jueves, 13 de febrero de 2014

LA FINAL ESPERADA


Tres años después de la final de Copa ganada por el Madrid de Mourinho en Mestalla, blancos y culés volverán a verse las caras en la fina del Sábado Santo

Antonio Blanca

No estará Guardiola ni Mourinho, pero sí Cristiano y Pinto, los protagonistas de la última imagen que culés y madridistas guardan de la final de hace tres años. Aquel salto colosal del astro portugués que se coló entre las manos del portero de la Copa en la prórroga y que decidió un partido que el Barcelona pudo haber sentenciado mucho antes de no ser por las apariciones de Casillas cuando era ese portero insuperable e intocable en la Liga, en la Copa y en la Champions, y sí con José Mourinho en el banquillo. Ya no. Mestalla tiene de nuevo todas las papeletas parar repetir como escenario si los dos clubes aceptan la propuesta de la Real Federación Española de Fútbol, aunque el Madrid quiere el Camp Nou, el Barça no permitirá la posibilidad de caer ante su eterno rival en su casa. Será el 19 abril, el sábado santo, si bien cabe la posibilidad de adelantarse al Viernes Santo, a las diez de la noche (palabras de Jorge Díez, secretario general de la RFEF).

Como ocurre cada año, hoy mismo empezará el “rumore rumore” sobre la sede de la final. Pero no parece que esta vez se vaya a eternizar mucho la cantinela como en otras ocasiones, como ocurrió hace dos años en la final entre Barça y Athletic.

La Federación Española citará a los representantes de los dos equipos la próxima semana con la intención de proponerles Mestalla como sede de la final. El estadio del Valencia tiene una capacidad de 55.000 localidades. Cada club dispondrá de 20.000 entradas, y el resto va a parar como siempre a la Federación.
  
Barcelona y Real Madrid se enfrentarán por séptima vez en su historia en la final de Copa del Rey, que hasta ahora depara máxima igualdad, con tres títulos para cada uno, el último precedente de buen recuerdo para el madridismo en 2011, cuando decidió en la prórroga un cabezazo de Cristiano Ronaldo.

Las finales de Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid no pueden presentar mayor igualdad hasta la fecha. Tres títulos para cada uno cuando se enfrentaron con los mismos goles marcados, siete para cada club.

Las dos últimas finales las acogió Mestalla, con 21 años de separación entre ellas, desde el 2-0 a favor del Barcelona en 1990 al 0-1 para el Real Madrid en 2011, en el primer título conquistado con el técnico portugués José Mourinho.

El conjunto azulgrana es el rey de Copas y busca su título 28, mientras que los madridistas pretenden conseguir el 19 en una competición que por momentos pasó a un segundo plano en el club, pero que ha recobrado su importancia y ha estado presente en tres de las cuatro últimas finales. El Real Madrid es el equipo que más finales ha jugado con un total de 38, pero también es el que acumula más derrotas con veinte, por nueve de su rival, el Barcelona, que disputará su final número 37.