UN CHELSEA 'JUGON' DA VIDA A LA PREMIER

Daniel Iglesias

Un enfrentamiento intensísimo entre Chelsea y Manchester, segundo y primer clasificado, acabó con victoria local en los últimos minutos con un gol de penalti de Ballack, una pena máxima muy discutible. Ambos equipos empatan a puntos en la cabeza de la tabla, pero el Manchester es líder por la diferencia de goles favorable.

Tensión a raudales. El campeonato en juego y sólo exisite un método para alcanzar la gloria: la victoria. El Chelsea se jugaba el todo o nada y salió a morder, con hambre de triunfo y con el ansia de un ganador. Los 'blues' se resisten a tirar la toalla y mantienen una lucha encarnizada por el título.

El Manchester aún depende de sí mismo, pero esta derrota le obliga a no fallar en las dos jornadas que restan para que finalice el campeonato, ya que el Chelsea estará al acecho. Los hombres de Ferguson no atraviesan por su mejor momento en el tramo crucial de la temporada: un empate ante el Blackburn (1-1), otro en 'Champions' en Barcelona (0-0) y ahora una derrota en Stamford Bridge. Los 'red devils' se desinchan en el peor momento, han agotado el margen de error.

Cristiano Ronaldo en el banquillo. Un síntoma de que las aguas en Manchester están revueltas. Quizá Ferguson prefirió descargar de responsabilidad al de Madeira tras el penalti fallado en el Camp Nou. Pero el resultado dice que no fue una decisión acertada.

El Chelsea avisó desde el primer minuto, con dos disparos de Essien. Dos lanzamientos que presagiaban cuál sería la tónica del partido. Los papeles invertidos: un Chelsea 'tocón' y un Manchester ultraconservador, con falta de recurosos y conformista. El empate era bueno, pues mantenía las cosas en la mismma distancia y con una jornada menos. El plan era perfecto.

Pero Ferguson no contaba con el Ballack más acertado. El alemán recogió el premio del gol en el minuto 45. El asedio londinense merecía esa recompensa. Una maniobra genial de Drogba acabó en la testa del centrocampista, que batió a Van der Sar con un remate impoluto.

El segundo tiempo permitía jugar al Chelsea con la garantía del gol. Con tranquilidad y sin esa desesperación inicial. Sin embargo, otra acción que tampoco entraba en los planes cambió el sino del partido: un error infantil del Carvalho propició el empate visitante. El central portugués falló el control, luego se precipitó en el pase y regaló el balón a Rooney, que no tuvo compasión.

Paulatinamente el Manchester se hizo con el control, pero ni siquiera la entrada de Cristiano les puso por delante. Aun así, la situación no era desesperante, era la situación del principio: el empate es bueno.

Pero era un partido de sobresaltos y de constantes cambios en el guión. El asistente señaló penalti por una cuestionable mano de Carrick. Ballack, empeñado en ser el héroe, transformó la pena máxima y Stamford Bridge volvía a respirar.

Sólo cinco minutos. Sólo cinco más para el final tras ese segundo tanto del alemán. Pero el resultado aún no era definitivo. El orgullo del Manchester y, especialmente, el verse acorralado, le obligó a venirse arriba y buscar el empate aunque sólo fuera con el corazón. Y no lo consiguió porque primero Ashley Cole y luego Shevchenko sacaron sobre la línea dos balones que ya entraban en la portería.

El empate se resistió y la derrota fue el justo castigo para el United más rácano y plano de la temporada. Sólo restan dos jornadas y el Manchester recibe al West Ham y visita al Wigan. Por su parte, los londinenses visitarán al Newcastle y recibirán al Bolton. Dos jornadas para decidir un solo campeón.