Se acabó la temporada 2010/2011 con el Barcelona como campeón por tercer año consecutivo y como equipos de segunda al Almería, Hércules y Deportivo de la Coruña después de veinte años en la primera división
Antonio Blanca
Pues esta historia llegó a su punto y final. La temporada 2010/2011 en lo que a fútbol español se refiere puso su epílogo a sin sabores, lloros, risas, alegrías, emociones y celebraciones este pasado sábado, jornada de reflexión electoral de unas históricas elecciones locales y autonómicas para España. El Madrid se llevó la Copa del Rey dieciocho años después, el Barça suma veintiuna ligas, tres de manera consecutiva, tres con Pep Guardiola como entrenador. En agosto, hasta dicho veraniego mes estaremos huérfanos de fútbol (sálvese una Copa América muy venida a menos), Madrid y Barcelona inaugurarán por todo lo alto el nuevo curso. Pero esto que ha finiquitado hace menos de cuarenta y ocho horas, tiene importantes cambios. Aparte del duelo Barcelona-Real Madrid, polaridad difícil de destruir, de los equipos de segunda fila como Valencia, Villarreal (Champions League), Sevilla, Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao (Liga Europa) que han realizado una notable temporada, hay que dar la bienvenida a la BBVA a dos viejos conocidos, el Betis y el Rayo Vallecano, que volverán a disfrutar a costa de tres equipos que cogen el doloroso camino que lleva a la Liga Adelante, Almería, Hércules y el Deportivo de la Coruña, que hace una década campeaba por Europa y vivía su época dorada, pero el deporte tiene estos cambios de rumbo, y a los gallegos les toca ahora vivir una larga y árida travesía por el “infierno” buscando arribar la gloria dentro de un año.
Terminó el Barcelona la campaña en Málaga venciendo 1-3 a los de Pellegrini que nada se jugaban. Resultado para cerrar una gran temporada por parte de los de Guardiola y un nuevo renacer en la capital de la Costa del Sol. Un jeque con “petro euros” que gastar, un buen entrenador para realizar un firme proyecto y una afición que espera volver a vivir, ¿por qué no?, noches mágicas por Europa. La cantera del Barça augura tiempos buenos, y quién sabe si otra hornada de jugadores al nivel de Xavi, Piqué, Iniesta, Messi…
8-1 del Madrid de Ronaldo al Almería. Papel digno de los andaluces ya descendidos en el Bernabéu. El Madrid goleó sin pisar el acelerador, Ronaldo pasó el récord de tantos de Zarra y Hugo Sánchez, cifrándolo en 40 según la Real Federación Española de Fútbol, en 41 según el “pichichi” de Marca. Unos números de un auténtico devorador, de un descomunal “killer” y que pasarán años hasta que alguien lo iguale o bata. El equipo de “Mou” primera versión se marchó con un balance de 102 goles a favor, y eso que era defensivo. No le ha dado este primer año al portugués para derrocar al Barcelona (al menos en liga, porque en Europa con un arbitraje imparcial, quien sabe que hubiera pasado, y en Copa lo venció), dejándose la liga en campos y partidos inesperados ante rivales de nivel mucho más bajo. Fue el del sábado un partido para despedir a un buen tipo, Jerzey Dudek, que ha jugado poco, pero que se ha hecho querer en el vestuario. Adebayor marcó un hat-trick para reivindicar su fichaje a la directiva, y Benzema se marchó con el Bernabéu puesto en pie quién sabe si por última vez. Por cierto, que Cibeles no la vallaron, pero por Concha Espina se festejó la Copa de Alemania que Raúl conquistó con el Schalke 04.
A la misma hora del choque del Bernabéu se jugaba un intrascendente partido en el Rico Pérez de Alicante. Hércules y Sporting se repartieron los puntos, empate a 0 y fin de curso. Suspenso para los alicantinos, que descienden. Suficiente para los asturianos que podrán tener otro tiempo de gozo el curso que viene.
Y quedaba para las diez de la noche la traca final, el duelo angustioso de seis equipos que dependían de sí mismos para no caer al abismo tenebroso de la Liga Adelante. El otro partido por la Liga Europa se lo llevó el Sevilla 2-3 en el Cornellá-El Prat, ante el Espanyol el día que el “pequeño Buda”, Iván de la Peña se retiraba de este deporte, que tan mal lo trató en muchas ocasiones, y al que el bueno de Iván siempre le dio otra oportunidad. Un adiós de un futbolista con muchísima clase.
El Zaragoza cumplió en el Ciudad de Valencia venciendo 1-2 al Levante. Tenía que ganar para quedarse en primera y así lo hizo. Se comió a su rival desde el principio y solo al final del encuentro, los maños lo pasaron mal, presos de los nervios que el empate hubiera supuesto el descenso. Eclosión alegre en Valencia con sabor aragonés, una jota y a seguir disfrutando.
Osasuna logró cumplir el objetivo de la temporada al conseguir la permanencia en la Liga BBVA, tras su victoria por la mínima, un solo gol ante el Villarreal en el Reyno de Navarra gracias al tanto de Cejudo al filo del descanso, que hizo justicia con el gran partido realizado por los hombres de Mendilibar. El Villarreal estuvo muy flojo durante todo el partido y no dispuso apenas de ninguna ocasión para inquietar la portería defendida por Ricardo. Osasuna, por su parte, no paró de inquietar la meta de Diego López y finalmente tributó a los suyos un merecido premio.
Hasta siete goles se anotaron en el Iberostar de Mallorca. El equipo balear lo pasó fatal durante los noventa minutos, pues el empate del Deportivo con el Valencia lo mandaba a segunda, pero eso gol no llegó en Coruña y el equipo de Laudrup a pesar de caer derrotado por 3-4 ante el Atlético de Quique (por última vez) mantiene la categoría. Los rojiblancos jugaron a por todas, y lograron sumar tres puntos que les mandan a la Intertoto, o en otras palabras, empiezan la temporada a principios de julio.
La Real Sociedad y el Getafe empataron a uno en Anoeta y consiguieron salvar la categoría, permaneciendo una temporada más en Liga BBVA, gracias al Valencia, que derrotó al Deportivo de la Coruña en Riazor, por 0-2, y mandó a los coruñeses a la Liga Adelante. Fue un partido vibrante y con cautela, con los nervios a flor de piel, pendiente de las radios y de Riazor. Al final tanto vascos como madrileños tendrán billete de primera clase.
Como en la 93/94, el Valencia fue el verdugo del Deportivo. Aquel año por arrebatarles la liga con el fatídico penalti de Djukic, esta por vencerles en la última jornada y mandarles a segunda división. La imagen final de Valerón, fotografiado con la mirada perdida lo resume todo. Riazor se heló y enmudeció con el gol en el minuto 4 de Aduriz. Desde ese momento los de Lotina eran de segunda. No pudieron tomarle el pulso al partido. Gozaron de ocasiones, bastantes, pero la fortuna quería que el otrora “SuperDepor” tuviera una prueba de fuego, y tras veinte años en primera división, levantara anclas y descendiera al fondo del fútbol. La Torre de Hércules buscará sentarse de nuevo entre los más grandes, para ello el Deportivo debe coger el ascensor u tirar para arriba. Aquí en primera, ya se le espera.
