos del choque (Sergio fue expulsado), cuando “Guti” se puso a jugar y por enésima vez abrió el tarro de las esencias, y se puso el guante en la zurda para masacrar a pases a la defensa coruñesa. El tercer tanto llegó por obra y gracia de una asistencia del catorce blanco que entre un bosque de piernas, y cual base de baloncesto, miró hacia un lado, y puso el cuero justo en el contrario, para que Robinho, otra noche más y esta vez con una jugada eléctrica se congraciara con su afición. Líder una semana más, no se ha bajado del peldaño más alto de la liga desde el comienzo de ésta y jugando a intervalos, mal, regular, bien, muy bien, excelente. Cuando Schuster tenga base arrollarán, o llegarán los malos resultados, todo puede pasar.
El Barcelona de Rijkaard no pierde comba. Con Messi en el banco y con Ronaldinho sobre el terreno de juego hubo pitos en el Nou Camp. El carioca sigue sin entrar, no es el de antaño y la afición culé empieza a desesperarse. Del amor al odio hay un paso. Jugó mal, lento y espeso el Barcelona ante el Almería que realizó un más que meritorio papel en su paso por el coliseo catalán y que si no es por las ayudas del manido “trío calavera”, con Ayza Gámez representándolo esta vez, merecería haberse llevado un empate o tal vez los tres puntos. Pero como no le señalaron dos penaltis claros a favor, le pitaron uno en contra que no era ni por asomo, y para colmo el gol de Henry era fuera de juego, pues apaga y vámonos. Los culés siguen la estela blanca, a dos puntos del Real, y con un juego pobre, igual que los blancos cuando empiecen a carburar, harán como Atila, no dejará títere con cabeza, bueno a los árbitros sí, a esos sí.
Jugaba el Sevilla en el Pizjuán y sin Juande Ramos en el banquillo, el viernes se fue al Tottenham, aceptando una multimillonaria oferta que seamos sinceros, nadie dejaría escapar en su sano juicio. Así que para aquellos que lo han catalogado como Judas y pesetero, que hagan ejercicio de empatía y verán como lo entienden todo. El Sevilla debiera dar las gracias al mejor entrenador que ha tenido en su historia, tan venerado estas dos temporadas, y que algunos de los que hoy le critican, hace bien poco, querían ponerle la guillotina en el cuello. Ganó el Sevilla con Manolo Jiménez de entrenador (toda una institución en el sevillismo) por tres tantos al Valencia de Quique, que ya se olía la trama nocturna que se le avecinaba en Mestalla. A la calle, estando cuartos en liga, con sólo nueve jornadas disputadas, a cuatro puntos del primero y con opciones de pasar a octavos de final en