ASÍ SE METEN 80.000 PERSONAS EN EL BOLSILLO

Daniel Iglesias

“Uno, dos y tres… ¡hala Madrid!”. De esta manera se presentó el fichaje más caro de la historia del fútbol ante su nuevo público. Cristiano Ronaldo no olvidará la noche del 6 de julio de 2009. Ya lo dijo él mismo ayer, “he llenado el estadio yo solo, no el equipo”. Suena a soberbia, pero en su todavía frágil español significaron palabras de agradecimiento, responsabilidad y esfuerzo por un escudo que besó a los pocos minutos de vestirlo por primera vez. De hecho en la rueda de prensa posterior dejó claro qué no juega el solo, sino todo el equipo.

El "empalagoshow" festejo dará la vuelta al mundo. El Real Madrid, equipo cuyo objetivo primordial es batir marcas, ayer logró otro récord: mayor número de aficionados en una presentación. ‘CR9’ (sí, su dorsal es el mismo que el anterior Ronaldo -R9-) le ha quitado el honor al mismísimo Maradona. La espectacular puesta en escena olía a Florentino Pérez, el hombre que apareció solo, diez metros por delante del resto (de la Junta Directiva), saludando y dando las gracias a un estadio que coreó su nombre en alguna ocasión. El mismo que cuando Cristiano hizo contar hasta tres al Bernabéu puso cara de susto.

Llenó el estadio, con aficionados españoles y portugueses, para decir cuatro frases. Los aficionados que ayer se dieron cita en el recinto deportivo podrán decir que estuvieron el día en que Cristiano batió todos los récords. Ya no sólo el de ser el jugador más caro de la historia, sino el de ser el único futbolista capaz de reunir al mayor número de seguidores, por delante de los 65 mil que convocó Maradona cuando fichó por el Nápoles, los 30 mil que vieron a Henry con el Barça, los otros 40 mil que recibieron a Ronaldinho en Milan y los 50 mil que asistieron al Bernabéu la semana pasada para ver a Kaká.

Cristiano dio la vuelta al Bernabéu (ante la mirada de 500 periodistas de todo el mundo) al ritmo de “a Minha Maneira” de los Xutos & Pontapés, seguramente a petición suya. El mismísimo Eusebio estuvo presente para darle la bienvenida. La gente estaba enloquecida, algunas decenas de espontáneos invadieron el campo. Cristiano se marchó corriendo. Por su propia seguridad, el portugués cogió el túnel de vestuarios extrañado y a paso ligero. Un trote provocado por los seguidores que saltaban en busca de un abrazo o un autógrafo de su ídolo. De las decenas de fanáticos 'kamikazes' sólo uno logró su objetivo. El duro trato de la seguridad privada hacia esos adolescentes en época de vacaciones fue la cara negativa de la gala.

Esta vez sí estuvo presente José Ángel Sánchez (no acudió a la de Kaká-) director general ejecutivo del club, junto a Jorge Méndez, representante del jugador portugués. Cabe destacar que fue José Ángel Sánchez, junto a Carlos Bucero (ex adjunto a la dirección deportiva), los que negociaron durante más de dos años con el Manchester para traer al jugador más mediático, aunque cabe acentuar que fue Ramón Calderón el que estableció el desorbitado y excesivo precio de la operación.

Sólo 15 minutos después de que el Bernabéu abriera las puertas, el estadio ya lucía medio lleno. Y a falta de 20 minutos para que se llevara a cabo la presentación, ya no cabía ni un alfiler. Había gente en los pasillos, en las escaleras, de pie, sentadas; eran 80.000 almas eufóricas que pintaban el Bernabéu de blanco. Sin embargo, se notó la ausencia de muchos socios y abonados (que no frecuentan este tipo de actos) porque la mayoría de los asistentes eran crías que chillaban a Cristiano, otro sector comercial que el Madrid cubre con la llegada del astro portugués (que ahora a nadie le extrañe que las adolescentes luzcan fotos de 'CR9' con la elástica blanca o que ellas mismas la porten).

Afuera del estadio hubo una pantalla gigante para los aficionados que no pudieron entrar. A falta de pan, bueno es Cristiano, dirían algunos. Fue una presentación ostentosa, multitudinaria, que exhibió la necesidad de Florentino por recuperar la ilusión de la afición blanca. Y lo ha conseguido, pero en breve, toda esa ilusión tendrá que reflejarse también en el campo, en los resultados, en las victorias, y no será fácil, porque a los nuevos jugadores hay que acomodarlos y acoplarlos a un estilo de juego.

También asistieron muchas jovencitas. Cristiano Ronaldo es considerado un ‘sex simbol’. “Me da igual el fútbol, no sé ni qué es un fuera de jugo. Yo he venido a verle a él”, decía una aficionada de 17 años. El internacional portugués lucirá el dorsal 9, el mismo número que en su día lucieron Alfredo Di Stéfano, Carlos Santilla, Hugo Sánchez, Luis Nazario de Lima Ronaldo y Saviola. Su camiseta pondrá “Ronaldo” a secas, sin la C de Cristiano, al igual que cuando el ‘Fenómeno’ era del Real Madrid, lo cual invitará a los que menos dinero tienen a utilizar esa misma camiseta. Tras su presentación, en su primera rueda de prensa, llamó la atención que dijera que prefería el número '7'. "Prefería el '7', pero el '9' está bien".