COMO EL SOL Y LA LUNA

Ganaron Barcelona y Real Madrid por lo que la diferencia con una jornada menos a jugar se mantiene en seis puntos

Antonio Blanca

A la pregunta ¿en qué se parecen el sol y la luna? Uno puede pensar que en nada, a lo sumo en que son dos astros pertenecientes al universo. Pues si extrapolamos tal símil al mundo del fútbol, al parecido entre el juego que despliegan Barça y Madrid, podríamos decir que son el sol y la luna. Unos lo bordan, entretienen y (se) gustan, los otros aburren, juegan mal y no gustan (ignoro si se sienten complacidos ellos mismos), pero ambos equipos pertenecen a la misma liga. Juegan el mismo campeonato bajo las mismas reglas, pero evidentemente no de semejante manera. El Barcelona pinta genial. Está a día de hoy realizando la mejor temporada en toda su historia y se encuentra a un mes y pico de corroborarla. Puede obtener la ansiada “triple corona”, Copa del Rey, Copa de Europa y Liga. Al Real de Juande lo único que le queda es la liga española, y los seis puntos de diferencia entre culés y merengues parecen por ahora insalvables. La tenaz persecución del equipo blanco (en cuanto a números están siendo un equipo apisonadora, en cuanto a juego, un equipo mediocre), que cree ciegamente en que las huestes de Guardiola patinarán en al menos dos de los cuatro partidos decisivos de los siete que quedan a unos y otros, Sevilla, Valencia, Villarreal y choque directo entre los contendientes en el Bernabéu. Esto es lo encomiable y verdaderamente digno de admiración del Real Madrid, el empeño que pone en lo que parece un imposible (ya lo conquistó con Capello), ganar la liga al mejor Barça de la historia. La tarea parece utópica, pero si hay un equipo que en lo lúgubre puede brillar por casta y corazón, ese es el Real Madrid, y hasta que las matemáticas no lo impidan, estoy seguro que morirán con las botas puestas.

Ahora quedan en liza veintiún puntos. Siete jornadas hasta completar las treinta y ocho de las que se compone la liga BBVA. La número 31 arrancó el sábado con varios frentes abiertos. En Getafe, los de Víctor Muñoz querían amargarle la noche al líder y rememorar tardes gloriosas. Ni por asomo. El equipo catalán fue superior, mucho mejor que el “Geta” que se complica la vida en demasía y siente el calor agobiante de la zona de descenso. Un 0-1 muy corto, pues si no es por la magnífica actuación de Stojkovic, el resultado hubiera sido mucho más abultado. Jugó el Barcelona su mejor partido fuera de casa esta temporada, cumplió con el pronóstico y trasladó a Huelva, la presión por la pugna en la liga. La obligación del Madrid de vencer para no dejar el campeonato en bandeja a los de Guardiola. Restan 21 puntos, el Barcelona tiene ventaja de seis, si gana cinco partidos de los siete que quedan serán campeones y todo eso suponiendo que su perseguidor no pinche. El título puede empezar a ser acariciado, siempre guardando la correspondiente prudencia.

Tuvo mala fortuna el Athletic de Caparrós. Perdió 0-1 ante el Deportivo sin merecerlo. Y con el resultado adverso se complica su situación liguera, aunque todavía tiene margen de error. Quizá los chicos bilbaínos debieran pensar un poco más en la competición doméstica y menos en la todavía lejana final copera de Mestalla. Pues pueden terminar jugando UEFA en la Adelante.

Empataron a 1 Málaga y Mallorca. Dos golazos los de Apoño y Arango, lo más reseñable de un partido en el que el equipo de Antonio Tapia mereció más ante el Mallorca que sigue nadando lentamente hacia la orilla de la salvación. Los andaluces tienen todavía plebiscito para meterse en Europa.

Comunión perfecta en el Calderón entre el Atlético de Madrid y su parroquia colchonera. A ello contribuyó el gran juego desplegado por el Atleti que goleó 3-0 al Numancia, hundiéndolo en la clasificación como farolillo rojo, en un partido que dominaron de principio a fin los de Abel Resino. Los sorianos se sitúan a cinco puntos de la salvación y el beso de la muerte ya les ha rozado la mejilla. El Atlético aún puede meterse en Champions salvando una irregular temporada, o por el contrario cerrar un fiasco de 2008/2009 si ni tan siquiera lograran clasificación para la UEFA, que con los rojiblancos todo puede ocurrir.

Iba el Real Madrid a jugar a uno de sus campos predilectos. La afición onubense del Recreativo de Huelva es más merengue que en muchas ocasiones la propia afición del Santiago Bernabéu. Partido gris y malo de los dos equipos que cayó del lado merengue por una gran jugada entre Gago (dio un paso sublime de 50 metros) y Marcelo, que concluyó con magisterio ante Riesgo (gran partido del cancerbero del “Recre”). Uno de los méritos que se le puede atribuir a Juande Ramos es haber recuperado al lateral carioca para el fútbol, reconvirtiéndolo en un buen interior izquierdo. El Madrid firmó más de lo mismo. Resultadismo puro y duro. De jugar ni hablaron, y más si los ataques eran dirigidos por Robben, en “chupa chups” lo quieren como nueva imagen. El holandés pecó excesivamente de individual, desesperando por momentos a Higuaín y desperdiciando claros ataques del Madrid para sentenciar el partido y no tener la espada de Damocles colgando de la cabeza hasta el minuto noventa. 10 en resultados, suspenso ganado a pulso en juego. Ya sólo las felices perdices acuden a ver al Madrid, y encima las cogen y las echan del campo. Será porque ver a los blancos es verdadera tortura china.

Tangazo y de los grandes el sufrido el domingo por el Valladolid ante el Villarreal en Zorrilla. 0-0, el equipo de Pellegrini que falló un penalti que no había sido, y el árbitro que no pitó uno clarísimo a Sesma a favor de los vallisoletanos. Un punto que puede saber a gloria a un Villarreal venido muy a menos en el tramo final de la liga, y que ve peligrar su posible incursión en la Copa de Europa de la próxima campaña. Se echa en falta a Cazorla.

Victoria vital la cosechada por el Espanyol, 1-0 ante el Racing. Fue mejor el equipo de Pochettino y por ello acreedor merecido a sumar los tres puntos. Un resultado bueno y que mantiene las constantes vitales de los “pericos”, que observan por el espejo retrovisor a la parca muy de cerca. Todavía tienen que remontar cuatro puntos para salir del descenso, sumando de tres en tres, puede ser. Aún hay margen.

Ganó 2-1 Almería a Osasuna. Frente a frente dos equipos con caracteres muy similares, los imprimidos por dos madridistas de los de garra y pelea, como son Hugo Sánchez y José Antonio Camacho. Al final fue el “manito” quien se llevó el gato al agua, merced a los dos goles anotados por Negredo, otro ex madridista, que marcó un gol de nueve pillo, y otro con un remate de cabeza digno de su entrenador. A pesar de la derrota, los navarros aún ven el descenso lejos, a seis puntos.

Entre González Vázquez, con un arbitraje muy casero, y los propios fallos defensivos del Sevilla, los andaluces perdieron un choque que habían encarrilado a la perfección en los primeros compases de partido con un golazo a la salida de un córner de Escudé. 3-1 para el equipo de Emery, que suma ya cuatro victorias consecutivas y que sigue con opciones intactas de meterse en Champions, a raya de tres puntos tiene a Villarreal y Atlético. Los goles chés llegaron de penalti, Villa y Mata, el primero muy dudoso, y el tercero en una gran contra concluida a la perfección por Pablo Hernández. Seguro que en esta ocasión, los valencianos no alzan la voz contra el árbitro, ¿por qué será?

Se finiquitaba la jornada en el Ruiz de Lopera. 2-0 ganó el Betis al Sporting de Gijón que se mete en la pelea por no caer a segunda división. Segunda victoria consecutiva y segunda con Nogués en el banquillo bético. Ha vuelto Emaná a brillar, y eso lo ha notado el Betis, que sumando seis puntos de seis, se despega de la quema y ve ya a siete puntos (tres partidos) un macabro fin de fiesta. Don “Manué”, sus oraciones han dado fruto, y no ha hecho ni falta que los jeques se encomienden a Mahoma.