UNA TRISTE PERO MERECIDA HUELGA

Sigue sin darse una solución al problema de impagos de la plantilla del Levante que mantiene su convocatoria de huelga indefinida a partir del próximo sábado

Antonio Blanca

La huelga es un derecho reconocido y garantizado por nuestra Constitución. Máxima norma del ordenamiento jurídico y social de España. Y como tal, los jugadores del Levante se amparan en este derecho, para siguiendo los cauces legalmente establecidos, convocar una huelga para el sábado 17 de mayo, con carácter indefinido.

¿Por qué se convoca la huelga para la última jornada de la liga? Pues para empezar por la honradez de los chavales del equipo levantinista, que con anterioridad habían amenazado con ir a la huelga hace tres jornadas, pero por un lado para no incidir en el desarrollo del campeonato (ellos llevan casi un mes descendidos), y no favorecer ni perjudicar a ningún equipo, y de otro lado, porque les tomaron el pelo de forma pueril y traicionera, con Pedro Villarroel a la cabeza, y con todos su séquito de imperiales ladrones detrás de él, manejando los hilos el muy ávido y mejor contable y presidente Julio Romero. Les prometieron el aval de nueve millones de euros que los jugadores del Levante pedían para desconvocar el paro, cuatro millones y medio avalados por el Ayuntamiento de Valencia, cuatro millones y medio avalados por una entidad financiera, que evidentemente cuando vio la situación económica en la que se hallaba el Levante le dijo un no rotundo, fuerte y cierto. No. Pero de manera ruin y trapera, con estilo de gánster y chulo de barrio bajo, Romero se reunió con los capitanes de la plantilla (a Villarroel le falta valor, es un cobarde y todo el miedo que tiene lo solapa con desvergüenza), y con muy mala fe, y abusando de la credulidad de los jugadores, les volvió a tomar el pelo, reírse en su cara, y sabiendo de antemano que no tenía aval alguno que garantizase pagos, les hizo ver lo contrario.

Total, que el Levante desconvoca huelga, siendo engañados como niños chicos, y juegan. No alteran la competición, salvan al Levante de una desaparición cantada, y siguen sin cobrar. Encima de “cornudos, apaleados”. Qué pena. No todo es fútbol de oro y diamantes, lujo y estadios llenos. En la propia primera división hay equipos que no pagan y jugadores que no llegan a final de mes, que sufren embargos de sus bienes, que se siente avergonzados cuando el cobrador del frac se baja de su auto y les pone la cara colorada llamándoles morosos. No hay derecho a ello.

El fútbol español está quedando a la altura del betún, porque si tantísimo les importa a los demás equipos la situación de impagos del Levante, la Liga de Fútbol Profesional debiera haber convocado un paro por los clubes y forzar a Villarroel “Corleone” a pagar a sus jugadores o acudiendo a la justicia ordinaria, demandarle. Pero el fariseísmo es moneda corriente en nuestro fútbol. Porque ya me contaran la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) qué puede decir y realizar, salvo tirar del fondo común e intentar resolver pequeñas situaciones de agujeros negros, pero no es suficiente para resolver el problema de 22 familias, algunas de ellas llevan más de veinte meses sin ver ni un solo euro, una situación que empieza a hacerse insoportable. Y para colmo de males, otra vez tienen que aguantar las falacias e improperios de Julio Romero, vaya personaje, que sale y raja de los capitanes del equipo y en su defensa argumenta que no llevan tantos meses sin cobrar, ¡si encima deberán estarles agradecidos! Es que ni tres días de retraso, dos meses o doscientos, sus nóminas tendrían que estar al día en lo referente a pagos. Nada de retraso, a primeros de mes, toma tu sueldo, merecido porque eres un trabajador de una empresa y realizas un trabajo.

Por todo esto, entiendo que ahora aprovechando la repercusión de jugar contra el Real Madrid, los jugadores del Levante previa consulta a Ramón Calderón, Bernd Schuster y Raúl, hayan convocado esta huelga para la jornada 38. Han tenido el detalle de hacer saber al Madrid cuáles eran sus intenciones y que le parecía a la institución blanca. El Real ha hecho lo que tenía que hacer darle todo su apoyo. Amén que se juegue el partido o no haya fiesta de celebración liguera y capote de Raúl.

Para que el Levante desconvoque esta huelga, tiene que ocurrir que se le avalen trece millones de euros, y que el documento que avala sea firmado ante notario. Situación harto complicada y con solución difícil. No hay visos de solución antes del domingo, en la competición nada influye, sí en las vidas de 22 hombres que seguirán sin ser pagados, y quién sabe si muchos de ellos con momentos económicos delicadísimos. A ver quién le pone el cascabel al gato, ahora es el momento de mostrar verdaderamente el apoyo a los jugadores levantinistas, no me des palabras, dadme hechos.