jueves, 24 de octubre de 2013

MADRID Y ATLÉTICO METEN LA QUINTA



Se llega al ecuador de la fase de grupos en la Copa de Europa y Atlético de Madrid y Real Madrid tienen pie y medio en los octavos de final

Antonio Blanca

Jornada tercera de la Champions League que deja como balance dos victorias, las de los equipos madrileños, un empate y una derrota, de la Real Sociedad que se despide la Copa de Europa muy pronto. Tal vez el escenario haya sobrecogido a los buenos jugadores donostiarras, no sabiendo digerir lo que significa jugar en los grandes campos europeos, y nunca han logrado tomarle el pulso a la competición.

El martes en Viena el Atlético de Madrid barrió al Austria de Viena. El equipo alpino apenas tuvo ocasión de poner en peligro a los rojiblancos, que como le gusta a su técnico, “Cholo” Simeone, los suyos van paso a paso, sin querer levantar mucha polvareda, pero aplastando a cuanto se le pone por encima. Diego Costa tiró del equipo madrileño que se impuso por 0-3, marcador algo corto por lo visto sobre el verde. Líderes, tres victorias de tres posibles, el Zenit segundo a cinco puntos, los deberes hechos, el Atlético quiere decir algo importante.

Séptimo choque en 25 meses entre Barcelona y Milán. De nuevo el primer partido en San Siro. Esta vez no en eliminatoria sino en fase de grupos. Empate a uno. Goles de Robinho y Messi. El partido entretenido en la segunda mitad debido a las dos flojísimas defensas, la italiana y la blaugrana. En ataque oportunidades para Kaká-Robinho, y para Messi-Pedro. Neymar desaparecido. El Barcelona concatena su segundo empate de modo seguido, se abren interrogantes de cara al ‘clásico’ del sábado. El Madrid llega con mejor dinámica, lo que puede sugerir dos cosas, que el Barça salga picado en su orgullo y busque con encono los tres puntos para bajar de la nube a los blancos, o que las dudas que se han generado hagan mayor merma y el Madrid se lleve el gato al agua provocando una crisis en el seno de la entidad catalana. Despejaremos la ecuación el sábado a las ocho (cuando ya el partido esté finito).

La Real Sociedad pudo jugar ayer miércoles en uno de los estadios de mayor solera del fútbol europeo, el “Teatro de los Sueños”, Old Trafford. No hizo un mal partido el equipo txuri urdín, pero el gol en propia puerta de Íñigo Martínez tras una gran jugada de Wayne Rooney hizo mucha mella para los de Arrasate. 1-0 fue el marcador final pero pudo darse un resultado completamente distinto. Mejor la Real de la segunda parte que se quitó los nervios, el jugar como flanes que en los primeros cuarenta y cinco minutos les atenazó. Cero puntos de nueve posibles, para una cenicienta que lo que ha de hacer ahora es irse despidiendo con buena imagen de la Copa de Europa. El caramelo se ha tornado de sabor amargo para la Real Sociedad, un buen equipo que no ha sabido tomarle el pulso a la gran competición.

Partido de los históricos el vivido en el Santiago Bernabéu la noche del miércoles. Casillas otra vez en la titularidad. Buenas paradas del capitán. El banquillo no le pasa factura a la hora de intervenir, mostrándose en una buena línea Iker para quién sabe saltar como titular  a la liga. Di María y Ronaldo fueron los otros a destacar puesto que el argentino estuvo incansable en la presión y mordaz en el ataque y Cristiano como siempre, matador, con su olfato intacto, desquitándose de los fallos ante el Málaga. Fue el autor de los dos goles merengues a Buffon. 2-1 ganó un gris Real Madrid a la Juventus de Turín que también estuvo gris, solo con Llorente y Pogba como figuras más destacadas. El equipo de Ancelotti dio continuidad al resultado pero no al juego. Mal en defensa junto a un Benzema que casi no apareció y cuando lo hizo fue para mandar a la grada un gol cantado y llevarse una sonora pitada de su afición que cada vez le pasa menos, y sin medio campo, ni Modric ni Illarramendi fueron capaces de hacer jugar a los suyos, llega con mejores sensaciones al partido del sábado en el Camp Nou y tiene pie y medio en la siguiente ronda. Ronaldo para variar es quien tira del equipo, marca la diferencia con claridad.