Entre
este pasado martes y miércoles ha comenzado otra edición más de la mejor
competición por clubes del mundo y de nuevo Barça y Madrid se postulan como
principales favoritos para destronar al Chelsea
Antonio Blanca
Lujo,
equipos clásicos de los de toda la vida, mezclados con nuevos ricos y también
con cenicientas que esperan tener su momento de brillantez, ese que les hace
subir como la espuma y dejar escrita una página gloriosa en sus modestos
historiales. Así con este panorama ha empezado la Liga de Campeones, treinta y
dos equipos que han combatido, restan ya cinco jornadas, para meterse entre los
ocho mejores de Europa y así poder optar a estar presentes en Londres el 25 de
mayo, concretamente en Wembley y dos años después de que el Barcelona se
proclamara en el mismo escenario campeón de Europa tras vencer al Manchester
United.
Nuestros
representantes son cuatro. Málaga, Madrid, Barcelona y Valencia. Los dos
transatlánticos, acompañados por el tercero en discordia, y un nuevo rico, el
Málaga, que está cumpliendo un sueño casi inimaginable hace más de una década.
El
martes debutaba en la Rosaleda el Málaga frente al Zenit, el equipo que se ha
gastado la friolera de sesenta millones de euros en Hulk, ex del Oporto. ¡Qué
debut de los malacitanos! Al equipo de Pellegrini le motivó la música de
Haendel y jugó primorosamente en la primera parte. 2-0 al descanso, marcó el
“pivito” Saviola e Isco, que abrió el tarro de las esencias. Siempre me ha
gustado el jugador de Benalmádena, hay calidad para parar un tren en sus botas.
En el segundo tiempo el conjunto ruso avisó, y se vio más de lo deseado a
Caballero, pero los andaluces tenían delante una noche especial y así fue
cuando ---- marcó el tercero y definitivo. Un inicio de fábula en la Champions,
como el de Liga, el Málaga a día de hoy es el equipo de moda en toda Europa, y
a Isco ya le salen novias fuera de la piel de toro.
Órdago
de Mourinho. Varió su once, Ramos al banquillo, Ozil también. ¿Quería
señalarles el portugués como culpables del desastre de Sevilla o solo era una
cuestión técnica? La variación supuso que Essien jugara en el medio con Alonso
y Khedira. El Bernabéu al principio con la mosca tras la oreja, recordando
fallidos planteamientos anteriores similares. Y para terminar de agitar el
posible cóctel explosivo, Ronaldo tras su “estoy triste” de nuevo ante su
afición. Pues bien, no se echó en falta a Ramos, el Real merodeó el gol de la
misma manera con trivote que con Ozil y Modric sobre el césped y los madridistas
pensarán que si su estrella está triste y juega echándose sin ningún tipo de
rubor a su equipo a la espalda, ¿qué no hará cuando esté contento? Aunque con
el tercer tanto, el de Ronaldo, el que venía a certificar la épica noche
europea merengue se vio al portugués con una sonrisa de oreja. El fútbol no
había sido justo anoche con los blancos, que no perdieron la fe, y se
repusieron de los dos goles (el Manchester City tiró solo tres veces a puerta
en los noventa minutos) del conjunto inglés, en unos siete minutos finales de
pura adrenalina y casta. Benzema puso el 2-2 y como he dicho Ronaldo de un
lanzamiento que se vistió de misil batió a Hart, que anoche defendió casi a la
perfección su portería, no como Casillas, que falló en el 1-2, y que no se sabe porqué no celebró el gol de la
remontada blanca, tal vez por ese error. Claro que ahora se escribirán muchas
fabulaciones, que si era por tristeza, por enfado con “Mou” por dejar a Sergio
Ramos en el banquillo… El 3-2 del Madrid ayer le servirá para adquirir
confianza e intentar enderezar el rumbo en la BBVA, cuatro puntos de doce son
muy pocos para un equipo que aspira a renovar liga y a alcanzar la Décima. Desde luego con noches como la
del martes, donde la magia del Santiago Bernabéu lo abraza y envuelve todo, es
más posible, y si Ronaldo sonríe, mejor.
El
debut del Valencia en la Copa de Europa era muy complicado, en el Allianz Arena
y ante el Bayern de Múnich, pasado finalista. Con aires de revancha por la
derrota en la final del año 2001 se había venido contando la previa del
encuentro. No hubo posibilidades reales de que los de Pellegrino pudieran
tomarse la revancha. Mejor el Bayern que merced a los tantos marcados por Schweinsteiger
y Kroos se llevó los tres puntos, aunque el final del choque fue no apto para
cardíacos, gol de Valdez para los ches y Alves deteniéndole un penalti a Robben
en la siguiente jugada. El Valencia mal en el medio campo, demasiadas pérdidas
de balón ante un rival que tiene una pegada anquilosada y dura. Los españoles se
lo creyeron muy pero que muy tarde.
Fin
de la jornada en el Camp Nou. Al Barça de Vilanova se le va a pedir que al
menos llegue a las semifinales y esté con opciones de meterse en la final, como
ha venido siendo la tónica habitual del equipo culé cuando Guardiola estaba a
sus órdenes. Debut en casa frente al Spartak de Moscú de Unai Emery. Demasiado
sufrimiento el del Barcelona para lograr vencer. 3-2 ante los rusos, que se
pusieron por delante, 1-2. Tuvo que aparecer el mejor Messi, que encontró en Tello
a un buen aliado para darle la vuelta al partido y evitar una de las mayores
sorpresas de la Champions, hasta el empate era un resultado inesperado. Al
final la clase del argentino puso tierra de por medio y devolvió las aguas a su
cauce.