miércoles, 22 de abril de 2015

TRIUNFAL NEYMAR

Jordi Grimau

Primera parte brillante del Barcelona, que arrancó el partido con una seriedad que daba la impresión de que era el equipo que debía remontar. Presión asfixiante a la zaga francesa, que apenas sabía qué hacer con el balón y era incapaz de pasar del mediocampo. Así, con las recuperaciones, lanzaba contras a la velocidad que marcaran Neymar o Suárez.

A los 13 minutos, fue Iniesta el que tomó el balón y dio comienzo a una jugada que recordó los mejores tiempos del manchego. Con una conducción perfecta, se deshizo de sus marcadores con la elegancia que le dan sus quiebros de cintura. En el horizonte, Neymar se desmarcaba de un despistado David Luiz. La jugada era clara para el espectador que lo veía desde la tele y también para Iniesta, pues sirvió un pase milimétrico al brasileño para que se quedara solo ante Sirigu, driblara al portero italiano y marcara el primer tanto de la noche a placer.

Pese a contar con Ibrahimovic y verse con el marcador en contra, el PSG apenas cambió la dinámica del partido, incapaz de sacarse de encima el dominio aplastante de los azulgrana. Con ese déficit de competitividad, fue cuestión de tiempo que llegara el segundo gol de la noche. Y así pasó a once minutos del descanso.

En una de las múltiples jugadas en las que el Barcelona movía la pelota de un lado a otro, Alves acabó amagando varias veces con el centro hasta quedarse al borde del vértice del área, donde se volvió a repetir el esquema anterior: despiste de David Luiz en su marcaje de Neymar, que a la espalda veía el hueco justo para llegar y rematar de cabeza al fondo de la red el envío de Alves. Doblete del brasileño y fiesta en el Camp Nou. Si Luis Enrique no quería confianzas, sus jugadores tomaron nota despejando cualquier duda sobre el pase en una primera parte perfecta.

Tras la exhibición de los locales, la segunda parte sirvió para hacer control de daños. En el vestuario se quedó Iniesta, que se perdió el partido contra el Valencia por un golpe en la rodilla en el encuentro de ida. Su hueco fue ocupado por Xavi. Y como un reloj, diez minutos después fue Sergi Roberto el que dio relevo a Busquets.

El juego quedó anestesiado por un Barcelona controlador ante un PSG entregado, que apenas creó peligro con un tiro de Verratti desde el interior del área en el minuto 58 que mandó fuera y otro chut fuerte aunque lejano de Ibrahimovic en el 72 que provocó la intervención de Ter Stegen. Era el primer tiro a puerta del equipo francés.

El mayor interés se centró en saber si Messi sería capaz de anotar, pues sus compañeros trataron de facilitar el tanto del argentino, que a puntoestuvo de llegar cuando un tiro suyo fuera dio pie al pitido final. Quien se llevó la ovación del público fue Luis Suárez. La grada premió el gran partido del uruguayo en París mientras cedía su puesto a Pedro.

Con este resultado, el Barcelona logra el pase a su octava final de Liga de Campeones en diez años. El PSG, por su parte, deberá esperar otro año para cumplir los sueños de grandeza del jeque.