jueves, 24 de enero de 2013

DEMASIADO CARO



Hoy se completarán las semifinales de la Copa del Rey a las que accedieron anoche el Sevilla y el Real Madrid

Antonio Blanca

Antes del partido estrella del día, Valencia-Real Madrid, se disputó ante apenas diez mil personas en el Ramón Sánchez Pizjuán el partido entre Sevilla y Zaragoza. ¿Por qué tan poca gente en el estadio? Es inconcebible el mal trato que la Real Federación Española de Fútbol da a la Copa del Rey. Poner entre semana, un miércoles y haciendo pasar al socio por caja un partido a las siete y media de la tarde, supone invitar a vaciar el estadio y ofrecer una penosa imagen. Con estos dirigentes en las altas instancias del fútbol español acabaremos por ver partidos como en Italia con estadios a un tercio de su capacidad, una pena.

4-0 se impuso el Sevilla al Zaragoza de Jiménez que volvía al campo de toda su vida. Acabó el equipo maño con nueve jugadores, Fernández dio una patada a lo De Jong, como la que recibió Alonso en la final del Mundial de 2010, con la salvedad que éste sí vio la tarjeta roja por ello. Luego el Sevilla se entonó y dominó el partido con total autoridad para ir asentando los convulsos cimientos que este año han ido haciendo de la entidad andaluza un equipo feble y revuelto. Emery es sanador y meterá al equipo en vereda, por el momento ya están en semis de Copa y con todas las opciones de poder disputar la final de mayo.

Tras el partido de la polémica en Copa del Rey en la ida en el Bernabéu, la posterior manita merengue en Mestalla en liga, anoche se cerró la trilogía de encuentros entre Valencia y Real Madrid. Los de “Mou” han sido claramente superiores, no teniendo casi ninguna opción el conjunto de Valverde de poder plantar cara. El global entre los tres partidos, 8-1 lo dice todo. El partido de ayer fue como estaba previsto, con el Valencia sin querer otra pintada de cara y el Madrid mostrándose seguro atrás con golpes demoledores arriba que encontraron en Vicente Guaita un muro para evitar otra debacle. Lo peor para el Real que está en semis y espera al Barça si no lo remedia el Málaga esta noche, fue la lesión de Iker Casillas de la que aún no se conoce el alcance y tiene al madridismo en vilo, sobre todo tras el desatino de Adán en una falta que propició el empate che por medio de Tino Costa. Los otros dos puntos negativos, la severidad con la que Pérez Lasa trató en el apartado disciplinario a los madridistas. El Valencia que al final del choque se dedicó a dar de lo lindo fue enervando los ánimos de los jugadores del Madrid que acabaron por caer en la trampa, sobre todo Di María que por lanzar una coz al aire acabó en la caseta antes de tiempo. Con nueve acabó el Real Madrid a mí parecer injusto, mucho para un equipo que no fue violento y que tuvo que soportar una agresión de Víctor Ruiz a Di María sin sanción alguna, y Ronaldo que vio una amarilla exagerada y después aguantó que lo cosieran a patadas. Lo mejor para los de Valverde la vuelta nueve meses después de Canales, esperemos que sea para quedarse por mucho tiempo.