El
delantero centro del Atlético de Madrid anotó cinco goles la noche en la que
Messi batió el récord de goles en un año de Müller
Antonio Blanca
Dos
claros protagonistas nos ha dejado la inacabada jornada número 15 de la BBVA.
Messi y Falcao. Argentino y colombiano, jugadores franquicia del líder del
campeonato el Barça y el segundo, el Atlético de Madrid, que ha encontrado en
la figura del “Tigre” a un jugador de época. De Messi pocas cosas se pueden
decir o escribir ya a estas alturas con tan solo 25 años. Le falta el Mundial
para seguir engrosando un currículo de auténtico vértigo, digno de un elegido
para pasar a la historia del fútbol. Claro que a ello han contribuido jugadores
de la talla de Xavi, Iniesta… una pléyade de magníficos futbolistas que
colaboran para que Messi siga tumbando récord tras récord. Cuestión de tiempo
que ponga unas cifras mareantes e inalcanzables. El siguiente récord que ha
caído ha sido el del “Torpedo Müller”, el tanque alemán que anotó 85 goles en
un año. Messi lo ha batido dejándolo a falta de tres partidos en 86 goles. Si
bien hay que contarlo todo, Messi ha necesitado más partidos que el futbolista
germano, por lo que en el promedio, Müller sigue estando por delante. Ahora el
rojiblanco, Falcao, menuda noche de arte y goles nos regaló a todos los que
amamos el fútbol. Un partido 10 el jugado por el ‘9’ colchonero, que sin lugar
a ningún tipo de duda es el mejor delantero del mundo a día de hoy. Marca de
todas las formas habidas y por haber, el gol recorre sus venas y es un jugador
noble y puro. Me pregunto si Radamel tuviera a pasadores de ojos de halcón, de
esos que encuentran un hueco en un túnel sin salida, cuántos goles marcaría.
Noche de leyendas la que nos tributó el 9 de diciembre, día para recordar.
La
jornada décimo quinta se puso de largo el viernes, sigue la moda de en lugar de
dos días sean cuatro de duración los de las jornadas ligueras, se estrenaba en
el banquillo de Cornellá-El Prat el mexicano Javier Aguirre. Espanyol contra
Sevilla. Duelo de necesidades y de urgencias de distinto calibre para los dos
equipos. Empate final a dos. Sin alegría para ninguno de los dos. Un punto que
sabe a bien poco. El Espanyol sigue abajo, el Sevilla más lejos de Europa. El
principal protagonista del choque, Muñiz Fernández, el árbitro que solo él sabe
porque expulsó a Reyes y donde existió el penalti favorable a los locales. Un
desatino supino.
Ya
el sábado se vivió un final de partido loco y eléctrico en Anoeta. Lafita
adelantó al Getafe a falta de cinco minutos para el final. En el descuento
Carlos Martínez puso el 1-1 final para la Real Sociedad que cortó de ese modo
la magnífica racha del cuadro de Luis García Plaza que abandonan en esta
jornada los puestos de Liga Europa.
Puede
decir sin miedo Pellegrini y salvando las distancias que se ha quitado parte de
la vergonzosa losa de haber sido el entrenador que ocupaba el banquillo del
Real Madrid cuando un 2ªB le marcó cuatro goles en aquella nefasta eliminatoria
para los merengues. Esta vez las cartas eran diferentes, si bien el chileno
seguía teniendo las más poderosas. No mereció tampoco tal varapalo el equipo de
Anquela, el segundo de a bordo, el técnico del famoso “Alcorconazo”. 4-0 venció
el Málaga al Granada que desaprovechó varias ocasiones para adelantarse en el
marcador, pero el gol se paga y el equipo de Anquela carece del mismo. El
entrenador del equipo blanquirojo queda a los pies de los leones y otro
tropiezo puede impedirle paladear los turrones en la tierra de la Alhambra.
Otra
tarde noche de taquicardia la que vivió el Mou’s
eleven. El escenario del rodaje esta vez fue el frío de Valladolid,
concretamente en Pucela. Los merengues, la tarde del sábado de verde botella
(hay quien empieza a detestar enconadamente ese color) hubieron de remontar por
dos veces el resultado del equipo de Djukic que volvió a evidenciar por medio
de los dos goles de Manucho que el Real no sabe defender a balón parado.
Distracción, malos marcajes y poca anticipación, cóctel que ya no hacía que una
derrota pudiera allanar aún más la pendiente de liga cuesta abajo que tiene el
Barça, sino que la propia segunda plaza de la BBVA se ponía en serio peligro.
Tuvo que aparecer Ozil y la pizarra de Mourinho, que experimentó cosas nuevas.
Hasta tres líneas defensivas distintas a lo largo de la segunda mitad. Callejón
se destapó como sobresaliente multiusos y el genio de la lámpara maravillosa se
echó al Madrid a sus espaldas. Ozil marcó dos goles. Uno precioso de falta, dos
de dos en lanzamientos de libre directo esta campaña. El otro en combinación
cual ballet clásico con Benzema. Final de 2-3 para los de Mourinho que no
merecieron sufrir tanto, pero que deben espabilar justamente en esa herida
abierta de jugadas de estrategia, porque la remontada un día puede quedarse en
amago, y las caras largas.
Soldado
anotó a su ex equipo el único gol de la fría noche pamplonesa en el debut de
Ernesto Valverde en el banquillo del Valencia. 0-1 ante Osasuna que sirve a los
ches para levantar la mirada y ver que las posiciones de Champions League no se han
retirado en demasía. Primer partido de la breve era post Pellegrino y sacado
adelante con un suficiente alto. A Valverde le quedan muchas teclas que tocar,
muchos esquemas que borrar y coger la batuta para que la banda del Turia suene
de modo armónico.
Mañana
soleada en Valencia para todos menos para Joaquín Caparrós. El Mallorca se ha
olvidado de ganar y el técnico utrerano puede tener las horas o los días
contados al frente del cuadro balear. 4-0 venció un soberbio Levante a los de
Caparrós. 1-0 al descanso. Luego, en diez minutos vinieron los otros tres, a
cada cual mejor. Los granotas se gustan. Ya no son revelación, son confirmación
en una temporada que puede venir a superar la magnífica campaña anterior.
Difícil el reto, camino de sobrepasarlo están.
Ganó
el Athletic de Bilbao 1-0 al Celta de Vigo para sacar la cabeza a flote
definitivamente y poner el descenso a seis puntos. Aduriz fue el hombre que
anotó el único tanto merced a un fallo defensivo del conjunto gallego. Bielsa
saca a trancas y barrancas el barco vasco adelante, no sin pocos disgustos. El
técnico argentino dice ahora comprender a Llorente. A buenas horas mangas
verdes.
El
Atlético jugaba en casa de nuevo tras una semana negra, derrota en Liga Europa
que le costó la primera plaza del grupo, y la más hiriente, la del Santiago
Bernabéu en el derbi. El Calderón pulsaba el estado de ánimo de los pupilos del
“Cholo” Simeone. Tras los noventa minutos se pudo constatar que de depresión y
tristeza nada de nada. Ni por asomo. El Deportivo pagó los platos rotos y cayó
derrotado 6-0. Diego Costa abrió el marcador de una noche inolvidable para la
parroquia colchonera y para Radamel Falcao. Cinco goles como cinco soles del
colombiano. Una gesta que le sitúa como el mejor delantero del momento. Los
rojiblancos han superada con nota su semana horribilis
y se asientan en la segunda posición de la liga BBVA.
El
Benito Villamarín fue testigo del último partido del domingo futbolero. La
jornada se cierra esta noche en Vallecas con el Rayo-Zaragoza. Ganó el
Barcelona que como su estrella Messi sigue con números de récord. Ya van quince
partidos todos contados por victorias a excepción de uno (empate con el
Madrid). Messi anotó dos goles para superar a Müller y para que su equipo
ganara 1-2 ante un Betis valiente que no mereció perder. La madera evitó la
épica verdiblanca, la pelota se estrelló hasta tres veces en los palos impidiendo
de este modo el empate o la victoria del equipo de Pepe Mel. Al Barcelona le
bastó con Messi, que deslumbró Sevilla por diez minutos y que les dio en
bandeja tres puntos más para seguir marcando diferencias con Atlético y Real
Madrid. La liga cada vez es más blaugrana.