La mala fortuna se cebó con el Real Madrid en su campo maldito, Riazor donde se dejó muchísimas opciones para hacer sombra al Barcelona
Antonio Blanca
Con el bombo que se le dio, el clavo ardiendo, el “tss, tss, que viene, que viene”. Faltando un mundo, parecía que el equipo de Pep Guardiola había perdido la BBVA ante el Madrid de “Mou”, y todo porque los blancos habían logrado bajar la diferencia de siete a cinco puntos. Yo mantuve que el Barça iba a ser campeón, y ahora que una jornada después, los hechos han devuelto las cosas al cauce en el que nos encontrábamos a principios de febrero (hoy lunes termina el mes), los de Guardiola tienen otra vez siete puntos de ventaja sobre los blancos. El colchón de tres partidos para vivir tranquilamente, para preparar la remontada ante el Arsenal y para ir con mucho tiempo vista, poniendo las piedras para vencer al Real Madrid en Mestalla en la flamante final de Copa (vaticino que será el bastión al que el Madrid tenga que agarrarse esta campaña). El Barcelona no se tambalea, sigue y sigue, como el conejito de “duracell”. Sin prisa pero sin pausa, sigue machacando a sus rivales, precisamente a esos de la liga modesta con los que el Madrid lo pasa tan mal, enfrascado en guerras dialécticas, partidos duros, olvidándose de lo realmente importante, ganar. La falta de gol de Ronaldo pesa demasiado a los blancos. Quedan trece jornadas, y o hay un cataclismo cegador en la ciudad condal, o la tercera liga de la rea Pep caerá sin ningún tipo de dudas. Son los únicos que dependen de sí mismos.
Se acerca la primavera y el fútbol continúa su escalada hasta el mes de mayo para ponerle el broche de oro a la liga. Hoy con el Málaga-Almería derbi andaluz el Día de Andalucía se cierra la jornada, y ya mañana tendremos ante nosotros una nueva jornada en un magnífico no parar.
El Atlético de Madrid no pasó del empate este sábado (2-2) frente al Sevilla en un encuentro en el que ambos equipos contaron con ocasiones para llevarse el triunfo, mientras el Espanyol rompió su mala racha tras golear a la Real Sociedad por 4-1 y el Sporting empató sin goles frente al Zaragoza. José Antonio Reyes arrancó un empate a un cuarto de hora del final, que evitó otro tropiezo el Calderón. Los de Quique Sánchez Flores saltaron al césped conscientes de la importancia por devolver la ilusión a su afición, pero Negredo y Rakitic pusieron contra las cuerdas a los rojiblancos y complicaron su objetivo por reengancharse a la lucha por Europa.
En Cornellà, el encuentro entre el RCD Espanyol y la Real Sociedad venía claramente marcado por el reencuentro de Raúl Tamudo con su afición, pero el de Santa Coloma continúa sin marcar en el nuevo feudo espanyolista, ya que tampoco lo hizo cuando defendía los colores de su ex equipo. Además, en esta ocasión la Real se dejó los tres puntos ante un Espanyol que consigue romper con este 4-1 su mala racha en las últimas jornadas. Los 'pericos' le dieron la vuelta a un encuentro que se le puso cuesta arriba en la primera mitad. Griezzman avisó en los primeros minutos y el mismo Tamudo obligó a Kameni a lucirse en varias ocasiones. El camerunés fue el mejor de los blanquiazules en el primer tiempo y desbarató algunas claras ocasiones del conjunto vasco, la más clara de Zurutuza.
En el Molinón, Sporting y Zaragoza no pasaron del 0-0 y sumaron un punto que sirve de poco a ambos equipos en su lucha por alejarse de los puestos de descenso. Los locales crearon más peligro que el conjunto maño, pero no lograron perpetrar la portería de Doblas que salvo a los suyos en tierras asturianas.
El FC Barcelona se olvidó de las ausencias y logró un plácido triunfo este sábado (0-3) en el Iberostar Estadi frente al RCD Mallorca, en un choque en el que anotaron Messi, Villa y Pedro para dejar al conjunto azulgrana con 68 puntos al frente de la Liga BBVA. El Barça llegó a Mallorca mermado por importantes bajas que enmarcaban el duelo en el ambiente de examen para el banquillo del conjunto de Pep Guardiola y es que el líder viajó a la isla sin Valdés, Puyol, Xavi y Dani Alves, cuatro futbolistas esenciales en el once del cuadro azulgrana. Por su parte, los 'bermellones' afrontaban el encuentro con la confianza que suponía ser uno de los pocos equipos capaces de arrancar puntos del Camp Nou, 1-1 en la ida. En la primera vuelta, los de Laudrup dieron la sorpresa en tierras catalanas, pero la historia no pudo repetirse en esta ocasión. Del mismo modo que ante el Hércules, los culés se tomaron su particular venganza y se llevaron el choque con sorprendente facilidad después de que Messi escribiera el guión de la victoria en el primer tiempo al ganarle la espalda a la defensa mallorquinista. Partido fácil para el FC Barcelona que se encontró un Mallorca mucho menos agresivo que en el partido de ida. Messi marcó el camino y los de Laudrup se vinieron abajo. Dos despistes defensivos sentenciaron pronto a los bermellones que continúan con su mala racha en las últimas jornadas. El Barça suma y sigue.
El Real Madrid se dejó la Liga en Riazor tras empatar sin goles en un partido anodino, insustancial y que supone un paso atrás para el equipo de José Mourinho, incapaz de perforar la meta deportivista y de seguir el paso del 'todopoderoso' Barcelona, que aumenta su renta a siete puntos tras su victoria en Palma de Mallorca. Los merengues siguen sin dar argumentos para pensar en algo importante este curso. Parece que la 'Champions' será su único as en la manga, pero las sensaciones no son positivas pese al final acosador del Real Madrid, que continúa excusándose en los árbitros y en los horarios para olvidar su juego gris y su falta de fútbol. En Riazor, donde no gana dos partidos consecutivos desde la temporada 1957, se evidenció las distancias existentes entre los blaugrana y los de Chamartín. Unos viven de una idea, de un estilo, de una forma de entender este deporte. Los otros apelan al espíritu, a la casta y al físico de Cristiano Ronaldo. Y eso que en la primera parte el conjunto merengue dispuso de varias ocasiones como para haberse ahorrado un disgusto. La tuvo Cristiano Ronaldo, al que se le anuló un gol a la media hora de partido, y también Ozil, que rozó la gloria a siete del descanso. Sin embargo, la pizarra de Lotina era demasiado eficaz como para rendir pleitesía a los de Mourinho. La clasificación dicta que son siete la diferencia entre unos y otros, pero podrían ser muchos más. Benzema falló sólo delante de Aranzubía en la mejor ocasión del Real Madrid en la segunda parte y Cristiano Ronaldo la estrelló en el palo a diez minutos del final. Su rechace lo cogió Di María que tampoco estuvo acertado.
Por su lado, el Levante ha dado un pase de gigante en su lucha por eludir el descenso tras conseguir una trabajada victoria en casa ante un Osasuna en el que se diluyó el 'efecto Mendilibar'. En una primera parte de escaso ritmo y ligero dominio local, el partido se rompió en los minutos previos al descanso. En el 41 Pandiani ponía por delante a los rojillos y tres minutos después el veterano Ballesteros igualaba la contienda llegándose con empate a los vestuarios. El segundo acto comenzó de cara para los de Luis García, que a los cuatro minutos de la reanudación marcaban el 2-1 por medio de Caicedo que resolvía por bajo tras una larga galopada siguiendo un pase largo de su portero. El Osasuna quiso reaccionar a lo largo de esta segunda mitad pero el cuadro navarro careció de acierto de cara gol. Por su parte los 'granotas' tuvieron sus ocasiones a la contra y finalmente amarraron una victoria muy importante para seguir soñando con la permanencia.
Además, en el estadio Rico Pérez de Alicante, Hércules y Getafe no pudieron pasar del empate sin goles, que no aleja del descenso a los de Esteban Vigo, mientras que no sirve a los madrileños para acercarse a Europa. Tras una primera parte con dominio de los locales, que rondaron el gol en varias ocasiones, la segunda parte se abrió más y ambos conjuntos pudieron llevarse el encuentro, pero su falta de puntería en los últimos metros condenó al partido al empate a cero.
El Villarreal no ha podido pasar del empate (2-2) ante el Racing de Santander en su visita al estadio de El Sardinero, con lo que el equipo que dirige Garrido alargan su crisis de juego y resultados acumulando su cuarto partido sin conocer el triunfo, ante un equipo cántabro que no pudo lograr su tercera victoria consecutiva, en uno de los partidos más destacados de la jornada 25 de la Liga BBVA.
El Athletic Club ha encajado en San Mamés su tercera derrota consecutiva al caer 1-2 ante el Valencia, que de esta manera enlaza once jornadas seguidas sin perder y se afianza en la tercera plaza. El conjunto bilbaíno, tras dos derrotas consecutivas a domicilio, frente a Mallorca y FC Barcelona, regresaba a San Mamés dispuesto a asirse a su feudo para recuperar la senda del triunfo y mantenerse en zona UEFA. Mientras, el Valencia, esperaba hacer bueno el empate de Gijón para mantenerse firme en zona Champions.
