Bien sufrió el Calderón anoche, pero los minutos finales merecieron el sufrimiento, el frío y el ir por debajo en el marcador desde las primeras de cambio. Simao volvió a establecer la igualada en los minutos finales, aunque las líneas finales se resumieron con años luz de diferencia al derbi del sábado. El Liverpool se mostró como lo que es, un gran equipo que lucha por su sexta corona europea. Y su afición estuvo de diez, nada comparable con la tumultuosa hinchada marsellesa.
Dominante el conjunto inglés en la mayor parte del encuentro. No fue un asedio, pero cuando Gerrard, Xabi Alonso y Keane se ponían a jugar se podía comprobar un ligero tembleque en los cimientos del Calderón, y no precisamente por las bajas temperaturas. Sin la presencia del Kun Agüero en la primera parte, el Atlético se asemejaba a un león sin dientes. Con él, el equipo cambió aunque fue más bien la bajada de intensidad red y los mejores minutos de Forlán los que tiraron del carro.
El resultado del último achuchón fue el reparto de puntos, aunque desde la grada se respiraba un ambiente con el que se podía intuir una noche de remontada. Lo tuvo el uruguayo en sus botas, después el portugués lo culminó, mientras Leo Franco se cargaba la paciencia del público con esa absurda actitud de esperar para colgarla.
Fue un partido gris. El talento relució a cuenta gotas, con permiso de Pepe Reina, protagonista que evitó la remontada colchonera. Otros que quisieron formar parte de la fiesta fueron los jueces de línea, pero en su caso para destrozarla. Se equivocaron con el gol de Keane, en fuera de juego. Anularon un gol legal de Benayoun y otro de Maniche, para ponerse su particular brochecillo de oro, en lugar de lentillas graduadas.
Al final, un resultado que contentó a ambos bandos, con el que consiguen sellar prácticamente el billete para los octavos de final. Y como no podía ser de otra manera, la traca final del espectáculo llegó desde la grada. Desde anoche, colchoneros y reds son dos aficiones hermanadas por su amor al fútbol y al "fair play". Ni un incidente se registró, todo lo contrario. Recíprocos aplausos, abrazos y palabras de agradecimiento con los que enviar un mensaje a la UEFA y a Platini. "En en Calderón no nos comemos a nadie", se venía a decir, mientras los ingleses entonaban un "thanks for all".
3 comentarios:
Al final es el fútbol el único juez que decide en estos asuntos. Colchoneros y reds hermanados, el PSV ganándole al OM y dejándolo apenas sin posibilidades de clasificarse…y Platini con la cara que se tiene que haber quedado.
Saludos.
Pues me llamaréis despistado con toda razón, pero no sé que tenía que ver Platíni con el partido. No es español ni inglés.
Si me lo decís os lo agredeceré.
Platini viene a cuento por la sanción impuesta al Atlético de Madrid. Dicha sanción viene liderada por él.
Creo que el tema viene de que Platini y su UEFA poco más hizo ver que en el Calderón te comían vivo (como bien dice Raul).
Nada le hubiese gustado más a Platini que hubiesen habido incidentes para salir con un "ves, ves como tenemos razón?"
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