Ocho de los veinte clubes de la Liga BBVA, entre ellos Atlético y Valencia, no encuentran anunciante
¿Es posible que los clubes que manejan el tercer y el cuarto mayor presupuesto de la Liga BBVA no encuentren un patrocinador para su camiseta? Pues sí, es posible. Atlético de Madrid y Valencia se han quedado sin un anunciante que estampe su logotipo, a cambio de unos cuantos millones de euros, en su respectivas camisetas. Kia, que llevaba más de un lustro equipando la elástica rojiblanca (y motorizando a sus jugadores, a los que regalaba un vehículo cada año), decidió no renovar el contrato que le ataba al Atlético de Madrid, a razón de cinco millones de euros por curso.
En el caso del conjunto valenciado, Unibet también ha decidido marcharse de Mestalla, donde dejaba 3,5 millones de euros por poner su nombre en la camiseta del club che. Y ninguna de las dos entidades ha encontrado recambio, si bien en lo que respecta a los colchoneros trascendió recientemente el presunto interés de un portal web que promueve infidelidades por abrirse mercado en España a través de la camiseta rojiblanca. Según publicó el pasado 2 de julio el diario deportivo As, Ashley Madison habría mandado un fax a las oficinas del Vicente Calderón con una oferta de tres millones de euros por cada una de las tres temporadas que quiere patrocinar al club. En cualquier caso, quedar fuera de la Champions League le ha supuesto al Atlético de Madrid una pérdida de caché muy significativa a la hora de buscar recambio para Kia.
En Valencia la situación tiene otras connotaciones. En 2007 firmó un contrato para lucir, durante la campaña 2008/09, el logotipo de la Fundación Valencia Experience en su elástica por 6 millones de euros. El caso acabó en los juzgados después de que la empresa que se encontraba detrás de esta Fundación (Product Management Council S. L.), cuyas actividades se desconocían, decidiera no pagar.
Unirse comercialmente a una compañía sin actividad reconocida le valió al Valencia perder cuota de mercado a la hora de captar nuevos patrocinadores. Así fue como Unibet, hasta la fecha su último sponsor, gozaba de un contrato de 3,5 millones de euros, casi la mitad que su anterior ocupante.
Atlético y Valencia representan dos casos sintomáticos de la bicefalia que está experimentando el fútbol español, no sólo en materia de resultados deportivos, sino también en económicos.
Madrid y Barcelona al margen, Atlético y Valencia son los dos clubes con los presupuestos más altos de toda la Liga BBVA. Y no encuentran anunciante. En su misma situación se encuentran otros seis clubes, lo que eleva a ocho la nómina de los que, a expensas de lo que suceda en las próximas semanas, comenzarán la temporada con su equipación libre de publicidad. Betis, Espanyol, Osasuna, Rayo Vallecano, Sevilla y Villarreal tampoco tienen patrocinador textil.
En el caso del submarino amarillo, hasta el pasado 30 de junio gozaba de un lucrativo contrato, a razón de 3 millones de euros, por publicitar Aeroport Castelló, el aeropuerto inaugurado en la provincia de Castellón el pasado mes de marzo y que aún no dispone de licencia para operar.
Y es que, en el tema de la publicidad en las camisetas, la diferencia entre el dúo integrado por Madrid y Barça, y el resto de equipos, es abismal.
En el conjunto del Bernabéu, Bwin mantiene hasta 2014 su contrato de patrocinio, por el cual paga 23 millones de euros por temporada. Son siete menos de lo que va a disfrutar el FC Barcelona por cada una de las próximas cinco temporadas, en virtud del acuerdo alcanzado con la Qatar Foundation a mediados del pasado curso. El del Barcelona supone el mayor contrato de la historia del fútbol por ceder el espacio publicitario de la camiseta.
Pero, por detrás de ambos clubes, existe una diferencia más que notable con respecto al resto de protagonistas de la LigaBBVA. Ni Atlético, ni Valencia, ni Villarreal ni Sevilla, que son los siguientes equipos más potentes, en cuanto a prespupuesto, del campeonato, tienen anunciante. El siguiente en la lista es el Athletic, que percibe 2,1 millones de euros de Petronor. El Zaragoza, con los dos millones de su contrato con Proniño, la filial de Telefónica, le sigue en la lista.
Nadie más supera el techo de los dos millones de euros, ya que el quinto club con el contrato de patrocinio más lucrativo por prestar el espacio de su camiseta es el Levante, con los 1,7 millones que le abona la Generalitat Valenciana.
Uno de los casos más singulares esta temporada es el del Málaga, que ha cecidido desvincularse de la vía comercial y apostar como anunciante por un organismo internacional sin ánimo de lucro: la Unesco. Además, se da la circunstancia de que es el propio Málaga quien paga 1,5 millones, en concepto de donación, a esta organización.
La crisis no sólo se plasma en el número de clubes que no encuentran patrocinador que vista sus equipaciones, sino también en los jugadores que no disponen de un contrato con un proveedor de material deportivo. Ésta es una de las principales fuentes de ingresos para los futbolistas dentro del capítulo de derechos de imagen, al margen del salario que perciben de sus equipos, y en algunos casos las cifras de estos contratos alcanzan varios millones de euros.
Ya se vio durante la pasada Copa América que incluso el Kun Agüero pintó sus botas completamente de negro tras finalizar su contrato con Nike, y en previsión de firmar uno nuevo con Adidas.
Este fenónemo llega incluso a la plantilla del vigente campeón de Liga y Champions. En el Barça, Víctor Valdés y Keita son dos de los jugadores que aún no han firmado un contrado de patrocinio con un proveedor de botas deportivas. Es el efecto que tiene la crisis en la publicidad futbolística.