Sólo el Barcelona de los cuatro equipos españoles en Champions, suma dos victorias, los demás, Madrid, Sevilla y Valencia han cosechado un tropiezo
Antonio Blanca
Tuvo por fin el Sánchez Pizjuán una noche mágica europea, de esas que sólo es capaz de tributar
Messi, Messi, Messi y por siempre Messi. Lo reconozco, me estoy enamorando, la barriga se me llena de mariposas cuando veo a ese argentinito tocar la bola, con esos movimientos “gambeteros”, macanudos (como se dice por su tierra), con ese chut, esa visión, de aquí a tres años será un gigante del balompié. Y como no, el argentino fue el mejor del Barcelona en el encuentro en Alemania ante el Stuttgart, marcó un gol, y estuvo muy activo en todo el encuentro. 0-2 para los de Rijkaard que parecen haber metido el turbo y quieren dejar sellado el pase cuanto antes a los octavos de final. Seis puntos, cinco goles a favor y ninguno en contra así lo acreditan. Jugó de nuevo Ronaldinho y sigue sin ponerse a tono, está fuera, ensimismado en su mundo, sin regate, sin velocidad, sin su eléctrico “punch” que no ha mucho lo convirtió en el mejor jugador del mundo, tiempos que ya parecen olvidados en “Camp Barça”. Me resisto a creer que el brasileño no da más, no sé que le pasa, si es hastío del Barcelona, si necesita mimos, si no quiere cargar con responsabilidades, si no está comprometido con el proyecto de Rijkaard (están muy distanciados el holandés y el carioca), o si tiene un ataque de celos para con Henry y Messi. Pero lo que a ciencia cierta sé, es que “Ronnie” debe volver, va a volver, a un jugador de tal talla no se le olvida jugar a fútbol, eso seguro, el problema para el club culé es que tal vez quiera volver a ser el que fue fuera del Barcelona, con el paso de los partidos lo veremos.
Perdió el Valencia el partido y el liderato de grupo. Cayó ante su “bestia negra”, el Chelsea, por 1-2, no pudiendo consumarse la ansiada venganza que buscaba Mestalla desde que el pasado abril, los “blues”, con el gran Mourinho en el banco (lástima que el portugués ya no esté) apearon a los de Quique en los cuartos de final de
El Madrid no pierde en Roma. Nunca lo ha hecho y anoche con el empate final a dos ante el Lazio tampoco. Sacó petróleo el equipo de Schuster de sus escasas llegadas, con Nistelrooy como bandera amenazante para un portero que tiene ¡26 años de carrera! Dos tantos del holandés que no sirvieron mas que para obtener un punto en el feudo romano, el Madrid no supo matar el partido, se acomodó, especuló con el resultado y lo terminó pagando, fue la noche de Pandev, bigoleador. Intentando sacar conclusiones positivas, un punto fuera de casa, no está mal. Pero si el Real Madrid adquiere esa mentalidad de segundón, apaga y vámonos. El rey de Europa no puede contentarse con un empate ante un Lazio venido a menos que anoche tuvo su noche grande, solo había que ver como celebraban los jugadores y la afición los goles romanos, debe arrasar, ejercer de tirano, de Atila y vencer a sus rivales de forma vistosa y contundente. Cosa que salvo en los dos primeros partidos de liga, Atlético y Villarreal no ha logrado. La racha de resultados en inmejorable desde luego, de ocho partidos, seis victorias y dos empates, ninguna derrota, pero no sólo de resultados debe vivir el Real. La época Capello ya pasó, el Madrid tiene plantilla para dar espectáculo, y así debe de ser. Con Guti y Sneijder creando fútbol, aunque el holandés lleva cuatro partidos desaparecido en combate, ¿para empezar a preocuparse? Los de Schuster están algo perdidos, navegan a la deriva, el faro del puerto debe encender la luz, porque un día de estos la pólvora puede verse mojada.
1 comentario:
eres tu gambetero??.
che! viste! El tranvía me está mordiendo la pierna.
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