Se mantiene la diferencia de cinco puntos entre Barcelona y Real Madrid con la gran salvedad que los blaugranas han generado dudas sobre su juego
Antonio Blanca
Febrero es un mes que no se le da bien al equipo de Guardiola. Este de 2011 no iba a ser menos y los culés están pasando un leve bache de juego que no de resultados. Así las cosas, la victoria por la mínima en la noche de ayer en casa frente al Athletic le sirve como punto de inflexión, balsa de aceite para evitar la tormenta de la crisis. Concepto risible en un equipo que le saca a su máximo perseguidor (rival en la final de Copa) cinco puntos. Que el resultado adverso en la ida de la Champions cosechado en Londres genera nerviosismo es innegable, pero igual creo que en la vuelta, los pupilos de Pep pasarán de ronda y lo harán con bastante coincidencia (pudiera verse la siguiente aseveración como frívola, pero no descarto una manita favorable al Barcelona). Río algo revuelto por la ciudad condal. El Madrid tiene su primer round importante este martes contra su bestia negra europea actual, el Lyon. La campaña pasada ya cayeron eliminados en la misma ronda (llevan seis años sin lograr el pase a cuartos) por los franceses, y Mourinho no quiere un tropiezo de tamaño calibre que empañaría cualquier logro esta temporada. La Champions es el verdadero objetivo del Real de “Mou” y la liga aunque no se de por perdida, la distancia de dos partidos, y que el Barça falle tres, la hace difícil de alcanzar.
Jornada 24 de la BBVA. Entramos en el último tramo del campeonato. 0-0 entre Valencia y Sporting en un choque que dormiría hasta al más insomne de los allí presentes. Los de Emery no supieron como meter mano a una buena defensa del Sporting. Los muchachos de Manolo Preciado hicieron su labor, y aunque no tiraron a puerta en todo el partido, lograron un valioso punto. Emery empieza y sin razón a ser muy cuestionado por Valencia. Una historia que se repite en el banquillo che.
2-0 se impuso en el Santiago Bernabéu el Madrid al Levante. Partido que venía caliente, por las declaraciones de algunos jugadores levantinistas, por el recuerdo del 8-0 de la Copa del Rey. Y fue caliente, tenso el choque. Pero no duro. No hubo entradas excesivamente duras. Solo afán de protagonismo de algunos jugadores del equipo visitante, tipo Sergio Ballesteros, del club “virtuosos del balón” y que buscó siempre las cosquillas de Ronaldo para tener su minutito de gloria. El Madrid ganó sin despeinarse, reservando a Ozil, Alonso, Adebayor en vistas al martes. La gran noche para iniciar la carrera por la Décima. Marcaron Benzema tras una obra de arte de Di María y Carvalho en una falta sacada por Ronaldo. El ‘7’ portugués no vio gol y eso que lo intentó. Fue un partido sin más historia que el recorte por 24 horas de tres puntos al Barcelona y el pensamiento de un traspié culé que no llegó en la noche del domingo. De aquí a mayo es lo que le queda al Madrid, vencer y mirar el puente aéreo.
En la Romareda, al quinto partido, ganó el Atlético Madrid que había desperdiciado doce puntos en los últimos cuatro encuentros ligueros. 0-1 con un buen gol del “Kun” Agüero. Forlán sigue desaparecido en combate y con la mente en otras latitudes. El equipo de Aguirre mereció más, pero por dos veces el larguero, otras por magníficas paradas de De Gea, y otras por desacierto de lo atacantes maños, se quedó con el casillero a 0. Victoria necesaria para los colchoneros que mantienen la opción europea abierta.
El resto de la jornada número 24 se desarrolló el domingo a excepción del choque de esta noche entre Real Sociedad y Mallorca.
Se nota el “efecto Marcelino”. Ganó el Racing su segundo partido consecutivo. Esta vez fue en Getafe y por 0-1. Hay entrenadores que tienen un buen libreto en todas las ocasiones y el señor García Toral es de esos. Un muy pero que muy buen entrenador. El Racing que estaba con el agua al cuello, tiene muchas papeletas para quedarse en primera división un año más. El equipo de Michel por su parte ve más lejos Europa. Queda tiempo, no más tropezones.
El Villarreal empató 1-1 en El Madrigal con el Málaga, que continúa como colista, tras la disputa del grueso de la vigésimo cuarta jornada en la Liga BBVA, en un partido en el que los de Pellegrini quedaron anulados por el juego de los amarillos, que perdonaron varias ocasiones y terminaron pagándolo. El equipo de Garrido dejó pasar una oportunidad para hacerse con la tercera plaza de la clasificación.
Osasuna goleó por 4-0 al Espanyol en el debut de Mendilibar en el banquillo navarro, en un encuentro que comenzó dominando el equipo espanyolista, pero que, tras adelantarse los de casa con un tanto de Nekounam, éstos tomaron las riendas del partido. Nekounam puso también el segundo, de penalti. El tercero de Osasuna fue obra de Lolo, que empujó en el segundo palo un balón suelto en la jugada de un córner. El cuarto lo firmó Soriano, tras un error defensivo del Espanyol y rematando a placer un centro de Masoud desde la banda.
El Deportivo de la Coruña, por su parte, encontró en Aranzubía al héroe del partido. El guardameta deportivista subió en el descuento a rematar un córner y amarró un empate (1-1) cuando todo parecía sentenciado. Se puso por delante el Almería con un gol de Piatti nada más comenzar la segunda mitad. El argentino puso una rosca lejana en la portería del Depor, después de una jugada colectiva
El Sevilla CF venció por la mínima al Hércules, 1-0, en el Sánchez Pizjuán después de tres jornadas sin conocer la victoria. Marcó el conjunto de Gregorio Manzano por medio de Rakitic, el mejor de los andaluces, en el minuto 21. Luis Fabiano colgó un pase largo que Negredo dejó atrás con el pecho y el croata perforó la meta de Calatayud. Rakitic sirvió además dos buenos balones en la primera parte a Fazio y Negredo que, de cabeza, ninguno supo convertir en gol. El Hércules fue poco a poco metiéndose en el partido, pero no lograba crear peligro ante Varas. Victoria que da aire al Sevilla y sobre todo a su entrenador Manzano, con la duda cerniendo ya sobre su cabeza.
Como sufrió el Barcelona para lograr imponerse en Camp Nou al Athletic de Bilbao. 2-1 fue el tanteo final. Guardiola respiró aliviado. Un empate hubiera abierto un período de “crisis” innecesario. Villa y Messi (al que hicieron un penalti como una catedral no señalado) hicieron los goles catalanes, el del Bilbao fue anotado de penalti por Iraola. Vendió cara su piel el equipo de Caparrós, inquietando en demasía a la parroquia culé que hasta el minuto 77 empezaba a revivir viejos fantasmas con el aliento cercano del Real Madrid. Primer escollo superado. El Madrid no tirará la toalla así como así, pero el colchón de cinco puntos, dos partidos, sigue siendo renta suficiente para pensar que el Barça sumará su tercera consecutiva.
