jueves, 24 de febrero de 2011

OBJETIVO LONDRES

Ninguno de los tres equipos españoles logró ganar en los partidos de ida de los octavos de final de la Champions League

Antonio Blanca

Regular tirando a bien si pensamos en el caso del Real Madrid, regular tirando a mal lo tendrá el Valencia en Gelserkichen en su partido de vuelta ante el Schalke de Raúl y con la siembra de la duda se encontrará el Barcelona en su estadio para remontarle la eliminatoria al Arsenal.

Ningún resultado escandalosamente negativo. Todo lo contrario, los tres representantes españoles se llevan al choque de vuelta (8 y 9 de marzo; 15 y 16 de marzo) un marcador que deja abierta todas las posibilidades de meterse en el bombo de cuartos de final, donde estarán los ocho mejores clubes del continente de esta temporada.

Si repasamos una a una todas las eliminatorias de octavos, todos a excepción del Copenhague (perdió 0-2 frente al Chelsea de Anelka) tienen opciones. Más complicadas por haber perdido por la mínima en su casa para el Milan e Inter. También le ocurre eso a la Roma (2-3 frente al Shaktar), y pone de manifiesto que el fútbol italiano no pasa su mejor momento. Se halla en una crisis de identidad, en la que el “catenaccio” ya no es suficiente. Ahora esa forma de jugar debe aderezarse con músculo, potencia y velocidad.

Por lo que respecta al Barcelona puede tener una noche de ensueño. Al equipo de Guardiola poco le importa que Walcott y Cesc Fábregas no lleguen por lesión a la vuelta. Es más, estoy seguro que Messi, Iniesta y compañía quieren a un Arsenal pleno para darle más contundencia a una remontada cuya creencia es irrefrenable. Al precedente del año pasado me remito. Veo un gran partido culé. Juego a profeta, pero con razones para ello. Pese a la derrota, sigue siendo favorito el Barça.

Un empate en casa, 1-1. A pasar frío irá el Valencia a Alemania a intentar conquistar la tierra de la minería. Raúl y sus diez escuderos intentarán impedir que loso guerreros de Emery se metan en cuartos. El Valencia debe ganar sí o sí, o especular a empatar a más de un gol. Mejor salir descaradamente a por la primera opción, teniendo en cuenta que enfrente está la espada más mítica del fútbol europeo, el rey Arturo de la Champions League, Raúl González y sus 70 dianas.

Dos maleficios persiguen al Madrid del siglo XXI. Seis años consecutivos cayendo en su competición en octavos de final, fiasco tras fiasco a las primeras de cambio, y el otro, no lograr haber ganado a su auténtica bestia negra, el Olympique deLyon. 1-1 en la ida en Francia. Sobre el papel, no es mal resultado para los de “Mou”, que apelarán al espíritu Juanito para meterse siete años después en cuartos. A priori lo tiene mejor que el Olympique, pero claro con los precedentes existentes, el temor a un nuevo tropiezo está perenne. Mourinho no lo contempla, me da que Florentino sí, verlo por primera vez y creo que última levantarse en un palco, es algo inaudito y desde luego imborrable.