El
Madrid tuvo que ponerse el mono de trabajo en el Ciudad de Valencia en un
partido tosco, rayano en lo violento y que recordó el fútbol de los años
setenta
Antonio Blanca
Después
del llamado “gol del cojo”, anoche vimos una nueva modalidad de un tanto
anotado por un futbolista que no tiene consigo todas sus cualidades físicas
plenas. Ronaldo con puntos de sutura en un párpado abierto por un criminal
codazo de David Navarro que lo pudo mandar al hospital apunto de vaciarle el
globo ocular marcó con la visión anulada parcialmente, y fue un buen gol,
control con el muslo y zapatazo para intentar aguantar la carrera con el “pichichi”
con Messi. Ayer en el Ciudad de Valencia nació el “gol del tuerto”. El Madrid
anoche, bajo la lluvia y en una batalla futbolística, no tiró la posibilidad de
seguir asido a la liga. Haber cedido dos puntos más y colocarse a diez y siete
del Barça y Atlético respectivamente hubiese supuesto un adiós definitivo. En campos
y días así no se ganan ligas, lo que sí se pueden es perder y eso evitó el
conjunto merengue que espera con ansia el fallo de un Barcelona histórico. Diez
victorias y un empate en once choques, Messi batiendo otro récord más, el de “O´Rei”
Pelé, más de 76 goles en un año, números que dejan a más de uno boquiabierto,
el argentino en el mes y medio que resta de 2012 puede poner una cifra casi
insuperable, milagrosa de volver a alcanzar, y me da que sólo él mismo o
Cristiano Ronaldo estarían al alcance de tal logro.
Ahora
con los nuevos horarios la jornada se estrenaba la noche del viernes en el
estadio Benito Villamarín con el partido Betis-Granada. Derbi andaluz en
Heliópolis entre el conjunto de Pepe Mel que está bordando el inicio liguero y
el de Anquela muy necesitado para escapar de la zona peligrosa. Pues el técnico
del Granada logró salvar su primer match
ball al ganar contra pronóstico al Betis. 1-2 se llevó el equipo
blanquirojo la victoria a tierras nazaríes. Al Betis le acompañaron los
resultados negativos de los perseguidores para seguir en puestos de Copa de
Europa.
El
sábado Vallecas vivió un polémico partido entre el Rayo y el Celta de Vigo. Los
vallecanos remontaron un 0-2 (ambos de Iago Aspas) y con goles de Leo (gran
novedad de la BBVA), Tito y Piti de penalti muy polémico sobre Delibasic inclinó la balanza para los
de casa. Con estos tres puntos el Rayo Vallecano se aúpa arriba y el Celta mira
de reojo el descenso.
Jornada
la once de entrenadores con la espada de Damocles pendiendo de sus cabezas y
salvándolas. Anquela y también Mendilíbar. Osasuna ganó a domicilio al Espanyol
en el mejor partido de los navarros en lo que va de liga, goleando 0-3 y
evidenciando todas las carencias del conjunto “perico”, que anda también en el
descenso con solo nueve puntos, uno más que Osasuna. Ambos cuadros tendrán que
ponerse las pilas, Osasuna mirar si es flor de un día o ha encontrado el camino
y los de Pochettino intentar reencontrarse con lo que fue el año pasado.
Montanier
también salvó la cabeza y en un feudo muy complicado. 1-2 ganó la Real Sociedad
en la Rosaleda. El Málaga se descuelga así de las posiciones altas de la
clasificación, pesándole el partido de Milan de Copa de Europa y mostrando que
por muy buen trabajo que estén desarrollando la plantilla puede ser demasiado
corta para tener garantías suficientes de afrontar tres competiciones al máximo
nivel.
El
domingo por la mañana se le volvió a atragantar al Valencia y de nuevo los ojos
miran a su técnico, Pellegrino otra vez en la picota. Empate a uno en Pucela,
el Valladolid sacando un punto y poniendo en jaque a los ches que se
adelantaron pero que no supieron gestionar la ventaja en el marcador. El Valencia
aún no ha ganado a domicilio esta temporada y siguen sin entrar en posiciones
europeas.
Bielsa
que también estaba muy seguido de cerca por su directiva tras la derrota frente
al Olympique de Lyon y aunque no matemática si virtualmente eliminado de la
Liga Europa, salvó la cabeza al ganar 2-1 el Athletic de Bilbao al Sevilla. Buena
primera parte de los chicos de Bielsa, que tributaron buen fútbol y diversión a
San Mamés. Pero como todo no puede ser felicidad completa, los “leones”
acabaron pidiendo la hora tras el gol de Negredo a falta de diez minutos para
el final del partido. Michel cargó en rueda de prensa contra sus futbolistas a
los que acusó de no tener en cuenta sus indicaciones.
Si
no pincha va a vivir una liga muy placentera el Barcelona que ganó casi sin
problemas al Mallorca. Sigue manteniendo al Madrid a ocho puntos y al Atlético
de Madrid a tres. Messi se sale, para variar. Al descanso los culés mandaban
0-3 y se presumía una goleada más abultada. Pero el gran problema esta
temporada para el Barça es la defensa. Encaja goles con suma facilidad y si no
llega a ser por la enorme pegada de la que hace gala sufriría muchísimo. Del 0-3
se pasó al 2-3. Los de Caparrós venidos arriba buscando el empate, la machada,
que se vino abajo con un golazo de Messi por la escuadra pero que no debió
subir al marcador al estar Alexis en fuera de juego posicional (la pelota pasó
por delante suya). Arranque fulgurante de los de Vilanova que les puede valer
para certificar antes de los turrones una liga en la que no fallar es vital y
si lo hacen tienen hasta tres comodines para gastar.
El
Atlético de Madrid saltaba en el Calderón para jugar ante el Getafe y ver si
las derrotas ante Valencia y Académica de Coímbra fueron un pequeño bache o si
tocaba momento pupas y cambio de tendencia. 2-0, goles de Adrián y Arda Turan
(obra de arte al quebrar al portero getafense con la cadera sin tocar la pelota
pero ayudándose antes con la mano, por lo que no tuvo que ser gol) y en la
pelea por la liga. Les hace falta a los del “Cholo” Simeone el fallo del
Barcelona, sino, ellos podrán en su partido directo ante los blaugranas meterse
de nuevo de lleno en esa pugna. Los colchoneros cuentan todos sus partidos en
el Vicente Calderón por victorias. El Getafe intentó meter mano en la segunda
mitad pero el esfuerzo fue baldío. El descenso a tres puntos, como Europa, igualdad
máxima en mitad de la tabla.
Se
acababa la jornada en el Ciudad de Valencia. Cayendo muchísima agua, el campo
no era para jugar al fútbol, sino para realizar waterpolo. El partido tenía que
haberse suspendido, pero no fue así y se jugó un choque de otro tiempo. De ponerse
el mono de trabajo, olvidar finos estilismos y fajarse en el cuerpo a cuerpo. El
Levante se lo tomó muy a pecho y jugó duramente, con momentos de bastante
violencia. A Ronaldo, jugador al que parece que hay licencia para golpearle
hasta verlo sangrar, David Navarro le agredió de forma brutal con el codo y le
partió el párpado. Lo normal hubiera sido que hubiera sido expulsado ipso facto. Nada de nada, ni tarjeta
amarilla. Una vergüenza, si hubiera sido al revés, el portugués ahora mismo
estaría siendo como mínimo vilipendiado. Pues aún así marcó gol, el del tuerto.
Al perder parte de visión y sufrir mareos en el descanso, Mourinho decidió
sustituirlo. Los de Juan Ignacio Martínez se olvidaron de pegar algo en la
segunda parte y buscaron el gol. El Madrid pudo sentenciar el partido, dos
largueros de Pepe y Ramos, un mano a mano mal definido por Di María. Con el
campo donde apenas botaba la pelota, no circulaba el cuero, perdonar tanto
avecinaba gol en contra, ley no escrita del fútbol. Empató Ángel para los
granotas. Si ya de por sí tiene la liga complicada de ganar el Mou’s eleven ceder dos puntos en un
campo maldito para el míster portugués dejaba en bandeja de plata la liga al
Barcelona. Casillas hizo dos intervenciones colosales, Alonso falló un penalti
tirado muy mal y que generó dudas sobre si realmente Navarro lo cometió dentro
o fuera del área. A cinco minutos del final, el tolosarra puso una falta en el
punto de penalti y allí apareció el canterano Morata, para poner en aprietos a “Mou”,
para decir aquí estoy yo, para marcar el definitivo 1-2 y darle oxígeno al
equipo merengue. Al final del partido otro violento como Ballesteros volvió a
retratarse. Dos puñetazos a Alonso sin balón en juego, antes ya había dado un
codazo a Callejón (gran partido de otro canterano). Los levantinistas denuncian
mofas, pero lo que se vio fue una vergonzante y violenta actuación sobre el
césped.