Partido feo y aburrido el disputado por la selección española en tierras finlandesas que acabó con el resultado inicial, 0-0
Otra vez
Con tal partido, frente a un rival que no presuponía mucha motivación para los nuestros, en un día de la semana, miércoles, en la que los seleccionados piensan más en sus partidos de liga del próximo fin de semana con sus respectivos clubes (evitar lesiones inoportunas lo más importante), con una temperatura ambiente cercana a los cero grados centígrados, sólo elevada por la afición española presente en el estadio de Helsinki (la mayoría estudiantes de Beca Erasmus), ocurrió lo que casi siempre pasa cuando juega la “roja” de Aragonés, sopor y cansancio, pesadez, y poca ilusión al ver jugar a España. Más que afrontar el encuentro con ganas, con emoción, se sienta uno a verlo pensando que le quedan noventa minutos de sufrimiento, mirando continuamente el cronómetro, deseando que el árbitro pite el final del partido para dedicarse cada uno a menesteres mucho más importantes que tirar una hora y media viendo a la selección, un equipo capitaneado por un entrenador que ha perdido la razón y, que desgraciadamente desde la eliminación del Mundial de Alemania, ha apagado todas las ilusiones de la afición española.
Analizar el partido de poco vale. Lo dicho, más de lo mismo, el estilo apoltronado de siempre, de tocar y tocar para no profundizar, para crear muy poco peligro, y siendo condescendientes también con el rival, darle oportunidades en el ataque derivadas de la fragilidad defensiva de este equipo. Por suerte la selección de Finlandia no era un equipo brillante, más bien todo lo opuesto, una banda de amigos, que celebraba el centenario de su federación y ante un rival de una supuesta mayor entidad. Pues bueno, el diecisiete de octubre será fiesta nacional en Finlandia, porque lograron un empate valiosísimo para ellos.
Nosotros a lo de siempre, a volver a generar dudas. ¿Qué le rondará a nuestro seleccionador por la cabeza acerca de los jugadores que ayer alineó, los suplentes? Pues que no dieron la talla, que no aprovecharon la oportunidad que Luis les brindó, pero no que ahí la cosa. En el segundo tiempo entraron los a priori titulares, y el fútbol desplegado por la selección tampoco se vio mejorado. Debíamos haber ganado y con suficiencia, un 0-2, o 0-3 y fácil. Porque si como nos conocen por aquellas latitudes como
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