Se aprieta la clasificación por arriba poniéndose en sólo dos puntos los cuatro primeros de la liga
Antonio Blanca
De nuevo la polémica sacude la liga en la octava jornada. Muy temprano los árbitros están adquiriendo importancia en la liga, cuando aún no se ha finiquitado el primer tercio de ella, el arbitraje es el principal tema de coloquio y discusión. Todo porque la actuación de los colegiados, en teoría dos de ellos con nombre propio, Clos Gómez y Álvarez Izquierdo, con horrendas actuaciones ambos, han salido a perjudicar clara y notoriamente al Real Madrid. Dos arbitrajes nulos y pésimos, que por la importancia del equipo al que se los han hecho adquieren mayor relevancia. Que el Madrid no tiene derecho a quejarse de los colegiados es muy fácil de decir, al igual que es muy fácil pitarle mal al equipo blanco, cometer errores contra él no se castiga. Pero sí que se censura que el Real se queje por malas actuaciones del gremio comandado por el infame Victoriano Sánchez Arminio bajo las órdenes del siniestro Ángel María Villar. Será que como este año hay elecciones a la federación, concretamente dentro de un mes, y el Madrid aún no ha decidido su voto, tal vez, y señalo como mera hipótesis que estos arbitrajes que han sufrido ante Atlético en el Calderón y Athletic en el Bernabéu sean indicativos para donde debe caer el voto del presidente merengue. Curiosamente el equipo de Schuster se ha sobrepuesto a la polémica y adversidades, ha ganado ambos partidos y no cede en la pelea y dura pugna que los equipos de arriba andan librando en este último mes. Lucha en las que están metidos el Valencia de Emery que aún no conoce la derrota, el Barcelona de Guardiola que encandila y enamora (hay que verlo en la lidia de una ganadería dura), el Villarreal de Pellegrini y el Sevilla de Manolo Jiménez que pese al traspiés de esta jornada ante el Málaga todavía están arriba, concretamente a tres puntos del líder. Muy apretada y bonita la liga por arriba, en un pañuelo los favoritos a hacerse con el título final en mayo. Ocho jornadas disputadas, quedan por jugarse treinta partidos, noventa puntos, muchos minutos intensos y vibrantes, queda liga, queda fútbol, esto es sólo el principio, para el nudo y el desenlace aún queda.
El sábado en el Reyno de Navarra debutaba Camacho ante su nueva afición. Y lo hizo con la segunda derrota consecutiva desde que se ha hecho cargo del banquillo de Osasuna. El Betis de Chaparro le dio un buen repaso que sirve para inyectar en período de crisis al equipo andaluz, pero nunca llueve a gusto de todos, y ahora que la calma se instaura en el plano deportivo, en el plano empresarial, la convulsión llama a la puerta, la fiscalía de Sevilla quiere meter mano como sea don “Manué”. Chaparro debía irle pasando el Cd con Resistiré al máximo mandatario verdiblanco.
Otra goleada más. Otro disfrute más para la afición barcelonista que cuenta los partidos de su equipo por escandalosas goleadas y desarrollo de fútbol de altísima calidad, de peso y buenos quilates. Y resulta curioso que con estos buenos ingredientes, el Camp Nou lleve mucho tiempo sin presentar un lleno de “no hay billetes”. Una manita la que se llevó un desdibujado Almería que en todo momento se vio desbordado por el vendaval de fútbol culé con Messi capitaneando las ofensivas catalanas. En 28 minutos, con “hat trick” de Eto’o el equipo de Guardiola ya vencía 3-0, y al final de los primeros cuarenta y cinco minutos el marcador reflejaba el 5-0 final que deja al equipo de la ciudad condal como segundo y con unas impresiones gratísimas. Estoy deseando ver el verdadero nivel del Barcelona cuando se mida con un equipo de primera línea, porque las goleadas y partidos han sido a equipos de medio y bajo perfil, a excepción del choque ante el Atlético, rival de entidad que se fue humillado con un set, 6-1, del Camp Nou. Siendo segundos en liga, con la clasificación para los octavos de Champions como primeros de grupo casi en el bolsillo, el equipo de Guardiola vuelve a enamorar, el Barcelona recupera el sello de Cruyff, se le compara con su “Dream Team”, pero acierta el míster al rechazar comparaciones odiosas, ese fue un equipo y éste de ahora es otro. Si las cosas siguen así, habrá que abonarse a ver todos los partidos de los culés. Por ahora es una gozada.
Ocho partidos componían el resto del dominical futbolístico donde radio, televisión y sofá adquieren principal protagonismo, esencia de uno de los mejores días de la semana.
Cayó el Sevilla en su campo ante el Málaga por 0-1. Cuatro victorias en los últimos cuatro partidos para los malacitanos, que suman doce puntos, trece en total y se sitúan en puestos UEFA. No le hizo falta a los de Tapia mucho esfuerzo, trenzando una jugada excepcional culminada por Adrián, para fastidiar el cumpleaños de Jiménez al frente del Sevilla, un año desde que se ocupaba del banquillo de los de Nervión, tras la escapada de Ramos al fútbol inglés, curiosamente despedido en el día de ayer. Caprichos de este deporte donde la pelotita manda.
Primera victoria del Getafe este curso en casa. Partido aburrido que los de Víctor Muñoz a base de oficio y saber estar supieron sacar por la mínima ante un tocado Valladolid, que encarrila tres malas jornadas donde no sabe lo que es sumar tres puntos. La alerta se ha activado en pucela.
Genial el Sporting de Gijón. Goleada al Deportivo de la Coruña, 0-3, que supone la primera victoria del equipo asturiano en su historia en Riazor y confirmar el resurgimiento del equipo gijonés tras pasar el duro trance de este campeonato, el póker de partidos difíciles. La buena racha sirve para que el Sporting se sitúe en mitad de tabla, zona de aguas tranquilas, de descender el Sella, por el momento nada de nada.
Aduriz tiró del carro y da calma y bocanadas de oxígeno a su entrenador, Gregorio Manzano. 3-0 ganaron los baleares al Espanyol. El partido deja a ambos equipos en la parte media de la tabla, y los nervios amainan en sendos frentes.
2-1 ha ganado el Numancia al Racing de Santander en un final de infarto. En el minuto 95 ponía el empate de penalti Tchité para los cántabros y cuando todo hacía indicar que el reparto de puntos sería el resultado final, en la última jugada, minuto 96, los planes de tablas se iban al garete cuando Cisma aprovechaba un rechace y dejaba los tres puntos para el equipo soriano. Mala semana la del Racing, derrotado en Europa y con sesenta segundos para en liga pasar del sabor dulce al amargo. “I want candies” necesita López Muñiz.
Empate a uno entre el Recreativo, desde que Alcaraz tomó el mando de los onubenses éstos no han perdido, y el Valencia de Villa y Emery, que no ceja en su empeño de volver a estar entre los grandes del fútbol español, y con el empate no cede el liderato que viene ocupando desde hace unas cuantas jornadas. Fue un encuentro disputado, donde el reparto de puntos fue lo justo y salomónico. La salida del descenso está cerca para el “Recre”, ahora las cosas sí se están haciendo medio bien.
4-4, ocho goles, expulsados, choque loco y trepidante en el Madrigal. Villarreal y Atlético ofrecieron un entretenido espectáculo, que se saldó con el empate. 0-2 se puso el equipo de Aguirre, desaprovechando esa ventaja. Dejándose remontar en veinte minutos en la segunda parte. 4-2 se llegó a poner el conjunto castellonense tras la pájara mental de los rojiblancos, que inexplicablemente bajaron los brazos, viniéndose abajo y siendo un muñeco de trapo en las manos del Villarreal. Pero el fútbol es impredecible y cuando parecía que el partido se quedaría del lado “amarillo”, los cambios de por el momento, un apenado Aguirre revolvieron el choque. El Villarreal se borró, y el Atlético con Simao y Forlán llevando el ataque, (el “Kun” no jugó) lograron empatar. Dos goles en tres minutos. Locura en estado puro, partido de los del Atlético como no podía ser de otra forma. Aguirre respira, salva el cuello por el momento, pero estos golpes al corazón rojiblanco, dar tantas de cal y arena, no es conveniente para lograr sobrevivir en el banquillo del Manzanares. Sobre todo con los ataques descontrolados que sufre el entrenador mejicano. Un “valium” no le vendría mal para dibujar la táctica en la pizarra. Su futuro es muy incierto.
Final de la jornada ocho en el Santiago Bernabéu, con uno de esos partidos clásicos, de sabor añejo e históricos, no en vano, es uno de los tres partidos que jamás ha faltado en el calendario de la liga. Polémica, tensión en el terreno de juego y en los banquillos (enfrentamiento entre Schuster y Caparrós), arbitraje nefasto del cenizo señor Álvarez Izquierdo, anuló un gol legal a Higuaín, pitó un penalti a favor del Athletic que no fue, no expulsó a Marcelo por una escalofriante entrada a Etxeberria, cortó un mano a mano por inexistente fuera de juego de nuevo a Higuaín… en resumidas cuentas, una actuación para olvidar u ofrecer a aquellos que están inscritos en la escuela de arbitraje, con el título de “Así es como no se debe arbitrar un partido”. Por lo demás el partido estuvo igualado en la primera parte, 2-2 se llegó al descanso, pero quizás el color del desarrollo hubiera sido de distinto sino si el colegiado no hubiera marrado con tanto estrépito. En el segundo tiempo, la conexión argentina Gago-Higuaín, cambió el sentido al partido, le dio a los de Schuster la pelota, y al final tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse, y así sucedió cuando el “Pipita” (bigoleador con un Bernabéu entregado) anotó el 3-2 definitivo aprovechando una buena contra dirigida por Gago. El resultado pudo ser más amplio si no es por los palos, hasta tres dio el Madrid por uno del Llorente para el Bilbao. Al final la victoria cayó del lado blanco, quinta derrota consecutiva del Athletic que deja al equipo vasco en posición harto complicada. El Real digiere el palo de Turín, aplaca el castigo de Schuster a Ramos y se pone ojo avizor con los arbitrajes, el “trió calavera” pulula en el ambiente, el retorno está bastante cerca de confirmarse. ¿Manos negras? No lo sé, arbitrajes malos, eso seguro.