Antonio Blanca
Jornada número 22 de la liga, en la que la emoción en el mano a mano en la cabeza que traen Barça y Madrid parece haber retornado merced a un partido en mayúsculas realizado por los pupilos de Quique Sánchez Flores frente a un rival al que últimamente le tiene cogida la medida en casa, el Barcelona de Guardiola, que llevaba una vuelta y dos partidos sin conocer el sin sabor de la derrota. Una jornada ésta, que no terminó el domingo por la noche, sino que nos retrotrae trece años en el tiempo para a partir del 15 de febrero, día post San Valentín (Ballantines para muchos solteros y también esposados), poner punto y final a las jornadas de la BBVA los lunes noche. El choque Tenerife-Mallorca será el primero que goce de tal “honor”. Pero cuestiones de manos a manos entre los dos equipos más poderosos de nuestro fútbol, resulta lógico que con los multimillonarios presupuestos que manejan sean quienes deban batirse el cobre, la semana ha sido por y para el Atlético de Madrid. Que después de 10 años, y cuando a la decrépita RFEF le de por indicar la fecha concreta, volverá a jugar una final, a pelear por un título, la Copa del Rey (posiblemente el 26 de mayo). El jueves lograron esa hazaña en Santander bajo el frío y la nieve y anoche, día de los enamorados, ante su pasional amante, su parroquia, su afición, los colchoneros le tributaron un excelso partido frente ni más ni menos que al equipo de moda, el Barcelona, que sucumbió ante Agüero, Simao, Perea, De Gea y compañía. Quique le ganó la partida a Pepe. El equipo del Manzanares sumó tres puntos de gloria, y el “Kun” ha vuelto a posarse de donde nunca debió bajar, el peldaño número uno, al alcance solo de los tocados por la varita mágica.
Empate a 1 en el Molinón entre el Sporting de Gijón y el Valencia. Los de Preciado plantaron cara al Valencia, y con un golazo por toda la escuadra de Diego Castro se pusieron por delante, pero los de Emery sacaron su oficio y asediaron la portería de Juan Pablo en los primeros compases de la segunda parte, así uno de los asturianos de la plantilla levantina marcó el empate definitivo, Mata. El partido tomó rumbo de ida y vuelta, y las tablas del marcador final se antojan como el resultado más justo para ambos contendientes.
Le aguantó casi una hora en su estadio, Chapín, el Xerez al Real Madrid, que estuvo espeso y sin claras ideas casi todo el partido. Gorosito salió a explotar las virtudes de los suyos, orden atrás, movilidad en ataque y no le fue mal la cosa hasta que Granero logró con un pase preciso ya en la segunda parte dejar frente por frente a Arbeloa para que el lateral (marcó con una clase ‘9’ nato) abriera la lata. Luego llegarían dos tantos más, de Cristiano Ronaldo (el portugués regresaba tras el castigo por el manotazo a Mtiliga). Funcionó la conexión Kaká-Ronaldo. El brasileño muy flojo todo el partido dio dos asistencias de gol, para que Cristiano emulara a Santillana en el 0-2, y en el 0-3 marcara a placer. Fue un partido correoso, duro y con fases de adormilamiento general. Un partido que los de Pellegrini si quieren optar a la liga no podían permitirse pinchar. Era ante el colista y con la posibilidad (hoy confirmada) que el Atleti le ganara al Barça. Sumó el Real que le tributó la victoria a unos de los grandes del Madrid, y también del fútbol español, don Luis Molowny, descanse en paz maestro.
2-1 venció el Villarreal al Athletic de Bilbao. Primera victoria de la era Garrido. Fue un partido vibrante, marcado por las cuatro expulsiones que hubo, Javi Martínez, Orbaiz, Godín y el míster de los “leones”, Joaquín Caparrós. Los vascos podrían haberse llevado un punto de no marrar en el minuto 90 un penalti Iraola, Diego López se lo detuvo. Resultado positivo para los amarillos que les vale para acercarse a 6 puntos de la UEFA.
En el Coliseum, el Getafe perdió dos puntos en el descuento ante el Almería, tras aprovechar Soriano un error garrafal de Codina y firmar las definitivas tablas, empate a 2. Los de Michel, que remontaron el tanto inicial de Piatti, vieron como un fallo de su portero en el minuto 92 frena sus aspiraciones de entrar en puestos europeos, pues cuando los “azulones” ya acariciaban la victoria, un saque de esquina y la nula actuación de Codina les arrebataron de golpe dos puntos. Lillo se entona al frente de los andaluces.
Por su parte, el Málaga cuajó una gran actuación en El Sardinero y goleó 0-3 a un Racing de Santander al que le pesó el esfuerzo del jueves. Weligton a los diez del comienzo, Caicedo y Obinna, tras la reanudación, firmaron la mayor goleada de los andaluces a domicilio durante el presente curso.
En el duelo por evitar el descenso, Valladolid y Zaragoza acabaron empatando a 1. En el minuto 23 Diego Costa adelantó a los de Onésimo, pero “Chupete” Suazo, a seis minutos del descanso, puso el empate. Este empate sirve para que los de Gay se mantengan dos puntos por encima del descenso, que marcan los vallisoletanos con 19.
Por último, el Espanyol logró una victoria balsámica 2-0 ante el Deportivo de la Coruña. Los coruñeses, que no logran una victoria desde que se lesionara Filipe Luis, sucumbieron a los tantos de Verdú, ex deportivista, y Callejón, que rubricó el triunfo a media hora de la finalización, dándole a los catalanes una bocanada más que necesaria de aire fresco.
Fin de semana de carnaval, día de los enamorados, Atlético de Madrid enamorando a su afición con el disfraz para tan importante ocasión de equipazo. Algo positivo que el Barcelona puede sacar de esta derrota, es que tras diez partidos sin oler el gol, Ibrahimovic recuperó su relación con el gol. Puede ser que los de Guardiola achacaran en demasía las bajas atrás, en la defensa, porque es de justicia decir que el Atlético de Madrid ganó al Barça con Messi, Ibrahimovic, Iniesta, Puyol, Xavi, en el campo. 2-1, goles de Forlán y Simao. Pero fue la impresión de equipo serio y con las cosas claras, tanto que Perea realizó posiblemente su mejor partido con la zamarra rojiblanca, no falló en los despejes y fue preciso en el corte. Paulo Assunçao tapó a Xavi, Tiago secó a Iniesta, Messi anduvo perdido, y así se vio la mejor cara de los de Quique, y una de las peores versiones del Barça. El mérito, sin duda de los once jugadores del Atlético de Madrid. Que tuvo en Agüero a su buque insignia, el comandante en jefe, que sin marcar gol fue el que tiró del carro. Tres puntos de oro para el Atleti, victoria que puede significar el cambio definitivo en el rumbo del equipo madrileño este 2010, pero como la felicidad no siempre es completa, en una semana magnífica, el colchonero tiene en su interior que ganándole al Barça le han dado al Madrid vida. Cosas del Atleti, un club diferente.