Primera jornada de la segunda vuelta en la que con un inspiradísimo “Guti” el Real Madrid puso fin a los 18 años sin ganar en Riazor
Antonio Blanca
De la chistera o de una lámpara maravillosa. Así fue la jugada del segundo gol merengue al Deportivo de la Coruña. Mano a mano entre Aranzubia y “Guti”, lo más fácil, lo que cualquier ser humano cuerdo hubiera hecho es finiquitar la jugada rematando a gol. Fue lo que todos pensamos cuando a pase de Kaká el ‘14’ blanco recibió el cuero. Todos menos el principal protagonista. Un tipo distinto, único, un artista del balón, un genio superlativo al que la falta de constancia no le ha permitido romper moldes, pero precisamente los genios son así. Tocados por una varita mágica de vez en cuando destapan el tarro de las esencias y culminan lo que hubiera sido un gol normal de una buena jugada a la contra, en un gol histórico y antológico. Regresemos al instante del frente por frente entre portero y delantero. “Guti” continua con la pelota y cuando va a marcar el segundo tanto, para el reloj, su rabillo del ojo se percata de la llegada por detrás de Benzema y con un sutil y preciso taconazo le sirve en bandeja de oro el gol. Una asistencia digna de pura poesía, que desató la locura. Un instante inolvidable para el fútbol, décimas de segundo para convertir lo normal en hecho virtuoso y extraordinario. De eso es capaz “Guti”, que a parte de tal momento genial realizó un partido magnífico, sobre todo en la primera parte, donde se vio a un Real Madrid completísimo, con la ausencia sonada y conocida de Cristiano Ronaldo. Después de dieciocho años, un genio embutido en cuerpo de futbolista fue la guía para romper la “maldición” del Madrid en la Coruña.
Segunda vuelta de la BBVA, que dio su pistoletazo de salida en el estadio Cornellá-El Prat. 1-0 venció el equipo de Pochettino al Athletic. Luis García y el resto de la tropa españolista fue muy superior a los pupilos de Caparrós, siendo el resultado final corto.
Ganó 0-1 el Barcelona al Sporting en el Molinón. Pudo golear el equipo de Guardiola, pero no lo hizo y no mereció ganar con ese gol de Pedro. El canario partió en fuera de juego, y para más INRI, la falta estaba mal sacada. Ambos hechos pasaron inadvertidos para el colegiado Paradas Romero que dio por bueno el tanto al Barça, evitando así un pinchazo que le hubiera significado pérdida de puntos respecto a su rival, pero con Villar, Laporta y Arminio, ya se sabe, y la lista de pequeños favores, de empujoncitos que un equipo magnífico recibe, pues se hace casi incontable. En Gijón nació el “así, así gana el Madrid”, y desde el sábado noche, podemos también sumar el “así, así gana el Barça”. Por cierto, dato, en el Molinón a Raúl esta misma temporada le anularon un gol legal. Son hechos, no opiniones.
Jugó el Madrid uno de los partidos más completos de esta temporada. En la primera parte bordó el fútbol con un medio campo lleno de jugadores de toque y clase, Alonso, Kaká, Granero y “Guti”. El genio de la liga. Se vio sorprendido el Deportivo por el aluvión de llegadas, por como salió el conjunto de Pellegrini al campo, a morder desde el primer minuto, y antes de los primeros 15 minutos del choque, con un gol de Granero, los blancos ya mandaban. Los chicos de Lotina apenas si sabían donde estaban y lo único que podían hacer era correr detrás de la pelota. Casillas apenas si se había visto y Aranzubia había realizado dos paradones, uno de ellos a Raúl que tras más de dos meses, volvió a un ‘once’ titular. En el segundo tiempo, el Depor tuvo más ocasiones, pues los blancos bajaron el pistón físico. Pero no le perdieron la cara al partido, el 0-2 no les mandó psicológicamente fuera, y en Riazor, campo históricamente difícil para el Real, el equipo madrileño estaba desplegando un fútbol que ni el más optimista de los seguidores merengues hubiera imaginado. Pero Ayza Gámez quiso erigirse en especial protagonista y señaló un laxo choque entre Riki y Ramos con la pena máxima a falta de cinco minutos para el final. Los fantasmas de un empate sobrevolaron las cabezas madridistas, pero una jugada primorosa culminada por Benzema puso fin a una posible trastada de las “meigas”. Venció el Madrid que se jugaba muchas opciones de la liga en este partido. “Guti” pasó a la historia.
En Chapín, ya en domingo, el Mallorca se vio sorprendido por el Xerez, que después de tres meses y medio sumó su segunda victoria de la temporada. 2-1 gracias a los dos goles de Carlos Calvo en la segunda mitad. Los baleares, que comenzaron adelantándose en el marcador por medio de Webó, volvieron a bajar su rendimiento fuera de casa y perdieron la cuarta posición en la clasificación en favor del Sevilla.
Otro de los equipos que sueñan con Europa, el Getafe no pudo pasar del empate a 0 frente al Racing de Santander en un encuentro en el que los de Míchel merecieron mejor suerte. Los de Portugal, que jugaron con uno menos desde el comienzo de la segunda parte por expulsión de Moratón, resistieron el acoso “azulón”, que empató su primer partido de la temporada.
Dos años después y por primera vez en la temporada, el Zaragoza logró los tres puntos a domicilio en un partido que resolvió en la segunda parte gracias a los tantos de Suazo, de penalti, Colunga y Lafita. El Tenerife, que fue mejor en la primera parte, perdonó y se llevó un duro castigo tras no materializar las ocasiones de las que dispuso, a pesar de adelantarse en el marcador por medio de Juanlu Hens.
Quien no termina de alzar el vuelo es el Villarreal, que cayó por 0-2 en casa frente a Osasuna, que volvió a sacar partido de su visita a El Madrigal, donde lleva ya cuatro temporadas puntuando. El conjunto rojillo fue superior en todo momento y los errores defensivos condenaron a los castellonenses. Los de Valverde fueron incapaces de jugar con criterio y de crear peligro sobre la portería de los navarros, que ya les han superado en la tabla. Una derrota que le ha costado a Ernesto Valverde su puesto, convirtiéndose en el sexto entrenador destituido esta temporada.
Real Valladolid y Almería obtuvieron un justo empate, 1-1 en el estadio José Zorrilla que deja más satisfechos a los visitantes y sirve de poco a los locales, que cada vez ven más cerca los puestos de descenso. Los de Juanma Lillo se adelantaron por medio de Crusat, tras una buena combinación, y César Arzo igualó el marcador para los pucelanos con un cabezazo picado.
Tocaba la cara fea del Atlético. Los de Quique realizaron un partido cochambroso en el Calderón, perdiendo 0-2 ante un más que digno Málaga. Los rojiblancos firmaron otro fracaso, jugando de manera deplorable y planteando muchas dudas de cara al choque del jueves de la Copa del Rey. ¿Saldrá cara o será cruz por el contrario? Habrá que ver, de momento la paciencia de la parroquia colchonera, por enésima vez en esta temporada ha sido agotada. ¡Santos! Eso son desde luego los sufridores del Atlético.
Y Negredo cogió su fusil, su cañón, o su metralleta. El ex canterano del Real Madrid firmó dos goles para el Sevilla, en la victoria por 2-1 ante el Valencia, un partido que era de los llamados de seis puntos. Los de Jiménez recuperaron el cuarto puesto y las buenas sensaciones, después de los últimos tropiezos, Copa incluida. Muy buen partido del Sevilla para derrotar a los chés, que fueron incapaces de superar la defensa de los andaluces. Los hispalenses notaron la vuelta tras la Copa de África de Zokora, que volvió a ser el motor del equipo. Además, la estrategia también funcionó a los andaluces que se adelantaron en la primera parte, gracias a un córner peinado por Escudé, que remató Negredo en el segundo palo. En la segunda parte, el Sevilla perdió el balón, pero los de Emery no fueron capaces de resolver la posesión con ocasiones y sólo dejaron algunos destellos en ataque. Fue entonces cuando, tras un contraataque, Negredo culminó la jugada con una sutil vaselina sobre César desde el borde del área que puso en pie al Sánchez Pizjuán y devuelve a los andaluces a los puestos de Liga de Campeones. No obstante, fruto de la relajación local David Navarro acortó distancias para los visitantes y volcó en “gol average” a favor de los valencianistas en caso de hipotético empate a final de campaña.