Esta
vez el Atlético de Simeone no puedo asaltar el feudo de su eterno rival y el
Real Madrid se llevó un choque que le mete casi en la final
Antonio Blanca
Después
de la final de Copa del Rey de mayo de 2013 y del partido de la primera vuelta,
todo hacía indicar a que el “Cholo” Simeone empezaba a tenerle tomada la medida
al Real Madrid. Jugar al límite, cerrar espacios, defender y salir rápido a
morder al rival eran los ingredientes que el magnífico entrenador argentino
usaba y le salió bien, aunque cierto es que en la prórroga de la final de Copa,
el Madrid se encontró con un inexpugnable Courtois.
Anoche
el Madrid tuvo tensión, jugó también al límite, un partido para “hombres”. Faltas,
provocaciones, intensidad, un derbi de los de antes, con un planteamiento de
Carlo Ancelotti muy al estilo de Mourinho. Hoy se aplaude mucho el partido
merengue, que fue bueno, pero ahíto de fútbol salvo al final cuando el Atleti
bajó los brazos fruto del arreón físico del Real Madrid, un partido que recordó
al Madrid de “Mou” (al que tanto se criticó).
Ganó
excesivamente el Madrid con goles de Pepe y Di María, ambos de tiros de fuera
del área que tuvieron la gran fortuna de toparse con dos hombres antes y que
desviaron su trayectoria de la de Courtois. El tercer gol (no están en orden)
lo marcó Jesé, tras un desmarque soberbio y un paso mágico de Di María. Ronaldo
no estuvo a buen nivel todo sea dicho, y el tercer atacante, Karim Benzema
estuvo pero no sirvió ni para hacer bulto.
En
las filas rojiblancas Diego Costa se las tuvo con Pepe, Ramos y Arbeloa. Este último
hizo penalti al hispano brasileño, y a él, Miranda le derribó en el área.
Penalti por penalti que se suele decir. Arda, Koke y Diego no supieron superar
a Modric y Alonso, y el Atlético de Madrid no encontró la fórmula para crear
problemas a Casillas.
Con
este 3-0 y a falta de la vuelta el próximo martes en el Vicente Calderón el
Real Madrid mira al Sábado Santo para disputar la final, posiblemente ante un
Barcelona que ayer venció 2-0 a la Real Sociedad en un partido muy igualado,
con ocasiones para ambas escuadras y que el árbitro se cargó, no señalando un
penalti sobre Carlos Vela y posteriormente expulsado por un exabrupto a Iñigo
Martínez.