Ganaron
Atlético, Barcelona y Real Madrid en la segunda jornada de la Copa de Europa
mientras que la Real Sociedad cayó en Alemania y se complica su existencia
Antonio Blanca
Restan
aún cuatro jornadas para perfilar los octavos de final de la Liga de Campeones
allá por el mes de diciembre cuando se realice el sorteo en Ginebra, y a
inicios de Octubre ya se intuye qué equipos van a estar peleando por la “orejona”.
Claro que si a día de hoy están en plena forma Barcelona, PSG, Madrid, Arsenal
o Bayern, lo importante es llegar a fines de febrero en ese mismo estado de
gracia.
Por
parte de la representación de la liga española, el martes el Barcelona volvía a
visitar Celtic Park como la campaña pasada. El resultado fue distinto,
vencieron los culés 0-1, pero el partido dejó a las claras que este Barcelona
(con o sin Messi) sufre más, y cierra peor atrás. Creo que el central tiene que
llegar en el mercado invernal sí o sí, puesto que si no vuelve a ser por un
inconmensurable Víctor Valdés el partido hubiera acabado de distinto modo.
Junto al portero, brilló sobremanera Cesc Fábregas, autor del tanto blaugrana y
verdadera manija del equipo, una vez que Leo Messi está lesionado y Xavi e
Iniesta están muy lejos de su mejor forma. El equipo escocés anduvo fuerte,
jugando a la contra y teniendo oportunidades. Tanta fuerza hizo que Brown fuera
expulsado por una entrada al brasileño Neymar. Expulsión exageradísima puesto
que solo se trató de una zancadilla, y que varió el devenir del partido
sirviendo los tres puntos para el Barça del “Tata” Martino que todo lo que ha
jugado esta campaña lo ha ganado.
Cómo
el Barcelona, el Atlético del “Cholo” Simeone también cuenta todos sus partidos
por victorias. El equipo rojiblanco que estuvo peor que en el derbi remontó en
Do Dragao ante el Oporto, quedándose los tres puntos, acabando con la maldición
del estadio portugués (donde nunca había ganado) y encarrilando su
clasificación. El segundo gol de los colchoneros anotado por Arda Turan nunca debió
subir al marcador puesto que el jugador turco estaba en posición ilegal. Un gol
que marcado en fuera de juego provino de una estudiada jugada de estrategia. Simeone
sigue creciendo como entrenador y los automatismos y movimientos a balón parado
de sus jugadores empiezan a verse cada vez más y mejor, como si lo hicieran de
memoria, y eso conlleva un enorme trabajo de ensayo en los entrenamientos. Pinta
muy bien la temporada rojiblanca, no ha hecho nada más que comenzar, debe tener
continuidad, pero este principio puede ser el prólogo de una temporada para
recordar.
Ayer
miércoles la Real Sociedad volvió a probar la parte amarga de la Champions League. Después de un primer
tiempo flojo ante el Bayer Leverkusen, una segunda parte con notable mejoría
hacía pensar en llevarse un punto para San Sebastián o incluso los tres, pero
el fútbol le golpeó cuando más duele, en los albores del encuentro. Golazo de
falta del Bayer, por toda la escuadra lo marcó Hegeler, un gol como la copa de
un pino. Está pagando caramente la novatada la Real en su debut en la máxima
competición europea. Su caminar en la Liga de Campeones se dilucidará contra el
peor rival del grupo, el Manchester United. Ahí será cuando realmente se advierta
si los donostiarras podrán seguir o habrán despertado de su sueño.
Tras
la derrota del derbi catorce años después, con los mea culpa de los jugadores,
la cena de José Ángel Sánchez, Florentino Pérez y Carlo Ancelotti del lunes, un
milimetrado lavado de imagen de cara al aficionado madridista, se presentaba un
miércoles de Copa de Europa en el Bernabéu. Muchas incógnitas para un equipo
que todavía no sabe a qué juega. Casillas volvía a la titularidad, esta vez no
se lesionó y al final del choque realizó tres excelsas paradas, que rindieron
al estadio blanco a sus pies y que hicieron recordar a ese “para lo todo” mejor
del planeta tierra. El Copenhague estuvo digno sobre el césped. Jugó sus cartas
y si no es por el colegiado que no señaló un penalti de Modric al filo del
descanso el partido podría haber cambiado, o ponérsele más cuesta arriba al
Real Madrid. En defensa lució Varane y un Marcelo pasado de quilos que se
encontró mejor atacando que atrás. Arriba como siempre Ronaldo, dos goles,
ambos de cabeza (5 en 2 encuentros) y un genial Di María, asistencia de rabona
y dos golazos, el mejor del partido, se está ganando su puesto y el cariño del
Bernabéu. Un estadio que volvió a silbar a Karim Benzema y al entrenador,
Ancelotti fue pitado en el inicio del encuentro, en solo 100 días el italiano
ya ha probado la severidad de su público. 4-0, diez goles en dos partidos, la
clasificación muy encarrilada, un bálsamo para volver a pensar en la liga, para
demostrar que está rodando el equipo, que hay un cambio de actitud y una idea
común en cómo jugar, sino volverán los pitos y la liga se irá poco a poco.