Un gran Getafe derrotó por la mínima al equipo de Jiménez que no mereció el premio de presentarse en la gran final de la Copa del Rey
Antonio Blanca
El Getafe no pudo lograr la remontada ansiada ante el Coliseum, esta vez sí, a rebosar de aficionados, a pesar de ganar al Sevilla por 1-0 en el choque de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, y permitió que el club hispalense se clasificase para la final, en un encuentro marcado por la expulsión del técnico sevillista, Manolo Jiménez, así como por la enorme actuación del portero Andrés Palop. Si Del Bosque ha llevado libreta, el cancerbero sevillista sin duda debe ir a Sudáfrica.
Los chicos de Miche salieron a comerse la eliminatoria con un chaparrón de ocasiones sobre la portería que defendía Palop. Fruto de ese asedio tras el descanso, llegó el gol de Soldado, que salió de titular tras superar sus molestias físicas en una última prueba antes del partido, para encender las esperanzas de la hinchada del Alfonso Pérez. Mané centró desde la izquierda y Soldado remató de cabeza cruzando el balón sin que Palop pudiera evitarlo.
El Getafe siguió asediando la portería sevillista y manejando el control del partido con una superioridad aplastante, mientras que el Sevilla se limitó a despejar balones sin intentar iniciar jugadas de ataque. “Catenaccio” puro y duro. Michel metió más pólvora al retirar a Parejo, que estaba cansado, y meter a Albín para intentar culminar la remontada.
El Sevilla pudo sentenciar la eliminatoria y acabar con las ilusiones de los hombres de Michel a falta de diez minutos para el final, pero Jesús Navas no estuvo fino para empujar el balón al fondo de las mallas tras un contragolpe bien llevado por los sevillistas que dejó al andaluz sólo frente a Ustari.
En los últimos diez minutos el Getafe continuó atacando con más corazón que cabeza, lo que le llevó a cometer errores inocentes que les evitaba poner en peligro la portería de un Palop que acabó siendo el mejor de los visitantes. Los de Nervión se dedicaron a perder tiempo para matar la eliminatoria y sellar su pase a la final.
Y es que el equipo “azulón” salió en tromba desde el pitido inicial apoyado en un gran centro del campo liderado por Boateng y Pedro León, y alentado por el gran ambiente que presentaron las gradas del Coliseum, con su mejor entrada en lo que va de temporada, que rozó el lleno, a pesar del horario del partido.
Soldado, que fue el mejor de su equipo, y Pedro León, que volvía al once tras sanción, pudieron adelantar al Getafe en sendas ocasiones antes del primer cuarto de hora de encuentro, pero se encontraron con un acertado Palop defendiendo la portería sevillista.
El partido comenzaba a subir en tensión con el trascurso de los minutos hasta que en el minuto 24 Boateng saltó a despejar un balón de cabeza con los codos por delante y fue amonestado. Manolo Jiménez pidió la roja para el del Getafe con protestas airadas por lo que Iturralde no dudó en expulsarle y mientras que el sevillano se retiraba a los vestuarios se encaró con varios aficionados.
Por su parte, el Sevilla no metió en problemas al Getafe hasta el punto de que el meta Ustari apenas tuvo que aparecer en un par de ocasiones, pero que no llevaron peligro, y en otro par de momentos en los que fueron sus defensas los que le cedieron el balón par despejar el peligro y la presión sevillista.