Solo
se han disputado cuatro jornadas de la liga BBVA y la distancia que existe
entre Barcelona y Real Madrid sorprende por lo abultada e inesperada
Antonio Blanca
Ni
el más optimista de los culés pensaba que a mediados del mes de septiembre, con
casi toda la liga por disputarse, su equipo, el Barcelona fuese líder (eso
entra en cualquier mente) sacándole a su máximo rival y vigente campeón, el
Real Madrid, ocho puntos nada más y nada menos. Tres partidos. Una ventaja
demasiado grande teniendo en cuenta los pocos puntos que en los últimos años
tanto blaugranas como merengues han regalado. El Madrid en cuatro partidos ha
agotado su cupo de fallos. Una situación sorprendente y grave, porque si vemos
que llevamos cuatro jornadas y el Barça ya saca tres partidos quiere decir que
el Real Madrid ha iniciado el campeonato de forma pésima, tanto que hay que
remontarse al 2001 para un arranque liguero tan nefasto. Bien es cierto que ese
año el conjunto de Concha Espina se llevó la Champions, pero quién no se
consuela es porque no quiere. Que el Barcelona va a fallar es probable, pero
también es seguro que el Mou’s eleven
ya no puede fallar más, y que va a saltar cada jornada con la imperiosa
necesidad de ganar y tener que mirar que hace el conjunto culé, excesiva
tensión quedando aún por disputarse treinta y cuatro encuentros.
El
Málaga ha empezado la liga y también su temporada europea de diez. Todo
victorias salvo un empate. Segundo de la BBVA. Venció el pasado sábado 3-1 al
Levante. Los granotas están teniendo un inicio de campaña muy distinto al de la
2011/2012, y solo suman cuatro puntos. Los de Pellegrini pasaron por encima a
los valencianos. Mucho fútbol del equipo malacitano que en ningún momento dio
opción a su rival a plantarle algo de cara.
Al
Valencia de Pellegrino le costó más de lo esperado pero sacó los tres puntos de
Mestalla. 2-1 al Celta de Vigo que hizo sudar a los ches. Podría hasta incluso
considerarse injusta la derrota del cuadro gallego que en cuatro partidos solo
sabe lo que es ganar un partido y perder los demás. El Valencia empieza a
escalar en la tabla.
Tras
dos semanas de parón internacional en el Barcelona había dudas, puesto que con
la baja de Iniesta y los malos resultados del año pasado tras cada parada por
las selecciones, la visita a un campo que no se le da bien a los culés,
invitaba a pensar en tarde noche de sufrimiento. Para nada después de los
noventa minutos. 1-4 del Barcelona de Vilanova al Getafe. Se está demostrando
que Guardiola no era mal entrenador, pero que el mérito y demérito de todo lo
que ha hecho este equipo histórico se debe al genial plantel de jugadores que
tiene. Muchas rotaciones en el Barça para medirse al equipo de Luis García
Plaza. No importó, con Messi primero en el banquillo, después saltó para su
diaria cita con el gol (marcó dos), el equipo catalán vapuleó con fútbol de
alta escuela al Getafe. Venció, más líder y metiendo más presión al Real Madrid
que dos horas después, tras su pinchazo en el Pizjuán tributaría una fiesta en
el avión culé.
1-0
venció el Sevilla de Michel al Real Madrid. Primera vez que un equipo de Michel
vence al que ha sido el club de toda su vida. Un tenso, eléctrico, potente,
rápido y vivo Sevilla, con una defensa cuasi perfecta, sacó a la luz todas las vergüenzas
de un equipo mermado físicamente y a día de hoy sin alma, como su entrenador
dijo, con jugadores casi sin compromiso con la camiseta que visten (anoche el
Madrid vestía un color verde esperanza). El Madrid fue por arreones y a
impulsos, pero no le dio para más que llevar dos o tres disparos que Palop
atajó, todos de Ronaldo. Mucho criticar al portugués, pero si al Real Madrid le
quitan al ‘7’, ahora mismo los de Mourinho no tendrían nada. Ozil, Di María,
Benzema… sin compromiso, sin mojarse, desacertados al cien por cien, como Higuaín,
que ha perdido el olfato y no ve puerta. Modric solo dura siete minutos y ya
falla hasta Xabi Alonso. El Madrid necesita cirugía, y hay buenas manos, las de
José Mourinho, al que creo que no le temblará el pulso para tomar las medidas
necesarias y revertir una situación que no se veía por estas latitudes desde
hace más de una década. Cuatro puntos de doce posibles, a ocho del Barcelona, y
solo a mediados del mes de septiembre, hacen dilucidar marejada en la casa
blanca. Del Sevilla destacar que supo aprovechar las carencias blancas, de ahí el
único gol del partido, en el minuto uno, a balón parado, de Trochowski,
entrando como Pedro por su casa, libre de marca, y haciendo un remate a
bocajarro. Luego defensa y fuerza, la velocidad de Navas y Cicinho y un
sacrificio durante los noventa minutos para sumar tres puntos que saben a
gloria.
En
una bonita mañana de domingo en Barcelona se vivió un partidazo entre Espanyol
y Athletic de Bilbao. Empate a tres goles entre los de Pochettino y los de Bielsa.
Volvió Llorente a vestir la zamarra rojiblanca y marcó, porque el navarro tiene
mucho talento y en sus botas lleva grabado el gol. Hasta dos veces tuvo de cara
el partido el cuadro perico y no supo resolver, aprovechándolo el Athletic
que remontó por dos veces. Solo un punto suma el Espanyol y los nervios
empiezan a nacer por Cornellá.
1-1
en Granada entre el conjunto de Anquela y el Deportivo de la Coruña. El equipo
coruñés pudo ganar pero no supo. Se conformó con el 0-1 y el Floro Flores casi
en los estertores del choque marcó para los andaluces rescatando un punto. Los de
Anquela aún no saben lo que es sumar de tres en tres en un mal inicio de liga. El
Depor con calma se pone en zona noble europea.
Primer
punto de Osasuna en esta BBVA. 1-1 entre los navarros y el Mallorca. El
Mallorca no supo aprovechar la ventaja de tener un hombre más por la expulsión
de Joseba Llorente, y al final merced a un gol de Hemed logró llevarse un punto
para las Baleares.
En
Anoeta hubo fiesta. Victoria fácil de la Real Sociedad ante un desarmado
Zaragoza, que fue poco rival para los vascos. 2-0, goles de Iñigo Martínez y
Carlos Vela de penalti. Tres puntos para el equipo de Montanier, que certifica
así un buen inicio liguero y mira a puestos europeos.
El
Rayo Vallecano hizo el pasillo al supercampeón de Europa, el Atlético de
Madrid. El Calderón recibió con gran ovación a los suyos y al “Tigre” Falcao,
sin echar demasiadas cuentas a las declaraciones de su padre. El partido fue
del equipo de Simeone casi desde los primeros compases. Manifiesta superioridad
rojiblanca que vio el reflejo en el marcador. Pero el Atleti no puede vivir
tranquilo, sino, no sería el Atleti. De un 4-0 claro, el equipo de Simeone se
echó a dormir, y los de Jémez siguieron fieles a su estilo, atacar aunque se
esté cayendo goleado. Y el derbi madrileño tomó otro tinte. Tres goles de los
vallecanos en siete minutos, dos de Delibasic y uno de Leo para cambiar la
fiesta rojiblanca en pavor. A poquísimo de la machada se quedó el Rayo. Al final
el Atleti se pone con siete puntos, en puestos europeos y con susto en el cuerpo
incluido.
La
jornada pone punto y final esta noche con el partido que da la televisión en
abierto entre el Valladolid y el Betis.