El futbolista brasileño se deshace en piropos con el Barcelona, como siempre hace cuando habla en público, y el Real Madrid empieza a contemplar otras operaciones futuribles
Antonio Blanca
El caso Neymar se ha puesto, de nuevo, cuesta arriba para el Real Madrid. El Barça parece ser ahora quien toma ventaja en el fichaje de un futbolista que podría llegar libre a la Ciudad Condal en 2014. Mal asunto para un Florentino Pérez que volverá a la carga, que nadie lo dude, para retomar la ventaja que hace unas semanas parecía tener sobre el brasileño. Sin embargo, por si acaso, en el Bernabéu ya manejan un plan B. Dos temporadas seguidas sin galácticos son demasiadas.
Todavía es pronto y la lista, muy amplia. Las necesidades del equipo variarán a lo largo de la temporada y los gustos de Mourinho, también. Sin embargo, algo parece evidente: tras un verano sin refuerzos de renombre (Agüero se quedó en el camino, Neymar no llegó por que él no quiso) hay que fichar. Hay que fichar algo importante. Y hay que fichar fundamentalmente de tres cuartos de cancha hacia adelante.
El deseo personal de Florentino Pérez es hacerse con los servicios de un delantero centro. La actual plantilla cuenta con dos en un estado de forma magnífico. Higuaín y Benzema se salen. El primero, sin embargo, siempre ha estado en la lista de futuribles traspasos del Real Madrid, especialmente por lo que al presidente respecta.
Que el “Pipita” se haya ganado esta temporada el puesto no significa que este verano no vaya a estar de nuevo en liza para ser vendido. Más si cabe si su traspaso vale para hacer caja y, de paso, traer a un hombre de renombre. Ésa ha sido siempre la filosofía de Florentino Pérez. Mourinho aceptaría esta opción siempre que el elegido sea un refuerzo de garantías. Es ahí donde entra en liza la lista de candidatos del técnico portugués.
Fernando Llorente o Wayne Rooney son viejos deseos del Bernabéu. El primero lo ha sido sobre todo de un sector de la directiva merengue emocionada con el juego del riojano. Español y de calidad, sus características encajarían a la perfección en el sistema de Mourinho y daría alternativas.
Problema: el Athletic no quiere vender. Es decir, el Real Madrid tendría que acudir a la cláusula de rescisión (36 millones), algo que, además de disparar su precio por los impuestos indirectos, generaría tensiones con la directiva rojiblanca. Por ahí no. Florentino ha prometido (como hizo con el Atlético y Agüero) que no usará esta vía para traer nuevos futbolistas.
Rooney también es un viejo deseo de Florentino Pérez. De hecho se le puede calificar como 'el deseo' de Florentino Pérez más allá de Neymar. Su tirón en el mercado asiático, su estrella mediática y sus cualidades como jugador clave en el United le hacen un plato apetecible.
Un galáctico en toda regla que sin embargo tiene un precio más que elevado. En Manchester no quieren vender, claro está, pero si la temporada de los 'diablos rojos' no acaba del todo bien, la puerta de un posible traspaso a cambio de jugosos billetes podría satisfacer a ambas partes. El club de Old Trafford sigue pasando ciertos apuros financieros pese a sus elevados ingresos.
A esta primera línea de delanteros se le une una segunda con nombres más escondidos. El rebelde Tévez es un habitual que, si se consiguiera a una buena relación precio / ficha, sí que interesaría en el Real Madrid. El uruguayo Luís Suárez es otro de los nombres que gustan por el paseo de la Castellana, si bien parece complicado que el Liverpool lo venda, ahora que está en estado de gracia y que es el nuevo ídolo en Anfield.
Van Persie es, por su polivalencia, un hombre que ya ha sonado en alguna ocasión en el Bernabéu, si bien a Mourinho no le gusta su facilidad para lesionarse. Le conoce de la Premier League y sabe de su fragilidad.
Jesús Navas, del Sevilla, también ha estado en los planes de Florentino Pérez. Su capacidad para jugar en las bandas lo hace un refuerzo interesante para este nuevo conjunto blanco. Sin embargo, Del Nido se ha mostrado inflexible para vender y al igual que sucede con Van Persie, su fragilidad física e incluso psicológica lo hacen ser un hombre con interrogantes ante semejante desembolso.
La vía más lejana (que no la menos apetecible) es la de Agüero. Sin embargo, parece difícil que el Real Madrid intente su fichaje apenas un año después de su salida del Atlético. Ya no sólo porque en el City no lo vayan a vender, sino porque una posible cláusula anti-Real Madrid firmada con el Atlético haría complicada esta incorporación.
