El
fútbol español no es ajeno a la crisis socioeconómica que asola a la Península
Ibérica y no son pocos los clubes que pasan dificultades económicas
Antonio Blanca
¿Por
qué la liga de fútbol española es la mejor del mundo? ¿Por sus excesos y
contratos mil millonarios? ¿Por qué este fenómeno? ¿Pan y circo para todos? Una
frase referida cientos de veces. El origen es una sátira del afamado escritor
Juvenal (Decimus Iunius Iuvenalis).
La sección donde indica esa frase es la siguiente: [...]nam qui dabat olim
imperium, fasces, legiones, omnia, nunc se continet atque duas tantum res
anxius optat, panem et circenses.[...] (Aquel pueblo rey que antes
distribuía el imperio, las fasces, las legiones, y todo, a la sazón ansiaba tan
solo dos cosas: pan y juegos). El pan al que se refiere Juvenal es la annona, el pan subvencionado por el
Gobierno de Roma. Todos los ciudadanos romanos tenían derecho a la manutención
gratuita. Hacia el siglo II antes de Cristo el suministro de cereales en Roma
comenzaba a sufrir problemas dada la masificación de la capital y las siempre
azarosas condiciones de transporte. El trigo se negociaba en los mercados a
precios elevados y la población tenía dificultades para alimentarse cada vez
que había una mala cosecha o dificultades logísticas. Estos problemas se
traducían en descontento generalizado de la población... ¿Les suena todo esto,
siglos después?
En
la España de hoy, con la lengua fuera de tanto que nos aprietan el cinturón,
crece el clamor popular contra los dispendios, contra los excesos, contra la
gran burbuja del fútbol ¿Se atreverá alguien a poner el cascabel al gato? ¿Qué
significaría el final del pan y circo para todos, en este caso, fútbol y más
fútbol todos los días de la semana? Es una forma de mantener al gentío ocupado,
sin darle tiempo a reflexionar sobre otros menesteres.
El
28 de junio los equipos que tengan deudas con jugadores y técnicos descenderán
de categoría. Hacienda y la UEFA son cada vez menos comprensivas con sus
cuentas. No sólo aplican la ley, sino que preparan normas más estrictas. El
próximo 28 de junio, a las 12 horas, llega el momento de la verdad para los
clubes de fútbol. Es la fecha límite que tienen para pagar sus deudas con
jugadores y técnicos. Si no lo hacen, descenderán de categoría, según establece
el Reglamento de la Federación de Clubes de Fútbol. Tampoco se salvarán los
clubes que estén en concurso, como ocurría hasta ahora, ya que una disposición
de la reforma concursal lo impide.
La
burbuja del fútbol se va deshaciendo poco a poco. Los clubes cada vez
encuentran menos comprensión por parte de la Administración española, que ya no
puede hacer la vista gorda ante estas deudas (lo que le pondría bajo sospecha
de dar ayudas de Estado) ni ante las autoridades del fútbol internacional.
El
Reglamento de 2010 llevó a los clubes a destinar sus escasos recursos al pago
de los salarios en vez de liquidar deudas con otros trabajadores, con
proveedores o incluso con la Seguridad Social o Hacienda.
El fútbol español acumula en la última década una deuda de 3.600 millones de euros, tal y como refleja el informe que tiene en su poder el Consejo Superior de Deportes (CSD), elaborado tras analizar al detalle el estado financiero de todos los clubes españoles. 690 millones del total corresponden al dinero que estos deben a Hacienda, que es el mayor acreedor de los equipos de Primera y Segunda división. La otra gran partida corresponde a los 22 concursos que hay en marcha y que recogen todo tipo de deudas.
Desde
salarios a traspasos, pasando por los 107.000 euros que el Deportivo de
Lendoiro debe a un restaurante. El informe forma parte del control que CSD y
Liga de Fútbol Profesional (LFP) están realizando a los clubes que han formado
parte de la LFP en los últimos diez años con el fin de cuantificar la cifra
exacta.
Miguel
Cardenal llegó a la presidencia del CSD con el objetivo marcado desde Moncloa
de frenar el aumento de la deuda y poner fin a los incumplimientos en los pagos
a Hacienda y Seguridad Social. Ahora cada tres meses, los dirigentes de los 42
equipos que forman parte de la LFP deben pasar por la comisión creada por ambas
entidades y que es la encargada de controlar la sostenibilidad de los equipos.
La comisión paritaria será la encargada de dictaminar el 1 de julio si los
equipos son capaces o no de seguir adelante en función de los números que
presenten. La liquidación acecha a alguno de ellos, así como la prohibición de
competir en Europa a todos aquellos que el 30 de junio de 2014 no cumpla con el
fair-play financiero marcado por la
UEFA. El que gaste más que ingresa, fuera de Europa.