Con toda probabilidad el jugador del Schalke 04 en la actualidad y ex capitán del Real Madrid durante más de tres lustros jugó ayer su último partido de Copa de Europa
Antonio Blanca
Miércoles 4 de mayo de 2011. Esa fecha, el día de ayer tiene visos de quedar marcada en la historia del fútbol, en el currículo del mejor futbolista español de todos los tiempo, Raúl González Blanco. El eterno capitán merengue ahora en las filas de un humilde equipo germano cayó apeado de la Champions League por un Manchester United sublime, que barrió tanto en la ida como en la vuelta a Raúl y sus compañeros. El propio ‘7’ añil lo recalcó, hay una diferencia de nivel colosal.
Lo grande de esta temporada ha sido que contra pronóstico, haciendo añicos las casas de apuestas, el Schalke 04 haya firmado la mejor temporada de su historia en la “Orejona”, eliminando al Valencia y al Inter de Milán, y cayendo dignamente, 0-2 y 4-1 contra el United de Ferguson, que se encontrará en Wembley al Barcelona para revivir una posible “vendetta” de la final de Roma de 2009, aunque aquí dejo constancia y por motivos en los que no entraré hoy, el Barça va a ganar sí o sí esta edición de la Champions.
Se fue Raúl, siempre con el halo de esperanza que queda de volver a verle en una noche grande europea, pues hasta que un futbolista de su talla no cuelga las botas, siempre hay un resquicio que puede permitirnos volver a verle perforar redes. Pero, por su comportamiento durante todo el choque, sí que dio la impresión de que hasta el propio Raúl conocía el punto y final de su carrera europea.
Desde luego, que mejor escenario que Old Trafford, el “teatro de los sueños”, nombre maravilloso para un estadio, para despedir al jugador con mejores estadísticas del fútbol europeo, por delante de talentos como Müller, Inzaghi, Van Nistelrooy, auténticos “killers” del área, devoradores del gol, a los que Raúl ha ido batiendo, dejando atrás, con profesionalidad, genialidad y goles, con actuaciones memorables en la competición más bonita del fútbol. Por eso digo que Old Trafford ha sido el mejor escenario para escribir el adiós. Un campo, una afición que sufrió en sus carnes al mejor Raúl, decir Old Trafford, Madrid y Raúl, es remontar la memoria al Miércoles Santo de 2000, cuando el Real conquistó la octava dicha temporada y ese día Raúl subió a los altares para dejar fuera al United en los cuartos de final, junto con Fernando Redondo.
Tras verse forzado a abandonar el pasado verano el club de sus amores (con una despedida vergonzosa tributada por la directiva madridista para quien ha sido y es todo un símbolo del Madrid), Raúl, lejos de buscar un retiro dorado, ha liderado la proeza del modesto Schalke, que por primera vez en su historia ha logrado colarse en unas semifinales de Copa de Europa con 5 tantos del ex capitán de la selección española.
A pesar de la contundente eliminación, el eterno jugador madrileño se ha despedido a lo grande del torneo en el que escribió páginas de oro, y que lo aupó al Olimpo de los grandes talentos del continente. Aunque Europa pierde a uno de sus grandes iconos, la leyenda del '7' seguirá viva por mucho tiempo en la retina de profesionales y aficionados del 'Viejo Continente'.
El '7' del Schalke, y el legendario capitán del Madrid, dice así adiós a la que sin duda ha sido su competición predilecta, de la que es además el máximo goleador con 73 tantos, desde que la Copa de Europa adoptara el nuevo formato 'Champions' en 1992 y en la que se ha proclamado tres veces campeón con el Real Madrid, marcando en dos de las tres finales. Europa echará de menos a Raúl, la historia por fortuna ha dejado constancia de su paso.