jueves, 20 de enero de 2011

¿SE IRÁ MOURINHO?

Las palabras dichas en rueda de prensa por el técnico portugués “quiero marcharme” en la previa del derbi han removido los cimientos del Real Madrid y su afición

Antonio Blanca

La relación de José Mourinho y los dirigentes del Real Madrid ha llegado al límite. Ni el toque que Florentino Pérez dio al excéntrico míster en el viaje a Valencia para la disputa del partido de Copa ante el Levante, ha valido para apaciguar ese torbellino de quejas y reproches en los que se ha convertido el ex del Inter en el último mes. En esta ocasión ha ido más allá, e interesada o desinteresadamente se ha permitido jugar con la rueda de prensa para dar pie a que se hable de su futura salida del Real Madrid el próximo 30 de junio al United, Manchester City o como retorno del hijo pródigo al Inter de Milan (donde a día de hoy se sigue llorando la salida de “Mou”).

Hasta el episodio de ayer, en el club mantenían la calma. "Todo volver a la normalidad", acertaban a decir sus directivos hace dos semanas. Ahora el discurso es otro y reconocen que la tranquilidad es historia.

El presidente del Real Madrid no se creía lo que estaba pasando, que incluso tuvo como consecuencia la aparición de noticias que señalaban la inminente salida de Mourinho del club, tal y como informó Intereconomía televisión. El presidente del Real Madrid tiene previsto hablar hoy mismo con el entrenador para pedirle explicaciones de lo que está sucediendo y para recordarle cuál es el sitio de cada uno en el club. Eso sí, está descartado por completo la toma de algún tipo de medida con carácter de urgencia.

Cuando termine la temporada, hablarán y si nada cambia, cada uno seguirá su camino.

Florentino Pérez ya sabía lo que firmaba en el momento en el que se llegó a un acuerdo con Mourinho para que se hiciera cargo del primer equipo blanco. Por ese motivo, dirigentes y técnicos pactaron una cláusula de rescisión de contrato en ambas direcciones. Tanto el club como el técnico pueden romper la relación, siempre y cuando paguen lo que refleja el contrato que une a las dos partes y que tiene una duración de cuatro temporadas. La cifra de la ruptura de contrato ronda los ocho millones de euros y tanto en la zona noble del Santiago Bernabéu como en el entorno del portugués saben que esa cantidad se tendrá que hacer efectiva. Los directivos blancos lo tienen claro y no piensan mover un dedo e intuyen que será el portugués el que terminará por hacer uso de esa cláusula.

El episodio de ayer no entraba en los planes de nadie de los que manda en el Real Madrid. Una vez más, el técnico sorprendió a todos con los dardos que lanzó en dirección, supuestamente, de Jorge Valdano. Es más, en el club hicieron pública una nota de reprobación hacia el comportamiento de la Federación y el colectivo arbitral con Mourinho. La misma que el técnico reclamó tras el partido ante el Sevilla y que ahora vio la luz por la denuncia del Comité Técnico de árbitros. La nota en cuestión no era más que una defensa al entrenador portugués, pero como éste parece nunca tener fin abrió una nueva brecha contra el adjunto a la presidencia y contra las portadas de los periódicos.

Otro episodio más de cabreo de Mourinho en su historia de desencuentros con el club, en especial en fichajes reclamados por el técnico y que nunca llegaron a la entidad madridista. El primer nombre de la lista fue Maicon. Mourinho insistió una y otra vez en su fichaje y la directiva que preside Florentino Pérez negó esa posibilidad por los cerca de 30 millones de euros que pedía el Inter por el traspaso del brasileño. La siguiente petición que quedó en el limbo fue la del delantero centro en el mes de agosto. Más de lo mismo. Ahora en Enero el tiempo le ha dado la razón al buen entrenador portugués.

Durante la temporada, y al margen del episodio de la selección de Portugal y el de la renovación de Pepe, el principal punto de fricción ha sido el arbitral, curiosamente el que ayer tocó el club. Las diferencias en cuanto a los fichajes se cierran con la insistencia casi diaria hecha por Mourinho sobre la necesidad de fichar a un nueve. Hugo Almeida (no creo que tenga nivel para el Real) era su elegido y con el que habló en nombre del Real Madrid, algo que no gustó en el club. Fichaje denegado porque consideran al portugués un delantero de segundo nivel. Además, la relación con su agente también se ha deteriorado. ¿Por qué? Por el abuso de poder o confianza que se ha tomado. Uno de los ejemplos es el compromiso que adquirió con el Sporting de Braga para cerrar el traspaso de Sarabia sin contar con su agente ni con el jugador.

Río revuelo el que baja por la casa blanca. Mourinho es de armas tomas y todos lo sabemos. Pero si a final de la campaña presente el técnico decidiera dejar el Madrid supondría un grave problema para Florentino y su directiva que no para la institución. El Bernabéu y por ende la afición merengue está con su entrenador, hasta el punto de adoración. Un palo así sería mortal de necesidad.